Por Armando García
La historia se repite, la derecha republicana ocupará la Casa de Representantes derrotando a la derecha liberal demócrata en los comicios del pasado martes dos de noviembre.
A partir en enero y en los dos próximos dos años, las propuestas de campaña del Presidente Obama en materia migratoria y quizá la reforma de salud estén en un verdadero peligro, porque la mayoría republicana, no sólo del nuevo Congreso, sino en el pasado, no han demostrado una inclinación por pasar leyes que garanticen el respeto a los inmigrantes y hacerlos salir a la luz para sentirse parte de la sociedad a la que contribuyen con su trabajo y sus impuestos.
El Presidente Obama, en un aspecto de derrota, acepta los resultados de las elecciones, y se echa la culpa de la frustración de los votantes por el camino su administración está llevando al país. Su reforma de salud, podría estar en peligro de ser repelada por la mayoría republicana, pero Obama declara que puede haber espacio para hacer ajustes para tener contentas a ambos lados del pasillo del Congreso.
Al decir que tanto los republicanos y los demócratas son de derecha, es debido a que se tiene la idea que los demócratas son los chicos buenos y amigos de las minorías y los inmigrantes. De ser realidad, ya tendríamos una reforma de salud. De ser realidad bajo la administración de William Clinton, no se hubieran cerrado las posibilidades de regularizar la situación migratoria de muchos. Fue con el Presidente Reagan, republicano, que se logró la legalización de unas tres millones de personas, pero las listas de espera se hicieron eternas para emigrar a sus familiares.
Si Obama no contó con el apoyo del Congreso para cumplir su promesa de campaña de conseguir reformar las leyes de inmigración, mucho menos lo conseguirá con el nuevo Congreso ya que tendrá que comenzar desde cero y con integrantes opuestos a la política y directiva que Obama quiera llevar al país en los próximos dos años.
Quizá se consiga el Dream Act y los AgJobs, dos programas migratorios que beneficiarían al país, pero solamente serían como curitas y alivios temporales que no remedian en mucho la problemática del quebrado sistema en materia migratoria.
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