domingo, 17 de julio de 2016

Editorial: La brutalidad policiaca en América




Por Armando García

Estamos viviendo en Estados Unidos una situación difícil en materia de los abusos perpetrados por las autoridades policiacas en diferentes comunidades donde predomina la población minoritaria.
Todos los días escuchamos de golpizas contra latinos, afroamericanos, mujeres; etc., de parte de personas que se supone salvaguardan la seguridad de nuestras comunidades cometiendo atrocidades escudándose detrás de una placa.
Recuerdo una plática que dio ante la comunidad hispana un exjefe del Departamento de Policía de San Antonio, Texas en los tiempos que trabajé en los medios de esa ciudad; y omito su nombre para no ponerlo en evidencia, quien dijo que un policía debe ser visto como los que es en papel y bajo juramento: un ‘peace officer’, mejor dicho el oficial es una persona que mantiene el orden público y que el problema de desconfianza de la comunidad hacia los oficiales de paz, era el miedo de que los hispanos tenían a los policías por su racismo, su discriminación, su prepotencia y su abuso del poder y los oficiales que tienen ese comportamiento deben ser castigados.
Pero qué tan lejos estamos de esa percepción del oficial de paz. Estados Unidos ha llegado a un nivel de brutalidad policiaca que antes se veían solamente en caso aislados o si hubieran muchos más las autoridades los ocultaban o no había formas de documentar los abusos como lo es ahora con los elementos tecnológicos que tiene a su alcance la ciudadanía.
También se ha llegado el caso de que personas han empezado a tomar la justicia en sus propias manos, como ha sido el caso en Dallas, donde la meta del francotirador era matar a policías anglos o mejor dicho, oficiales blancos, como respuesta a los casos donde ciudadanos de color de piel diferente al blanco, han sido víctimas del odio racial que etiqueta a las minorías como criminales aunque estos estén ejerciendo su derecho constitucional de libertad de expresión, de manifestarse pacíficamente aun con el riesgo de ser también víctimas de represión policiaca.
Los manifestantes en Dallas, quizá se salvaron de ser golpeados por las autoridades policiacas ya que el francotirador se adelantó antes de que algo peor hubiera sucedido. Aunque se lamenta la muerte de cinco oficiales que dejaron viudas e hijos, la cruda realidad es que la policía en Estados Unidos recibió en Dallas una sopa de su propio chocolate.




No hay comentarios.:

Análisis a Fondo: La guerra sucia y la democracia verdadera

  Photo   244   01313   ©   Hugocorzo   |   Dreamstime.com “Todos” contra el comunismo de depredador de AMLO   Por Francisco Gómez Maza ...