miércoles, 4 de noviembre de 2020

Bolivia, NO más de los mismo en el nuevo gobierno del MAS

 


 Indígenas frente al antiguo Palacio de Gobierno de Bolivia (Foto proporcionada por el autor)


 

Por Ollantay Itzamná

Para cada nuevo gobierno de Estado es siempre un desafío y una oportunidad el conformar un ejército de funcionarios públicos por designación y confianza que posibiliten la materialización del programa de gobierno prometido en la campaña electoral.
Los pueblos y sectores excluidos/golpeados de Bolivia, mediante su instrumento político Movimiento Al Socialismo (MAS, que ganó las elecciones generales pasadas con más del 55% de votos), tienen la ardua tarea de gobernar el país, corrigiendo los errores burocráticos del gobierno de Evo Morales que abonó terreno para la ejecución del Golpe de Estado, posteriores masacres indígenas, y destrucción de la estabilidad socioeconómica del país.
El principal error que cometió el gobierno de Evo Morales fue rodearse y dejarse endilgar por personas con una narrativa dulce/profesional que a su vez le funcionaron como anillos aislantes de la cruda realidad sociopolítica del país. Ese burocrático anillo gubernamental quizás tenía la buena intención de ayudar al Proceso de Cambio, pero, en los hechos, no sólo alejaron al gobierno de Morales de los movimientos sociales (con núcleo indocampesino rural), sino también alejaron a la gestión del MAS de sus objetivos centrales: la construcción del Estado Plurinacional, con autonomías territoriales, para el Buen Vivir.
Inicialmente el MAS apostó, en alguna medida, hacer gobierno con actores sociales no necesariamente profesionales o técnico. Con el pasar del tiempo, lo profesional y lo técnico se impuso en la administración del MAS.
Es difícil construir Estado Plurinacional con técnicos o profesionales mental/espiritualmente diseñados en y para operar Estad nación. Es difícil construir Buen Vivir desde lo cotidiano y desde políticas públicas con funcionarios diseñados en y para hacer posible el desarrollo suicida (esto explica quizás el patinaje en el neoextractivismo del gobierno de Morales) y bienestar individual.
Pero, muy a pesar de estos u otros límites de la gestión de los 14 años de Morales, ni el anillo burocrático, ni el funcionariado público raso, estuvieron dispuestos a hacerse/redimirse con una autocrítica… retomar el horizonte del Buen Vivir…
Y, así cuando el terreno estuvo abonado… germinó el letal Golpe de Estado… Evo Morales se quedó sin el anillo, ni su ejército de funcionarios públicos designados… Tuvo que huir para salvar su vida… Pero las y los guardianes de la Bolivia Digna y Plurinacional no pudieron huir, y fueron masacrados, encarcelados, enjuiciados, humillados.

Personas que abierta/públicamente hicieron frente al violento Golpe de Estado y al paranoico gobierno de facto de Añez-Murillo. Entre ellos están algunos exfuncionarios del gobierno de Morales, pero no todos.
Esta fidelidad al instrumento político y a su objetivo del Buen Vivir, especialmente en tiempos adversos, es mediadamente sencillo de verificar. ¡Revisemos sus muros o cuentas en las redes sociales!
Se pudo revertir el Golpe de Estado y derrotar al gobierno de facto en las redes sociodigitales, en las calles y en las urnas, gracias, en buena medida, a la resistencia constante de guerreros radialistas y sociodigitales. Estos guerreros digitales, sin proponérselos, se acrisolaron como auténticos defensor@s del Proceso de Cambio.
Es completamente falso la “premisa moderna” de: “profesionales para la gestión pública”. No. Los títulos académicos no acreditan la capacidad de sus portadores para construir el Buen Vivir o el Estado Plurinacional. Los títulos, en buena medida, garantizan la aspiración del desarrollo personal, Estado nación… La modernidad y el Planeta languidecen por las contradicción de sus profesionales unidimensionales…. Aunque siempre hay y habrá excepciones espectaculares.
Por imperativo ético del Buen Vivir no pueden volver a ser funcionarios públicos aquellos que durante el Golpe de Estado se escondieron, guardaron silencio cómplice con los golpistas. Y de éstos son la gran mayoría de los ex funcionarios del gobierno de Morales. Ellos son también moralmente corresponsables de las masacres y vejación de nuestros hermanos y hermanas indígenas durante el Golpe y el gobierno de facto.
El MAS, Luis Arce y David Choquehuanca, tiene alrededor de 3 millones de bolivianos y bolivianos de dónde escoger a los nuevos funcionarios públicos de confianza para esta nueva etapa.
No puede optar más por los mismos pusilánimes, timoratos, “bien portados” o prudentes ya conocidos. De lo contrario, con los mismos actores obtendrá los mismos o peores resultados. Y claro, no siempre la historia nos brindará otro histórico 18 de octubre para corregir errores políticos que tienen aroma a sangre indocampesina.

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