Por Joel Ortega Juárez
La dictadura chavista de Nicolás Maduro se
enfrenta violentamente a las movilizaciones masivas, predominantemente
juveniles, que le exigen respetar la votación del 28 de julio, donde la
oposición arrasó.
María Corina Machado sostiene que tiene en
su poder el 73% de las actas, que demuestran la victoria del candidato Edmundo
González (6,275,182 votos) frente a Maduro (2,759,256 votos). Mientras el
llamado CNE - Consejo Nacional Electoral, sostiene casi exactamente lo
contrario: a Nicolás Maduro le da 51.2% del sufragio con 5,150,092 votos para
el Gran Polo Patriótico y para Edmundo González Urrutia, de la Mesa de Unidad
Democrática, el 44.2% de los sufragios, con
4,445,978 votos.
De las cifras oficiales no dan ningún
respaldo en actas y contradicen los exit poll del mismo día de la elección, que
daban a la oposición el 70% y el 28% al oficialismo.
Varios presidentes del continente no
confían en los datos oficiales y exigen que se den a conocer las actas,
destacan el presidente de Chile, Gabriel Boric e Inacio Lula da Silva de Brasil
ambos de izquierda; la Unión Europea también desconoce los resultados oficiales
y con menos energía el gobierno de Estados Unidos.
Apoyan a Maduro Cuba, Nicaragua, Rusia, Irán,
Siria y China. El presidente AMLO publicó los datos oficiales en su pantalla
Mañanera y ha dicho que acatará el resultado que arroje el Consejo Nacional
Electoral de ese país, reconociendo que por ahora le está dando el triunfo a
Maduro e ironizó a la “derecha” por las
declaraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón, en contra del fraude.
En Venezuela hay una verdadera rebelión.
Manifestaciones de cientos de miles acuden a gritar “ no tenemos miedo” y
apoyan a la lideresa María Corina Machado, a quien no quiso registrar Maduro y
al candidato registrado Edmundo González Urrutia.
Incluso el Partido Comunista de Venezuela
no acepta los resultados y exige a Maduro que no reprima a los manifestantes.
“La defensa de la verdad no es violencia, y
la violencia es ultrajar la verdad… ¡Viva Venezuela Libre! Expresó ante decenas
de miles de manifestantes, María Corina Machado, descendiente de la familia
Machado, a la que perteneció uno de los secretarios generales del Partido
Comunista Venezolano, Gustavo Machado.
Es muy impresionante como los jóvenes han
derribado las estatuas de Hugo Chávez, han asaltado los locales del PSUV -
Partido Socialista Unificado de Venezuela, se han “montado “ en los tanques,
también han cercado cuarteles militares, hay declaraciones de soldados llamando
a derrocar a Maduro y se han producido muchos choques, con varios muertos,
heridos y cientos de detenidos, hay testimonios sobre tortura a los detenidos e
incluso “desaparecido” y quizá asesinados.
¿Puede una rebelión de masas, apoyada en
resultados electorales contrarios al dictador Maduro, derribarlo? ¿con
declaraciones de gobiernos e incluso de la Unión Europea, la OEA y la propia
ONU, se van a retirar los gorilas del poder en Venezuela?
Estamos ante un futuro impredecible para Venezuela,
pero si Maduro y su camarilla continúan en el poder, el éxodo será mayor al
actual que es ya de ocho millones de personas en desplazamiento forzado, un
poco más del 20% de la población, originando una crisis de personas
solicitantes de refugio en países como Colombia, Costa Rica y México, éste
último con 22,538 solicitantes de refugio entre 2022 y junio de 2024, de
acuerdo con datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados – COMAR.
Los que se queden en Venezuela seguirán
padeciendo, como lo señala el Informe Anual 2023, de la CIDH-Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, amenazas
y hostigamiento, estigmatización en medios sociales, instancias de
criminalización, detenciones arbitrarias; violación sistemática a los derechos humanos,
incluyendo la libertad de expresión, la ausencia de acceso a derechos como a
una alimentación sana, a la salud y a los servicios públicos entre otros.
En Venezuela se está jugando el futuro no
solamente de ese gran país, sino puede ser un negro presagio para México, donde
MORENA y sus aliados son abiertamente partidarios del “modelo” venezolano.
El Plan C de AMLO, respaldado por Claudia
Sheinbaum, sus propagandistas, sus “intelectuales” es una variante del chavismo
que destrozó las instituciones republicanas. Si se impone la dictadura de
Maduro, se favorecerán las tendencias autoritarias e incluso totalitarias de
MORENA y sus aliados en México.
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