Por Joel Ortega Juárez
Esa es la razón profunda que explica el
inmenso apoyo que tiene MORENA, AMLO y su sucesora Claudia Sheinbaum, más allá
o más acá de los personajes, sus delirios, sus habilidades y su gran cinismo
pragmático, capaz de aliarse con el mismo diablo.
Los pocos sobrevivientes las izquierdas
independientes, opositores a la ideología. nacionalista estatista, fuimos
derrotados. No asumirlo es una actitud más propia de las fantasías del
pensamiento mágico, no son producto de la mínima reflexión histórica.
No debe extrañar que el discurso de Claudia
Sheinbaum sea un discurso de plena identificación con AMLO, comparten una
visión política y cultural.
La letanía de frases tipo soberanía
alimentaria, por el bien de todos primero los pobres, “hemos realizado una
revolución política pacífica, que derrotó al neoliberalismo, se defiende la soberanía , seguiremos
impulsando los “programas sociales” y
continuar exculpando al ejército de las masacres de Tlatelolco y el 10 de junio
con la falacia de que el ejército es
“pueblo vestido de verde”, debe
dejarse y no continuar agrediendo a los opositores considerándolos
conservadores.
Es positiva la conducta de la presidente de
saludar a la presidente de la Suprema Corte, pero se debe abandonar el discurso
de señalar al poder judicial, como podrido al servicio de los delincuentes de
cuello blanco.
Comienza el sexenio del “segundo piso de la
cuarta transformación”.
Esperemos que no continúe la repetición
hasta el cansancio de los lugares comunes, de las mentiras, de los otros datos,
la hostilidad a los críticos, vengan de donde vengan, ya sea de la oposición
oficial de los residuos del PRI o del PAN, o de lo movimientos
extraparlamentarios, no se debe continuar considerando conservadores, fifís,
golpistas ardidos por estar coludidos o ser parte de la oligarquía, a los que
somos opositores y críticos del poder desde hace muchas décadas.
El desafío para los que hemos luchado
durante más de 60 años contra el Estado autoritario, para construir un camino hacia la radical
transformación del capitalismo por una sociedad sin explotación, sin crímenes
contra la humanidad y sin destrucción del planeta, es saber aprovechar todas
las alianzas de los oprimidos con los liberales, los demócratas que se oponen a
la reinstalación del modelo de partido estado, de control del presidente o
presidenta de los poderes legislativo y judicial, manteniendo el control de los
trabajadores. por medio del charrismo tradicional y el de nuevo tipo.
Sería muy alentador que la presidenta
Claudia Sheinbaum rompa la política de encerrarse en palacio, amurallada con
vallas metálicas y tienda puentes con los movimientos sociales, culturales y
políticos de viejo tipo y sobre todo con los de nuevo tipo. Nunca es correcta
la política de apostar por el apocalipsis, siempre se debe estar abierto a
acuerdos con el gobierno, como lo hicimos ante el PRI.
Ahora con la presidenta Claudia Sheinbaum
hay que apostar porque dé un viraje hacia la realización de una reforma
política democrática.
La aplastante mayoría de la presidenta
Claudia Sheinbaum y su partido de estado y sus marionetas, no debe continuar la
ruta del fraude de la sobrerrepresentación mediante la cual convirtieron 54 %
obtenido en las urnas en un 74 % de la Cámara de Diputados, tampoco la política
de comprar y chantajear a Senadores como el caso de los Yunes.
La
imagen lamentable de la presidenta besando la mano del Niño Verde, debe
sustituirse por la de la reunión con los opositores, sin excluir a nadie.
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