domingo, 29 de noviembre de 2020

PROGRAMAS EN RADIO NUESTRA AMERICA





 










Demos las gracias a los trabajadores y alimentos a quienes pasan hambre

 

(Imagen de Alejandro Valenzuela)

Por Amy Goodman

Largas filas. Filas de personas que esperan para conseguir comida en los bancos de alimentos se extienden a lo largo de cuadras y cuadras en los vecindarios urbanos de Estados Unidos. En los suburbios y zonas rurales del país, se multiplican las filas de automóviles de varios kilómetros de longitud, al tiempo que las personas que pasan hambre y sufren de inseguridad alimentaria esperan durante horas para poder recibir una caja con comida, muchas de ellas por primera vez en su vida. También crecen las filas en los centros de diagnóstico de COVID-19, a medida que los contagios se propagan a un ritmo exponencial, con más de un millón de casos confirmados por semana en Estados Unidos. Ya van nueve meses desde el inicio de la pandemia y todavía hay una escasez generalizada de pruebas de diagnóstico para detectar el coronavirus. A pesar del alto riesgo de exposición al virus durante los viajes en avión y en las grandes reuniones familiares, largas filas de personas se acumulan ante los controles de seguridad de los aeropuertos y se congregan en las puertas de las terminales aeroportuarias. La Administración de Seguridad en el Transporte informa que, el fin de semana pasado, más de tres  millones de pasajeros viajaron a través de los aeropuertos de Estados Unidos, lo que constituye el número más alto desde mediados de marzo. Todo este movimiento, en medio de una explosión de contagios, hospitalizaciones y muertes por COVID-19, que sobrepasan la capacidad de las morgues en algunas ciudades del país, ha obligado a los funcionarios de salud pública a suplicarle a la población que se quede en casa durante las festividades del Día de Acción de Gracias.

La pandemia nos confina a todos a la par, aunque nos obligue a estar separados, y deja al descubierto el racismo sistémico, la desigualdad creciente y los defectos fundamentales de nuestro sistema de gobierno. Todos necesitamos comer para vivir, pero aquí, en Estados Unidos, la nación más rica de la historia de la humanidad, muchas personas están pasando hambre.

El profesor Raj Patel, un investigador especializado en estudios sobre el sistema alimentario mundial de la Universidad de Texas, dijo en una entrevista con Democracy Now!: “Siempre nos referimos a la pandemia de COVID-19 como la gran reveladora de las desigualdades en Estados Unidos, pero cuando escuchas que alrededor del 40  % de los hogares estadounidenses se enfrentan a algún tipo de inseguridad alimentaria, te das cuenta de que se ha roto un nuevo récord, y uno bastante sombrío”.

En un informe publicado en octubre, Feeding America, una organización sin fines de lucro que gestiona la principal red de bancos de alimentos de Estados Unidos, estima que 50  millones de personas sufrirán inseguridad alimentaria como resultado de la pandemia el país. El informe también señala: “Desde que comenzó la crisis, los bancos de alimentos se han enfrentado a una ‘tormenta perfecta’, que implica un aumento en la demanda de alimentos, una disminución de las donaciones debido a los desafíos que enfrenta la cadena de suministro de alimentos, una menor cantidad de voluntarios para dar una mano y otras alteraciones”. Los menores son los más vulnerables, en especial los millones de niños y niñas que dependen de las comidas servidas en las escuelas, que ahora están cerradas o han limitado las actividades presenciales y sus servicios durante la pandemia. El mes pasado, un tribunal federal revocó una política del gobierno de Donald Trump que habría dejado a 700.000  personas sin acceso a sus cupones de alimentos, proporcionados bajo el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, en medio de la pandemia.

Si bien en las últimas semanas hemos recibido noticias prometedoras sobre las vacunas contra el nuevo coronavirus, la posibilidad de que se pueda vacunar a la población dentro de seis o nueve meses no pone comida sobre la mesa.

¿Cuál es la respuesta del presidente Donald Trump? El presidente publica incesantemente mensajes sobre teorías conspirativas en Twitter, juega al golf y, en un claro desafío a las pautas de salud pública, fomenta la inmunidad colectiva y se la impone a toda la población, permitiendo que el coronavirus se propague por el país sin impedimentos. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, le dio la semana libre a todos los senadores por las festividades de Acción de Gracias. En respuesta, la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez dijo: “En la semana del Día de Acción de Gracias, nuestro país está pasando hambre y el Senado no está trabajando. No me importa de qué partido sean. Es un abandono de nuestras responsabilidades”.

Mientras millones de personas no tienen acceso a la comida que tanto necesitan, los trabajadores y trabajadoras que producen los alimentos también se exponen a enormes riesgos durante la pandemia. Muchos de estos trabajadores esenciales, desde agricultores y distribuidores, hasta quienes abastecen los estantes de los supermercados y entregan las compras, han contraído COVID-19. Ellos no pueden darse el lujo de trabajar desde casa.

Los trabajadores de las plantas empaquetadoras de carnes han sufrido algunos de los peores brotes de coronavirus de todo el país. En la primavera boreal de este 2020, cuando el coronavirus arrasaba las plantas empaquetadoras de carne en todo Estados Unidos, el presidente Trump ordenó que las plantas siguieran trabajando. Los trabajadores, muchos de los cuales provienen de comunidades de inmigrantes y de hogares multigeneracionales, se vieron obligados a trabajar en espacios cerrados, a menudo con un equipo de protección personal contra la COVID-19 mínimo, sin distanciamiento social y prácticamente sin acceso a pruebas de diagnóstico.

Un estudio reciente de la Universidad de Columbia concluyó que, hasta el 21  de julio, las plantas empaquetadoras de carne habían sido la fuente de hasta 300.000  casos de COVID-19 y hasta 5.200 muertes a nivel nacional, más que nada debido a la propagación comunitaria del virus a través de trabajadores que se habían contagiado en las plantas.

Sedika Buljic, Reberiano García, José Ayala  hijo e Isidro Fernández trabajaban en la planta de procesamiento de carne de cerdo de la multinacional Tyson Foods en la ciudad de Waterloo, en el estado de Iowa, y todos fallecieron entre abril y mayo por complicaciones derivadas de la COVID-19. En una demanda que las familias de los trabajadores presentaron contra Tyson Foods se hace la impactante acusación de que “el gerente de planta Tom Hart había organizado un juego de apuestas con dinero en efectivo y una modalidad donde el ganador se llevaba todo, para que los supervisores y gerentes apuesten cuántos empleados de la planta darían positivo por COVID-19”. Al final, fallecieron al menos seis trabajadores y más de 1.000  se contagiaron de coronavirus. La empresa multinacional suspendió a Hart y a por lo menos otro gerente más, al tiempo que lanzó una investigación al respecto. Mel Orchard, abogado de las familias, le dijo al periódico Waterloo-Cedar Falls Courier: “Esto no va a cambiar lo que sucedió. Estas personas ya se fueron, pero ¿podemos prevenir otras muertes como estas en el futuro?”.

La respuesta a esta pregunta es poner en marcha una iniciativa federal coordinada en todos los niveles, que incluya pruebas gratuitas de diagnóstico, rastreo de contactos y distribución equitativa de las vacunas contra la COVID-19. En cuanto a este fin de semana largo por el Día de Acción de Gracias, de ser posible, quedémonos en casa. Pensemos en el riesgo al que se exponen quienes nos proveen los alimentos y extendamos nuestra solidaridad y nuestro apoyo a los más necesitados.

EL QUINTO PATIO: El peligro de no saber

 

Es enorme el valor de una prensa libre, independiente, ética y con capacidad investigativa.


Apoyar a la prensa independiente es una forma de ejercer ciudadanía.



Por Carolína Vásquez Araya

Una de las principales estrategias de las dictaduras –explícitas, solapadas o en plena evolución- es atacar a la prensa independiente para cercenar de un certero golpe la capacidad de reflexión, análisis y convocatoria de la ciudadanía ante los abusos de sus gobernantes. La prensa correctamente orientada hacia el ejercicio irrestricto de la libertad de expresión y el derecho del pueblo a ser informado, es el instrumento indispensable en la consolidación de las democracias. Esto lo saben bien quienes aspiran a ejercer el poder sin fuerzas opuestas, en un ambiente controlado al cual no tenga acceso la mirada pública.

Los ataques a reporteros en las manifestaciones de protesta solo siguen un instructivo propio de regímenes absolutistas; al igual como la infiltración de elementos criminales en el corazón de acciones pacíficas con el objetivo de generar miedo, dudas y deserciones, el ataque físico contra los elementos de la prensa se dirige puntualmente a evitar la divulgación de la noticia veraz y la denuncia de abusos policiales contra la población indefensa. Los ejemplos de Guatemala, Francia, Hong Kong, Chile y otros países en plena ebullición política muestran de modo explícito cuán importante es para los proyectos anti democráticos silenciar a los periodistas independientes, mientras engrasan la mano de los mercaderes de la prensa con millones de dólares en publicidad y sobornos.

El precio de no saber es demasiado elevado como para ignorar ese peligro. La población jamás debe permanecer ajena al flujo de la información sobre los planes, acciones y riesgos implícitos en el actuar de sus instituciones. Por eso la represión y los ataques contra la prensa desde gobiernos aliados con organizaciones criminales, como sucede en Guatemala; o dirigidos hacia el expolio total de las riquezas nacionales, como en Chile; o hacia la destrucción de valores humanistas, fundamentos de una de las democracias más sólidas, como en Francia. 




El ejercicio periodístico está bajo enormes presiones y una de las más riesgosas es el debilitamiento de sus fuentes de financiación. El marco tradicional de periódicos y noticiarios de televisión con grandes plantillas de reporteros, editores, fotógrafos y diagramadores comenzó a disgregarse paulatinamente con el acceso fácil a la información desde las redes sociales y los medios digitales y hoy son miles los periodistas desempleados. Sin embargo, esta realidad que golpea fuertemente a los profesionales de la prensa también es un hachazo al derecho de la ciudadanía a ser informada.

El peligro de no saber es real y, de hecho, ha tenido gran influencia en la profunda ignorancia de algunas sociedades sobre la verdad de su pasado, así como los peligros de su presente y de su futuro. Esta es la realidad de muchos países en manos de grupos de poder corruptos, pero premunidos de un sistema de propaganda casi infalible, mediante el cual -y gracias al recurso de contratos millonarios con medios aliados- engañan a un pueblo desinformado y logran su objetivo de consolidar posiciones en cada proceso electoral, elevando al poder a los individuos más nefastos.

El derecho a la información pública es inalienable en cualquier sistema democrático. Sin embargo, quienes lo ejercen todos los días para dar a la ciudadanía un reporte veraz y exhaustivo sobre las decisiones que afectan su vida, su economía y el futuro de su familia, han de luchar contra fuerzas opuestas arriesgando su vida en el proceso. Respaldarlos y contribuir a mantener esa independencia es hoy una importante tarea de las sociedades, por su propia supervivencia.

 

OPINION: COLOMBIA, NUNCA ES TARDE

 



Por Senén González Vélez Columnista
La Agencia Mundial de Prensa

Decía Federico Nietzsche: “La serpiente cuando no puede cambiar de piel, perece, del mismo modo, los espíritus cuando se ven impedidos de cambiar de opinión dejan de ser espíritu”. Esta sentencia la traigo a relación, para referirme al cambio de opinión del Señor General Mora, con relación a los Acuerdos de Paz, siendo precisamente él, uno de los que lo firmo y ahora sorprendentemente, se echa para atrás, se retracta.

El arrepentimiento, siempre trae bendiciones, jamás maldiciones, ese es el pensar de Dios y así es. Jamás falla, siempre acierta. –  Esa determinación, claro que nos sorprende, pero hay que buscarle el lado positivo, así sea a destiempo por su notable silencio de 4 años, pero que, al hoy decirlo, ya deja de ser cómplice. Además: ¡LA VERDAD OS HARA LIBRES! – Quieran o no, el General Mora, ahora se convirtió en una pieza fundamental al servicio de la democracia, y eso vale muchísimo en estos momentos para poder escribir una buena historia en defensa de la vida republicana. La mora, premiara finalmente al General. Supe, que el alto oficial de rango, se levantó varias veces de la mesa de negociaciones en CUBA, y renunció a seguir. Y…para entonces, todos nos preguntamos: ¿Porque regreso? ¿Qué presión le impondría Santos?  O, mejor, ¿qué chantaje?  ¿Será que para ese momento pensaría el señor General: Mas vale un espía al servicio de la nación, ¿que un patriota que viste el uniforme de general y termine traicionando a la patria? ¿Será preferible asumir la responsabilidad posterior, de un hecho catastrófico que vio, y previo, por lo que decidió seguir ahí, para saber hasta dónde llegaba la estrategia de la hecatombe?

Eso hacen los grandes espías que desean salvar a sus naciones: Se infiltran. No sabemos, si ese fue el ánimo del señor General, que, si fue así, jamás lo podía decir, tenía que ser después, y creo que decirlo ahora, aun fue prematuro, si ese era el propósito. Eso debió quedar por el momento, como un secreto de Estado.  Santos lo hubiera mandado a fusilar. Si no regresaba a la mesa, tampoco hubiera regresado a su casa. Razón más que válida, para mí, para que permaneciera en esa fatal mesa, y después un día como hoy, cambiara de parecer, denunciando a destiempo la trama para destruir a Colombia, que, aun así, es muy oportuna y vale mucho para la suerte del país.  Quien quita que lo hecho ahora, era el momento, ¿y que aún se está a tiempo para enfrentar la traición de Santos y derrotarlo en las urnas y en las armas?  Ahora bien, seamos prácticos. La oposición desea escandalizar sobre el caso del General Mora, como una forma hábil, perversa, para debilitar la institución militar, la policía, y todo lo que represente un peligro, para el desarrollo del programa comunista del país, que está impulsado por Santos, Petro, Cepeda, y Soros.

La exhortación del Señor General Eduardo Zapateiro a sus colegas de armas, y a los mismos ciudadanos, invita a permanecer fuertes y rodeando a un gran soldado como lo fue el hoy General Mora. Eso es plausible, razón por la cual, no debemos caer en otra celada más, del jugador de póker. Santos es capaz de todo. Concluyo diciendo, que El General Jorge Enrique Mora, tiene mucho que decirle al presidente Duque, para que destape el cofre que tantos misterios han hecho fuerte a la causa de la izquierda y de Santos. Creo, que les llegó la hora a los zurdos, para debilitarlos. Como están las cosas, no descarto que pretendan callar al Grl Mora. ¡Ojo pues!!  

Sábado 28 de noviembre de 2020. Sengove

viernes, 27 de noviembre de 2020

Mientras parte de Centroamérica se ahoga, parte de Suramérica muere de sed

 

Pueblo de Campur antes y después de la inundación. Internet

Por Ollantay Itzamná

“Mi casa se ha quedado bajo el agua… Con mi familia nos refugiamos en una comunidad vecina que nos dieron un lugarcito, pero allí donde nos instalamos apareció un nacimiento de agua. Entonces, nuevamente estamos buscando dónde encontrar casa…” Es el relato de mi amigo Mario Yat, maya q’echí, padre de dos hijas, en Campur, Carchá, Alta Verapaz, a 300 Km de la ciudad capital de Guatemala.

Los huracanes Eta e Iota, hicieron estragos en la ya difícil vida cotidiana de indígenas y campesinos de Centroamérica.

El pueblo Campur, donde vivían alrededor de 3500 personas q’echís, ahora, es una laguna cuya agua, lejos de bajar de nivel, continúa subiendo. Incluso cuando los huracanes ya se marcharon hace algunos días atrás.

Sus habitantes, refugiados en las montañas aledañas, se transportan hacia la única punta carretera, navegando por encima de sus casas, iglesias, escuelas, en lanchas que antes desconocían. Hace unos días atrás, Carlos Quip, se ahogó en su intento de cruzar Campur, los bomberos buzos encontraron su cuerpo en el segundo piso de una casa bajo agua…

No sólo que las familias indígenas lo perdieron todo, sino que no existe mayor apoyo por parte del gobierno central para drenar la laguna con maquinaria.

Sobreabundancia de lluvias en Centroamérica, sequía en Suramérica

Mientras las abundantes precipitaciones pluviales últimas ahogan a centenares de personas en Centroamérica, en América del Sur, otros tantos, se mueren de sed y de hambre porque no hay lluvias. Ocurre al mismo tiempo, en el mismo Continente.

En los fértiles valles donde florecieron las imponentes civilizaciones aymaras y quechuas, ahora, centenares de personas, sobre todo niños/as, peregrinan en los polvorientos cerros “clamando el retorno de las gotas de lluvia a sus deidades en sus propios idiomas”.

Según publicaciones de la NASA, Suramérica vive, en 2020 la segunda sequía más infernal del presente milenio. Ello explica los recientes dantescos incendios forestales en La Amazonía.

Las tierras de las civilizaciones mayas y las tierras de las civilizaciones andinas son diferentes, no sólo en hidrometeorología, sino en su fertilidad. Pero, ahora, la conducta errática de Madre Lluvia, hermana a ambos territorios en la desgracia compartida. Aquí morimos ahogados, y allá mueren de sed. ¿Por qué ocurre esto? ¿Irredento designio divino? NO.

La Madre Tierra perdió el control de su autoregulación de temperatura. Mientras en el mar Atlántico y El Caribe se incrementa el calor evaporando el agua y activando huracanes, generando cuantiosas lluvias que llegan hacia Centroamérica, en el Océano Pacífico las bajas temperaturas evitan la evaporación del agua, y ocasionan ausencia de lluvias. Por ejemplo, el fenómeno de La Niña acaba de comenzar en Suramérica, y generará lluvias en la parte norte de La Amazonía y sequía en la parte más al sur.

Hace un año atrás, como en estos meses, acompañé las penurias de las familias maya q’echís que padecían una sequía infernal en Alta Verapaz, Guatemala. En ese entonces, ante la muerte de ríos y lagunas, sin lluvias, familias mayas peregrinaban, candelas y copal en mano, hacia sus recintos sagrados para pedir el retorno del agua a sus deidades. ¡Jamás creían que un año después, en los mismos meses, la lluvia les arrebataría todo lo que tenían!

Cuando era niño, corrí por caminos y senderos empinados del Surandino clamando en quechua el retorno de la lluvia que tardaba en llegar… Es una historia de nunca acabar, pero que sí acaba muchas veces con nosotros… ¿Cómo explicar esto? ¿Qué hacer para prevenir?

Tanto en América del Sur, como Centroamérica, a los impactos materiales y simbólicos que legó la pandemia del COVID19, se incrementan las consecuencias inimaginables de la conducta del agua en las condiciones y medios de vida de las familias indígenas y campesinas sin Estado, ni seguros.

Los gobiernos y estados de los países impactados por estos reiterados fenómenos letales no tienen la capacidad, ni la voluntad política, para responder, mucho menos para prevenir o mitigar dichos impactos.

Gobiernos como el de Guatemala, Honduras, Perú, Brasil…, ahogados en escándalos de corrupción… asignan los presupuestos públicos para proteger al sector privado empresarial… A los productores agrícolas, indígenas o no, sólo les queda seguir clamando clemencia al lejano Cielo que tarda en escuchar.

A Maradona lo que es de Maradona

 

Foto proporcionada por la Agencia Mundial de Prensa


 Por Ilka Oliva Corado

 Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com 

 

El balompié es del pueblo, del arrabal. Como lo son las flores silvestres, la hiedra, los zacatales y las calles enlodadas. Las casitas de adobe, de champas de lámina, el hambre, los sueños inalcanzables, el lomo macizo y curtido, la frente en alto, la mano amiga, el hombro que apoya, la mirada que lleva el alma en las pupilas. Los turnos de trabajo a deshoras, el sol  y el frío pegados en la piel.   Y los pueblos no tienen fronteras, ni idiomas, religión, ni nacionalidad, se compactan en uno solo, todos los pueblos son uno solo cuando se trata del fútbol. 

 

Porque el fútbol es como el oxígeno, como el agua de lluvia que embellece las plantas y los campos baldíos donde juegan chamuscas los cipotes,  en el arrabal es el sustento, porque el fútbol nutre el alma. El balompié es el catalizador por excelencia de la periferia, el que provoca la mayor de las alegrías y el  mayor de los dolores compartidos cuando pierde o gana un equipo. Y no es por lo que han hecho las mafias con él, que eso es aparte. 

 

Es la pasión de pasiones, el que hace hervir la sangre, el que eleva a los cielos a quien anota un gol,  el que baja a los infiernos a quien falla un penal, ni la droga más potente, ni la tortura más cruel  ha podido con la efervescencia que provoca el balompié en el alma humana. Sino hay que preguntarle a Mujica, cómo se vivió el fútbol en sus 12 años encarcelado.  Entonces, para comprender que los pueblos del mundo lloran la muerte de Maradona hay que entender lo que significa el fútbol en los lugares marginados, donde una de las pocas alegrías la da el deporte más hermoso del mundo. 

 

Analizando primero esto, después es muy fácil comprender por qué Maradona fue tan querido por el pueblo que no le da su corazón a cualquier dios. El corazón del pueblo no se vende, se gana, el amor del pueblo nace solito. Y cómo no iba a amar a Maradona que pudo olvidarse del lodo del arrabal, del hambre de la miseria, del abrazo cálido de los que no tienen más que su dignidad  para afrontar la vida, que como Evita se codeó con los poderosos pero jamás vendió su alma llanera, pueblerina, de alcantarilla y que se dio a los suyos, aún con las consecuencias que esto trajera. 

 

Porque a Maradona no lo expulsaron del fútbol de élite por las drogas, lo sacaron por su irreverencia de arrabal, por esa prestancia suya de pararse con la frente en alto y hablar cuando otros callaban o se ponían de alfombra o de rodillas, por los dos goles contra Inglaterra que jamás se los perdonaron. Por el orgullo de alcantarilla, por hacer lo que se le venía en gana cuando otros doble cara guardaban las apariencias. Qué bueno que pudo, que intentó ser libre a su manera, en este mundo que nos esclaviza de una u otra forma. Por lo menos uno de nosotros intentó volar sin olvidarse llevar en sus alas la honra del arrabal. 

 

Se extravió en el camino tal vez, ¿pero ¿quién no lo hace?, solo que él por ser el Dios del fútbol cualquier suspiro era público. Y quienes lo odiaban por su origen, por sus arrestos de identidad de clase, lo dimensionaban más.  De ahí mundanos somos todos, unos más que otros pero al final también chapoteamos en el mismo lodazal. ¿Por qué él tenía que librarse del machismo y del patriarcado? ¿Acaso nos hemos librado nosotros? ¿Por qué poner sobre sus hombros el peso milenario de la misoginia  y no  tomar la parte que nos toca? ¿Por qué lapidarlo cuando somos todos parte de este sistema que violenta a las mujeres? ¿Y por qué no pensar en lo que hace la exclusión  y los golpes (físicos y emocionales)  en la mente y el alma de un niño de arrabal? ¿Por qué él tenía que librarse de sus infiernos, solo porque era el Dios del fútbol? ¿Y nosotros nos hemos librado de los nuestros? ¿Por qué tenía que librarse él de los encantos que brinda el patriarcado en el mundo del fútbol a los hombres? ¿Acaso no era humano también? ¿Acaso tuvo guía alguna en la vida? ¿Acaso no fue solo a enterrarse de narices desde la miseria al mundo millonario del fútbol de élite? ¿Por qué tenía que ser ejemplo y tener equilibrio en su vida? ¿Y el sistema, qué decimos del sistema y el entorno?  Es cierto, uno debe ser en los deportes lo que es en la vida misma. Pero eso aplica para todos, no solo para un ser humano. ¿Lo hemos logrado nosotros? ¿Y si lo hemos logrado qué nos da el derecho  derecho para señalar  a los demás? 

 

Lo que sucede con Maradona es que el odio que le tienen es tanto porque jamás le perdonaron que no olvidara su origen, que no vendiera su alma de arrabal ante el lujo de la opulencia, de los que violentan a los pueblos. Y que por el contrario, en lugar de buscar la sombra y el acomodo de los fascistas se fuera del lado de los que llevan palo y metralla cuando no tenía necesidad alguna. Cuando pudo olvidarse  de ellos. 

 

No era solo su habilidad deportiva, su técnica de domino de balón, su genialidad con las fintas, sus goles espectaculares, lo que hace inmenso a Maradona es su identidad de clase y su memoria histórica. Decidir de qué lado de la vida estar, aunque eso le valió el flagelo de los que le contaron las costillas cada vez que pudieron. 

 

Por eso lo lloran los pueblos, porque pudo venderse, ponerse de alfombra o de rodillas ante los oligarcas y las grandes mafias del fútbol y del capital,  pero  decidió tragar tierra con los que chapotean entre el lodo, de ahí que su piernas crearan arte  dentro del campo de fútbol  con la arcilla y sus actos rebeldes enamoraran el alma de los arrabales. Y desde los arrabales del mundo le decimos gracias, por habernos dejado soñar y disfrutar con la pasión de pasiones, pero por levantar la voz cuando pudo callar y olvidar su origen y a los suyos. 

 

Por mi parte la selección de mis amores es y será Brasil y mi jugador favorito Pelé, pero a Maradona lo que es de Maradona. 

México - Análisis a Fondo: Repunta la economía, ¿y la pobreza?

 

Imagen: El Financiero 

 

 

·        No tiene toda la responsabilidad la emergencia sanitaria
 
·        El hecho es que la economía cayó y expulsó a muchos
 

En memoria del inolvidable ingeniero José Álvarez Icaza Manero, a diez años de su Pascua

 

Por Francisco Gómez Maza

 

A eso de las 9 mañana de este jueves, me llegó la Minuta número 80 de la Reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México, que narra lo ocurrido en ese encuentro de autoridades monetarias y hacendarias, así como pormenores del tortuoso camino seguido por la actividad económica en México, a la par del desastre causado por la pandemia del coronavirus.

Y me queda la duda: ¿La crisis económica fue ocasionada por el paro sanitario, o ya era hora de que estallara lo que venía deteriorándose a pasos agigantados desde aquel 2008, cuando estalló la gran crisis inmobiliaria, que afectó fuertemente a la economía de Estados Unidos, se llevó entre las patas a la economía mexicana y multiplicó exponencialmente la pobreza. Los responsables de esa crisis fueron los apetitos insaciables de dinero de los banqueros estadounidenses.

Es posible que la causa de la recesión que nos lacera no haya sido el coronavirus; tampoco el dolor de la enfermedad y la muerte. El hecho es que la economía falló, cayó, expulso a muchos de los puestos de trabajo e hizo evidente el fracaso del capitalismo para optimizar la demanda interna, que es el mecanismo para incrementar el capital, pero todo lo que baja vuelve a subir, todo lo que cae puede volver a levantarse.

Y esta actividad de la economía, de la que depende la vida, afortunadamente, aunque con lentitud, está levantándose. Lentamente, muy lentamente, y aún en medio de la invasión del coronavirus, empezamos a ver una luz al final del túnel.

La minuta del banco central, leyéndola con ojos críticos, porque no puedo olvidar que, si antes de la pandemia, había en este solar, digamos que unos 70 millones de pobres, y creo que pobres paupérrimos, no deja de ser optimista, aunque prudente.

Los dirigentes del Banco Central, apuntalados por el secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez, se acoge a la estimación “oportuna” del PIB publicada por el INEGI. Este organismo autónomo del gobierno, concluye que la actividad económica registró una recuperación en el tercer trimestre.

Este comportamiento fue impulsado por una relativamente vigorosa recuperación de la demanda externa, desde finales del trimestre previo, y una reactivación de la demanda interna, asociada al relajamiento de las medidas implementadas por la contingencia desde finales de mayo, que ha sido más moderada que la de la externa.

Con relación a la demanda externa, o sea el intercambio comercial de México con países extranjeros, seguí leyendo la Minuta del banco central, luego de que el comercio exterior de bienes resintiera fuertemente los efectos de la pandemia, entre marzo y mayo (por el confinamiento y la contracción de la demanda), a partir de junio las ventas mexicanas, o sea las exportaciones, comenzaron a recuperarse. Pero dicha recuperación del comercio exterior provino tanto del dinamismo de las exportaciones automotrices, como del resto de las exportaciones manufactureras, particularmente las dirigidas a Estados Unidos.

Luego leo que el consumo privado siguió recuperándose moderadamente, si bien aún se ubica por debajo de los niveles reportados en febrero y presentó una desaceleración en el margen. Esta recuperación es reflejo de aumentos tanto en el consumo de bienes, como en el de servicios.

Las ventas de la ANTAD (Asociación Nacional de Tiendas y Almacenes Departamentales) alcanzaron, en septiembre, registros similares a los observados antes de la emergencia sanitaria, en tanto que las ventas de vehículos ligeros también exhibieron un crecimiento significativo en el periodo julio – octubre.

Por su parte, en julio y agosto, la inversión fija bruta (inversión en bienes de capital como maquinaria y equipo, edificaciones, terrenos entre otros, que sirven para fabricar bienes de consumo u otros bienes de capital) también continuó recuperándose.

Por el lado de la producción, a lo largo del tercer trimestre, leo que las actividades secundarias (materias primas) revirtieron parcialmente la fuerte contracción observada en el segundo, si bien con cierta pérdida de dinamismo en septiembre. En particular, las manufacturas hilaron cuatro meses consecutivos de recuperación, mostrando cierta aceleración en el margen, al tiempo que persistió la atonía en la minería.

Y podemos seguir reseñando esta historia, cuya extensión es de unas 24 páginas, pero voy a hacer una pausa en honor de usted, que no tiene tiempo de leer por sus múltiples y productivas actividades.

 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

México - Análisis a Fondo: Críptico lenguaje de la economía

 

 Imagen proporcionada por Análisis a Fondo

·        Qué es la Balanza de Pagos del país
 
·        La contabilidad de los negocios de México
 
Por Francisco Gómez Maza

 

Varias veces al mes, las autoridades económicas -la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México-, sobre las cuales pesa el manejo de las finanzas públicas y el ordenamiento del sistema financiero, de ahorro y crédito, e inversiones en los procesos de producción de bienes y servicios, la política monetaria y cambiaria, así como el cuidado de los niveles de inflación en los mercados, difunden informes de cuestiones que son misterios para nosotros, los ciudadanos de a pie.

El Banco de México, por ejemplo, informó este miércoles, muy tempranito, de los movimientos contables de lo que se llama la Balanza de Pagos y otras cuentas que se incluyen en ella, como la Cuenta Corriente, la Cuenta de Capital, la Cuenta Financiera.

La balanza de pagos (BOP) es el método que usan las autoridades monetarias y crediticias (En nuestro caso, el Banco de México y la Secretaría de Hacienda) para monitorear todas las transacciones monetarias internacionales realizadas México, en un periodo específico. Por lo general, la balanza de pagos se calcula cada trimestre y cada año calendario.

Todas las transacciones realizadas por los sectores público y privado se contabilizan en la balanza de pagos para determinar la cantidad de dinero que entra y sale del país. Si el país ha recibido dinero, esto se conoce como un crédito, y si ha pagado o dado dinero, la transacción se contabiliza como un débito.

Teóricamente, la balanza de pagos debe ser cero, lo que significa que los activos (créditos) y los pasivos (débitos) deben equilibrarse, pero en la práctica, esto rara vez es el caso. Por lo tanto, la balanza de pagos puede indicar al observador si el país tiene un déficit o un superávit y de qué parte de la economía surgen las discrepancias.

La cuenta corriente (también en Balanza de pagos)en segundo lugar, se utiliza para marcar la entrada y salida de bienes y servicios en el país. Las ganancias en inversiones, tanto las públicas como las privadas, también se colocan en la cuenta corriente.

Dentro de la cuenta corriente están los créditos y débitos en el comercio de mercancías, que incluyen bienes como materias primas y productos fabricados que se compran, venden o regalan (posiblemente en forma de ayuda). Los servicios se centran en un recibo de turismo, servicios de negocios, servicios de negocios y consultoría de gestión, por ejemplo, y ejemplos de patentes y derechos de autor.

Cuando se combinan, los bienes y servicios forman la balanza comercial del país (BOT). El BOT suele ser la mayor parte de la balanza de pagos de un país, que representa las importaciones y exportaciones totales. Si un país tiene un déficit en la balanza comercial, si es un país en el que la información es importante.

Los recibos de activos generadores de ingresos, como las acciones también se registran en la cuenta corriente. El último componente de la cuenta corriente son las transferencias unilaterales. Estos son los créditos que son en su mayoría las remesas de los trabajadores que trabajan en el exterior y que envían a sus familiares en México, así como la ayuda externa que se recibe directamente.

Otro rubro importante de la Balanza de Pagos, después de la Cuenta corriente, es la llamada Cuenta de capital, que es la que registra las transferencias de capital por cobrar y por pagar entre residentes y no residentes del país, además de la compra y venta de activos no financieros no producidos entre residentes y no residentes.

La cuenta de capital es donde se registran todas las transferencias internacionales de capital. Esto se refiere a la adquisición o la disposición de los activos no financieros (por ejemplo, un activo físico como la tierra) y los activos no adecuados, los principios necesarios.

La cuenta de capital se divide en los flujos monetarios derivados de la condonación de la deuda, la transferencia de bienes y los activos financieros de los migrantes, que abandonan o ingresan al país; la transferencia de la propiedad de activos fijos (activos como el equipo utilizado en el proceso de producción), la transferencia de fondos recibidos para la venta o adquisición de activos fijos, impuestos sobre donaciones y herencias, impuestos por muerte y, finalmente, daños no asegurados a activos fijos.

En la cuenta financiera en Balanza de Pagos, en cuarto lugar, se documentan los flujos monetarios internacionales relacionados con la inversión en negocios, bienes raíces, bonos y acciones. También se incluyen activos del gobierno como reservas extranjeras, oro, derechos especiales de giro (DEG) mantenidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), activos privados en el exterior e inversión extranjera directa. Los activos propiedad de extranjeros, privados y oficiales, también se registran en la cuenta financiera. 

 

México - Análisis a Fondo: Pián pianito, la recuperación

 

Foto proporcionada por Análisis a Fondo

 

·        Empleo informal, el sostén de las familias
 
·        De 53 millones, 30 millones fuera de la ley
 
Por Francisco Gómez Maza

 

Lenta, pero segura, la actividad económica nacional se recupera en medio de la pandemia del coronavirus, y no por mérito ni del gobierno ni de quienes detentan los medios de producción, sino por el empuje de las leyes de la necesidad.

Los ciudadanos, confinados por lo menos durante medio año, con sus salidas de urgencia al mercado “en busca de la chuleta” (así se le dice en México a la tarea de los mexicanos para producir lo mínimo para saciar el hambre individual y familiar), necesitan comer y dar de comer a su familia.

Y se animan a salir a la calle a crear pequeñísimas empresas callejeras, pues las empresas formales no se animan aún a despabilarse de la tragedia del coronavirus, y muchísimas no buscan la manera de financiar un significativo “empujón” a su producción y ventas.

Muchos que fueron expulsados por la gran empresa, cuando aún agarraba fuerza la Covid-19, allá por marzo-abril, se ven obligados a lanzarse al mercado negro, que les permite algunos exiguos recursos para irla pasando, mientras los ricos capitalistas deciden fortalecer sus procesos productivos con la contratación de personal.

De acuerdo con las cifras de la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo), la recuperación de la ocupación en el país sigue siendo en el terreno informal, en los corredores de la economía subterránea, que hoy por hoy es tolerada por las autoridades porque es, como las remesas que envían los mexicanos que trabajan en Estados Unidos de Norteamérica, la actividad que está paliando la pobreza de muy extensa porción de la población total del país.

Según la ENOE, la población ocupada aumentó en 1.9 millones de personas en octubre de 2020, de los cuales 1.6 millones (86%) lo hicieron en la economía informal.

Así, la población empleada pasó de 51.1 millones a 53 millones de personas en octubre. Dentro de este monto, el total de empleos informales cerró octubre en 29.7 millones de personas. La Tasa de Informalidad Laboral se situó en 56%, cifra superior en 1.1 puntos porcentuales comparada con la de septiembre inmediato anterior. 

Lo que más crece, pues, es la economía subterránea o informal, esa que no está atada ni a las leyes fiscales ni a la seguridad social, que no da sobresueldos, ni prestaciones de ninguna especie y que no da al trabajador el beneficio de la jubilación y menos de una pensión con la que pueda satisfacer sus necesidades cuando ya es viejo.

Sin embargo, da de comer el día de hoy. ¿El mañana? No existe para estos trabajadores.

La tasa de desocupación descendió a 4.7 por ciento, después de haber cerrado septiembre en 5.1. En las condiciones de crisis sanitaria y económica una décima de punto porcentual es una muy buena noticia. O sea que, en octubre, hubo 2.6 millones de personas desempleadas.

La PEA o Población Económicamente Activa absorbió a 1.74 millones de personas. En este mes (octubre), la PEA pasó de 53.8 millones a 55.6 millones. Y de los 12 millones de personas que salieron de ella en abril, retornaron en octubre unas 10.2 millones. 

Según las cuentas del Inegi, la población subocupada en octubre fue de 7.9 millones; es decir, el 15% de la población ocupada. En marzo de 2020, esta población era de 5.1 millones de personas. 

O sea que, si todo va bien y mejorando, por supuesto respetando las medidas sanitarias para evitar los contagios y las muertes por el coronavirus, más pronto de lo que imaginamos la economía estará generando los empleos expulsados por la crisis.

Pero no podemos ser demasiado optimistas, pues quedará un enorme pendiente: el valor del empleo, el precio de la mano de obra, el salario remunerador y que no se habrá logrado aún el pleno empleo en la economía. 

 

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