Por Armando García
Este primero de diciembre, después de 118 años
de la Revolución Mexicana, inicia una nueva transformación de México, con la
toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como Presidente
Constitucional de la República Mexicana.
Para la gran mayoría del pueblo mexicano
que lo eligió contundentemente en julio pasado, al igual que muchos luchadores
sociales que aspiraban ver este momento por el cual han luchado por cincuenta años
y quizá, si viven, muchos más, la llegada de AMLO es ver en realidad un triunfo
contra los males sociales ocasionados por la dictadura de un partido único y
las de dos mandatarios nacionalistas que en conjunto hundieron más al país en
una sociedad caracterizada por una corrupción, impunidad, violencia, narco
terrorista, oligarca, capitalista y entregada a los intereses de particulares tanto
nacionales como extranjeros.
El mensaje de AMLO es que a partir del 1 de
diciembre, es ‘borrón y cuenta nueva’. AMLO ha dicho que su administración no
es un cambio de gobierno, sino un cambio de régimen. Un cambio que ha costado miles
de muertos, de desaparecidos, de familias hechas pedazos, de millones que han
abandonado el país buscando oportunidades de vida, desarrollo, en otros países,
principalmente Estados Unidos de América.
Ya en el poder, AMLO estará bajo la lupa de
su propio pueblo, ver si los primeros pasos de sus promesas, marcaran su llamada
transformación con la suspensión total de privilegios como el uso de un avión presidencial,
la suspensión de la policía federal y del estado mayor presidencial, el cual se
convierte en una llamada ayudantía, que se convierte en la seguridad del propio
presidente, también el retiro del fuero a los políticos, el cero tolerancia a la
corrupción y la impunidad en todos los niveles.
AMLO también prometió que el pueblo
mexicano se sostenga con sus propios recursos, como la agricultura y los
hidrocarburos. ¿Lo conseguirá? Quizá,
lo ideal es que componga en seis años, los males de una sociedad de más de un
siglo. De lo contrario, que durante su sexenio empiece la transformación que México
necesita y que su sucesor la siga.
AMLO tiene el desafío de triunfar,
cumplirle al pueblo mexicano que en un casi 60% votó a su favor. También AMLO tendrá que enfrentar a sus retractores,
callarles la boca a quienes lo insultaron, lo humillaron durante su contienda
por la presidencia, con resultados por el bienestar del país.
El expresidente Enrique Peña Nieto le entrega a AMLO un país con muchos problemas, que el
presidente López Obrador debe urgentemente de empezar a resolverlos, entre
ellos la crisis migratoria con los migrantes presentes en la frontera con
Estados Unidos de América, el alto costo de la gasolina y la gran paridad del
peso ante el dólar.
Su partido MORENA, llega al poder después de
cuatro años de haber sido fundado por AMLO. También culmina el tiempo que AMLO luchó
por espacio de 18 años para llegar a la presidencia.
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