Por Senén González
Vélez Columnista
La Agencia
Mundial de Prensa
Decía
Federico Nietzsche: “La serpiente cuando no puede cambiar de piel, perece,
del mismo modo, los espíritus cuando se ven impedidos de cambiar de opinión
dejan de ser espíritu”. Esta sentencia la traigo a relación, para referirme
al cambio de opinión del Señor General Mora, con relación a los Acuerdos de
Paz, siendo precisamente él, uno de los que lo firmo y ahora sorprendentemente,
se echa para atrás, se retracta.
El
arrepentimiento, siempre trae bendiciones, jamás maldiciones, ese es el pensar
de Dios y así es. Jamás falla, siempre acierta. – Esa determinación,
claro que nos sorprende, pero hay que buscarle el lado positivo, así sea a
destiempo por su notable silencio de 4 años, pero que, al hoy decirlo, ya deja
de ser cómplice. Además: ¡LA VERDAD OS HARA LIBRES! – Quieran o no,
el General Mora, ahora se convirtió en una pieza fundamental al servicio de la
democracia, y eso vale muchísimo en estos momentos para poder escribir una
buena historia en defensa de la vida republicana. La mora, premiara finalmente
al General. Supe, que el alto oficial de rango, se levantó varias veces de la
mesa de negociaciones en CUBA, y renunció a seguir. Y…para entonces, todos nos
preguntamos: ¿Porque regreso? ¿Qué presión le impondría Santos? O,
mejor, ¿qué chantaje? ¿Será que para ese momento pensaría el señor
General: Mas vale un espía al servicio de la nación, ¿que un patriota que viste
el uniforme de general y termine traicionando a la patria? ¿Será preferible
asumir la responsabilidad posterior, de un hecho catastrófico que vio, y
previo, por lo que decidió seguir ahí, para saber hasta dónde llegaba la
estrategia de la hecatombe?
Eso hacen
los grandes espías que desean salvar a sus naciones: Se infiltran. No sabemos,
si ese fue el ánimo del señor General, que, si fue así, jamás lo podía decir,
tenía que ser después, y creo que decirlo ahora, aun fue prematuro, si ese era
el propósito. Eso debió quedar por el momento, como un secreto de Estado.
Santos lo hubiera mandado a fusilar. Si no regresaba a la mesa, tampoco
hubiera regresado a su casa. Razón más que válida, para mí, para que
permaneciera en esa fatal mesa, y después un día como hoy, cambiara de parecer,
denunciando a destiempo la trama para destruir a Colombia, que, aun así, es muy
oportuna y vale mucho para la suerte del país. Quien quita que lo hecho
ahora, era el momento, ¿y que aún se está a tiempo para enfrentar la
traición de Santos y derrotarlo en las urnas y en las armas? Ahora
bien, seamos prácticos. La oposición desea escandalizar sobre el caso del
General Mora, como una forma hábil, perversa, para debilitar la institución
militar, la policía, y todo lo que represente un peligro, para el desarrollo
del programa comunista del país, que está impulsado por Santos, Petro, Cepeda,
y Soros.
La
exhortación del Señor General Eduardo Zapateiro a sus colegas de armas, y a los
mismos ciudadanos, invita a permanecer fuertes y rodeando a un gran soldado
como lo fue el hoy General Mora. Eso es plausible, razón por la cual, no
debemos caer en otra celada más, del jugador de póker. Santos es capaz de todo.
Concluyo diciendo, que El General Jorge Enrique Mora, tiene mucho que decirle
al presidente Duque, para que destape el cofre que tantos misterios han hecho
fuerte a la causa de la izquierda y de Santos. Creo, que les llegó la hora a
los zurdos, para debilitarlos. Como están las cosas, no descarto que pretendan
callar al Grl Mora. ¡Ojo pues!!
Sábado 28
de noviembre de 2020. Sengove
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