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Por Armando García
Editor y Fundador de Nuestra América Magazine
Este año se celebra 110 años de la Revolución
Mexicana, el movimiento iniciado en 1910 para acabar con la dictadura de
Porfirio Díaz la cual duró un poco más de 30 años en el poder.
La gesta revolucionaria social fue la primera de su
tipo que se realiza a principios del Siglo XX cuyos ideales de Tierra y
Libertad impulsada por los escritos de Ricardo Flores Magón, quien muchos la
han olvidado, pero que ahora bajo el gobierno mexicano de Andrés Manuel López
Obrador, se ha vuelto a resucitar sus escritos e ideales por haber sido el
verdadero ideólogo del movimiento revolucionario, han dejado huella en todos
aquellos mexicanos que aman la libertad.
La Revolución Mexicana fue un movimiento que buscó que
la población de ese tiempo saliera de la miseria y la opresión que ejercían
sobre las masas las clases opulentas en el poder, cuyos descendientes siguieron
bajo otro tipo de dictadura, partidista, han puesto a México, en una situación
de crisis. La Revolución es considerada la tercera transformación del país, y
ahora con el nuevo gobierno, se ha empezado una cuarta transformación.
Ricardo Flores Magón, en uno de sus escritos preguntaron
¿quién teme a la revolución? “Los mismos que la han provocado; los que con
su opresión o su explotación sobre las masas populares han hecho que la
desesperación se apodere de las víctimas de sus infamias; los que con la
injusticia y la rapiña han sublevado las conciencias y han hecho palidecer de
indignación a los hombres honrados de la tierra”.,
La misma pregunta se podría hacer, ¿quién teme a
la cuarta transformación? Los mismos que la han provocado y que ahora amenazan
con dar golpe de estado, los mismos que saquearon al país, los mismos que
explotaron al pueblo en beneficios de interés extranjeros y oligarcas.
Los mismos que han criticado a la cuarta transformación,
los que nunca cuestionaron a los atracos de los gobiernos neoliberales, los que
critican al gobierno actual de culpar al pasado, cuyos protagonistas desean que
quede borrado de la faz de la tierra.
El escritor mexicano Abraham Vidales en su columna: ‘Ciudadano
de a Pie’, escribe: “¿Acaso no es cierto que López Obrador heredó un país
quebrado en lo social, en educación en petróleo, en luz y fuerza, en bancos en
telefonía en salud, en hospitales, en petróleo en minería en deforestación en
trenes en deuda y quieren sus detractores que no les cobre impuestos y se sigan
dando contratos a favor de empresarios y empresas extranjeras?”.
López Obrador, desea hacer su Cuarta Transformación por
la vía pacífica, a diferencia de lo que plateaba Magón, quien, en la tercera transformación,
planteaba la necesidad de un levantamiento armado para terminar con la
dictadura. Explicó que “nada tiene de agradable el espectáculo que ofrece
la guerra; pero la guerra es necesaria. Es necesaria la guerra cuando hay algo
que se opone a la conquista del bienestar”.
La población mexicana sigue buscando esa conquista. Se
puede decir, que la ideología revolucionaria fue traicionada por quienes
subieron al poder al terminar el movimiento armado. La dictara de Díaz, pasó a
manos de una dictadura de partido, de un movimiento campesino que pedía que la
tierra fuera para el que la trabaja, la tierra pasó a manos de terratenientes,
latifundistas. Los gobernantes en lugar de ser representantes legítimos de la población
pasaron a ser protectores de intereses particulares, oligarcas, imperialistas fuereños
y nacionales.
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