· México, opción para hacer crecer el dinero
· Su economía ha entrado en recuperación
Por Francisco
Gómez Maza
La calificación crediticia, que este
miércoles anunció la calificadora londinense Ficht para la economía mexicana
–BBB-, es un indicador de que México está en posibilidades de incrementar las
inversiones nacionales y extranjeras, porque la actividad económica se recupera
y es tierra fértil para hacer crecer el dinero en tiempos de pandemia.
O sea que la economía mexicana mantiene,
hoy por hoy, una capacidad de pago adecuada para considerarse “grado de
inversión”, o investment grade por quienes se abrogan la tarea de calificar a
los agentes económicos en los mercados mundiales. La londinense Fitch lo avala.
En el lenguaje críptico, misterioso, del
mundo financiero, “grado de inversión”, otorgado a la economía mexicana, es
como un diploma, una licencia para operar, para que los inversionistas,
particularmente extranjeros, se fijen y tengan la confianza en que en México su
dinero se va a reproducir y compren bonos, principalmente, con la confianza de
que la economía les va a premiar con creces.
Grado de inversión es una categoría
de calificación crediticia que engloba varios tipos de rating, con
menos probabilidad de quiebra frente a la categoría non investment
grade.
La capacidad de pago adecuada para
considerarse grado de inversión, para Fitch y para S&P es la (triple B)
BBB. Para la calificadora Moody’s es Baa. O sea, que la economía (en este caso
la mexicana) mantiene una capacidad de pago adecuada; tiene capacidad para
afrontar riesgos en el mediano o largo plazos.
La calificación crediticia es muy
importante para valorar un activo financiero, ya que puede influir directamente
en su prima de riesgo. Y si su valoración no es buena, la prima de riesgo
se disparará y, por tanto, los inversores exigirán una mayor rentabilidad para
asumir ese riesgo. O sea que tendrían que incrementarse las tasas de interés.
Como puede apreciarse, existen dos
categorías de calificación crediticia: investment grade y, en español, grado de
inversión, y non investment grad (no grado de inversión).
Es muy importante distinguir entre ambas
categorías, sobre todo cuando los inversores (particularmente, los fondos de
inversión) tienen en cartera activos financieros con calificación muy cerca de
la línea divisoria pues, si una agencia reduce a grado de no inversión dicho
activo, los inversores deberán deshacerse del mismo, vendiéndolo y provocando
oleadas de ventas en cadena.
Es muy importante conocer, para los
villamelones, las categorías de investment grade que establecen cada una de las
más importantes empresas calificadoras en el mundo occidental:
Capacidad de pago muy fuerte: Para
Moody’s, el rating es el Aaa y, para S&P y Fitch, es el AAA.
Capacidad de pago fuerte: Para
Moody’s, el rating es el Aa y para S&P y Fitch es el AA.
Capacidad de pago buena: Para todas
las agencias es el A.
Capacidad de pago adecuada (Pueden
existir riesgos en el mediano/largo plazos): Para Moody’s, el rating es el
Baa y para S&P y Fitch es el BBB.
De acuerdo con Economypedia, estas notas
son de gran importancia para los inversores, a la hora de invertir en los mercados
financieros y, en algunos casos, pueden ser muy relevantes en el miedo en
la inversión en éstos.
La calificación crediticia es muy
importante para valorar un activo financiero, ya que influirá directamente en
su prima de riesgo. Si su valoración no es buena, la prima de riesgo se
disparará y, por tanto, los inversores exigirán una mayor rentabilidad para
asumir ese riesgo.
Las agencias de calificación analizan
las cuentas y los balances económicos de instituciones bancarias, Estados,
Compañías de Seguros y todo tipo de productos financieros. Realizan análisis
de, por ejemplo, el nivel de deuda, patrimonio, recursos propios,
historiales de pago, modelos financieros de amortización, financiación ajena y
financiación propia o el nivel de apalancamiento.
Sólo así se entiende que la calificación
crediticia de México, otorgada por la empresa calificadora Fitch, se mantenga
estable en la categoría de grado de inversión. Así, el sector público y el
privado mexicanos continúan teniendo acceso a condiciones favorables en los
mercados internacionales, especialmente en la coyuntura económica-pandémica
actual.
Los elementos que Fitch reconoce para
otorgar la calificación crediticia a México son: un marco de política
macroeconómica consistente y prudente, finanzas externas sólidas y un nivel de
deuda estable.
Es decir, Ficht está reconociendo el
manejo de la política económica de la administración López Obrador, que
mantiene finanzas públicas sanas, y políticas fiscales regeneradoras de la
capacidad de pago de la economía.
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