Por Armando García
El clima político, el derrame petrolero y la falta de votos en el Senado de la Nación hacen que fracase este año una reforma migratoria integral.
Sin embargo, existe la posibilidad, que campesinos y estudiantes logren legalizar su situación migratoria si las partes en el Congreso se ponen de acuerdo y empujen solamente las legislaciones AgJobs y el Dream Act.
De lograrse esas dos piezas legislativas, se podrían beneficiar unos dos millones de trabajadores agrícolas y unos 320,000 estudiantes indocumentados que llegaron desde muy pequeños no por su propia voluntad a este país; sino porque sus padres los trajeron, como es el caso de Eric Balderas, un estudiante sobresaliente de Harvard que fue detenido recientemente por inmigración en el aeropuerto de San Antonio por no tener documentación migratoria en regla. Balderas llegó a este país a la edad de cuatro años.
Los estudiantes que se amparen bajo el Dream Act, recibirán un permiso de trabajo y una vez que se gradúen o se enlisten en las fuerzas armadas conseguirán la residencia permanente.
Los campesinos recibirían un permiso temporal de empleo y tendrían que laborar por un determinado tiempo para un agricultor y luego optar por la residencia permanente con el respaldo apropiado de su patrón.
Claro, eso no es lo que se ha pedido, ni lo que se ha buscado todos estos años. Las dos iniciativas son un paso positivo, no son suficientes.
Aunque sea incierto el futuro de la reforma, aun que se le considere en agonía, se debe seguir presionando para que el ambiente por una reforma se mantenga vivo.
En una columna anterior, mencioné que el presidente Obama había dicho que no contaba con 60 votos en el Senado para lograr la reforma. Los demócratas cuentan con 57 escaños en el Senado. Pero con la llegada de Scott Brown, republicano de Massachussets, a ocupar el puesto que tenía por décadas el extinto Senador Ted Kennedy, ha hecho que como una docena de demócratas se opongan a votar a favor de una reforma argumentando que su partido no apoya la legislación y muchos de sus electores están en contra de legalizar a los indocumentados.
Ahora, el movimiento pro inmigrante está dividido en dos frentes, uno con la reforma y el otro contra la ley de Arizona. Intentos similares a Arizona siguen aumentando en otros partes del país. Dentro de poco, las organizaciones legales de defensa de los inmigrantes tendrán las manos llenas peleando en las cortes federales la inconstitucionalidad de esas leyes.
Desde aquí hago un llamado a todos los residentes permanentes que leen regularmente “La Migra y Usted”, naturalícense estadounidenses. La residencia les otorga el derecho de vivir legalmente en este país, pero no están protegidos de perder su estatus legal o contra una posible deportación. Además, se necesitan más personas de origen latino que puedan votar. Nuestros representantes escuchan la voz del ciudadano. Somos muchos latinos, pero no todos votan.
Asistan a clases de inglés, aprendan historia y civismo, adáptense a la vida y forma en que se toman las decisiones políticas, cívicas y sociales que afectan directamente a su comunidad, a su trabajo a su vida misma. De esa forma, podrán contribuir a esta sociedad y hacer que el Congreso pase leyes justas para la población latina actualmente desprotegida por la falta de una reforma migratoria que integre a todos y no solamente a unos cuantos.
La Migra y Usted es una columna sobre temas migratorios que publica regularmente este medio. Recibe preguntas de los lectores sobre trámites de inmigración las cuales son contestadas por este conducto. Dirija sus preguntas por correo electrónico a: lamigrayusted@gmail.com. Si necesita asesoría, puede hablar en San Antonio, Texas a la línea de ayuda al inmigrante del LULAC Council 4987 'MigraNetCenter' (210) 390-5731.