Por Armando García
Nunca pensé que lo vería, ni tampoco que sucedería en mi tiempo, ya que
para muchos en Nuestra América, Cuba es el paladín de tener los pantalones de
enfrentarse al imperio estadounidense, dando el ejemplo a toda Latinoamérica.
Me refiero al regreso de la Coca-Cola a la Perla de las Antillas. La
bebida ‘Yanqui’ fue desde el triunfo de la revolución en 1959, un símbolo de
los monopolios ‘gringos’ de explotación y de saqueo en los países del llamado
por mucho tiempo como el continente de la esperanza.
Lo increíble es que si se lee bien entre líneas, la nota de Ciber Cuba
publicada en la página tres de esta edición, que la Coca-Cola puede convertirse
en la ‘favorita de Cuba’. Lo increíble es que en Cuba, viven ya dos
generaciones educadas, culturalizadas y acostumbradas al sistema socialista, un
modo de producción antimperialista en todos los sentidos. ¿Qué significa el
regreso de la Coca-Cola a Cuba? ¿Será el retorno del capitalismo? ¿O será un
fracaso del socialismo, donde los explotadores del pasado, regresan con las
puertas abiertas?
Es imposible creer que jóvenes y adultos educados bajo un régimen
contrario a la ideología estadounidense, quieran salir del país que los educó,
como el caso de la oleada de cubanos que esperaron mucho tiempo en Centroamérica
para llegar a Estados Unidos. Es también imposible creer que los cubanos en la
isla, incluyendo a sus gobernantes, acepten el regreso de una empresa
internacional y monopolista.
Bueno, el destino juzgará a quienes hacen historia en la Cuba del Siglo
XXI.
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