· Insuficiente el cese
de los jefes policiacos
· La represión policial
estaba ya extirpada
Por Francisco Gómez
Maza
Cree el gobernador
de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, medio hermano de Pedro Joaquín,
secretario de Energía de Peña que, sólo con una disculpa pública a la
ciudadanía, quedan zanjados los actos de represión contra manifestantes,
particularmente mujeres, perpetrados por fuerzas de la policía municipal en
Benito Juárez, Cancún, el lunes pasado.
No. No es así la cosa.
Es insuficiente la
renuncia o cese de funcionarios de segundo nivel del Gobierno de Quintana Roo,
implicados en la represión con balas de grueso calibre para dispersar la
manifestación feminista, que denunciaba la impunidad de que gozan los asesinos
de mujeres, llamados feminicidas.
Joaquín González
declaró este miércoles que aceptó la solicitud de separación del cargo del
secretario de Seguridad Publica del Estado, Alberto Capella, y recordó que la
alcaldesa de Benito Juárez Cancún, María Elena Hermelinda Lezama Espinosa,
mejor conocida como “Mara Lezama”, también separó de sus
funciones, como director de la policía municipal, a Eduardo Santamaría.
"Ofrezco una
disculpa pública a los quintanarroenses por la incompetencia de los policías
que no acataron mis instrucciones", dijo el mandatario estatal en una
conferencia a distancia. "Como lo anuncié ayer (martes) hubo consecuencias
para los responsables de los hechos en Cancún".
No. No es suficiente.
Es importantísimo que
haya una corrección del tamaño de la violencia policiaca. La represión ya no es
política pública en México. Lo fue en lo pasado. Pero ahora ya no. No es un
asunto menor en tiempos en los cuales la represión violenta a movimientos populares,
expresados en manifestaciones callejeras, se ha descartado, inclusive a costa
de los cuestionamientos de críticos a los que nada les gusta, para quienes no
hay grupera que les venga.
Tienen que renunciar
la presidenta municipal y el gobernador. Ellos son los responsables directos,
aunque digan que los policías no acataron las instrucciones. Los dos
funcionarios cesados no se mandaban solos. Respondían a la autoridad del
gobernador y de la presidenta municipal.
Dura la exigencia
planteada en este espacio analítico.
Ya no estamos en
México para solapar antipolíticas gubernamentales, como la mano dura, como la
represión policiaca en contra de la gente, que protesta por algo que lesiona
gravemente el corazón de importantes sectores de la sociedad, de los pueblos y
comunidades de la nación: el feminicidio es un cáncer que tiene que ser
extirpado del cuerpo de la patria.
Las manifestantes y
los manifestantes sólo pedían justicia por una mujer asesinada, una de muchas,
cuya desaparición quema, arde, duele hasta en las fibras más íntimas del
organismo espiritual del ser humano consciente.
A DESFONDO: La propia Oficina de
la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU en México ha
condenado el “uso excesivo de la fuerza, incluido el uso de armas de fuego”,
por la policía municipal de Cancún en la manifestación que exigía justicia para
víctimas de feminicidio. Según informes de prensa, los disparos de la policía
dejaron tres personas heridas, entre ellos dos reporteros. El pasado
fin de semana, dos feminicidios ocurrieron en Cancún en menos de 24 horas. Este
lunes, la Fiscalía de Quintana Roo confirmó el hallazgo en Cancún del cadáver
de la joven de 20 años Alexis, cuyo nombre real era Bianca Alejandrina
Lorenzana Alvarado, sobre quien había una alerta de desaparición desde el
pasado 7 de noviembre. La ONU pide también que se investiguen las agresiones
contra periodistas y contra personal de la Comisión de derechos humanos del
Estado de Quintana Roo que monitoreaba la actuación de las autoridades.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario