Foto
proporcionada por Análisis a Fondo
Mientras
persista la impunidad no pararán los asesinatos
Obligación
constitucional del MP detener a los criminales
Por
Francisco Gómez Maza
No
tendría que prometerlo ni reiterarlo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es
un mandato constitucional para el Ministerio Público y para el juez. Es una
obligación constitucional:
Investigar,
hasta dar con los asesinos, tanto materiales como intelectuales; llevarlos al
juez, quién deberá darles el castigo que el crimen exige.
No
puede quedar en la impunidad ningún delito, ninguno, como han quedado la
mayoría de los autores del asesinato de periodistas, tema que debería importar
a todo periodista, o que presuma de serlo. Y a todo defensor de los derechos
humanos, comenzando con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
La
impunidad es el impulso, la motivación, la vía libre para que los criminales
hagan de las suyas. Mientras se imponga la impunidad, se impondrán los
asesinos, continuará la matanza de periodistas, como la llama Jorge Meléndez.
La
impunidad es la patente de corso, la licencia para matar de que gozan los
asesinos y no sólo de periodistas. También los asesinos de defensores de los
derechos humanos, como Ana Luisa Garduño Juárez, liquidada en Temixco, Morelos,
la noche del jueves 27 de enero.
Ana
Luisa Garduño Juárez buscaba justicia por el feminicidio de su hija Ana
Karen Huicochea, perpetrado el 12 de diciembre de 2012, presuntamente por el
novio de la joven.
Duele
la muerte de muchos colegas, compañeros y amigos muy cercanos, como Fredy López
Arévalo, quien fue asesinado por la noche del jueves 28 de octubre de 2021,
cuando llegaba a su casa en San Cristóbal de Las Casas, procedente de Tuxtla,
donde había estado en la celebración del cumpleaños de su madre. No estoy
seguro de que las personas que las autoridades hallaron muertas sean los
asesinos. En Chiapas existe la duda. Los cercanos a los hechos creen que las
autoridades pretenden darle “carpetazo” a la investigación.
Volviendo
al tema de los asesinatos en Veracruz y Tijuana, la aplicación de la ley no se
reitera en una sociedad regida por el Derecho constitucional, donde las
autoridades deben actuar por el mandato de las leyes.
Sin
embargo, en México no estamos acostumbrados a que los delitos contra la
ciudadanía, especialmente contra periodistas, se investiguen a fondo y menos
que, obviamente, los autores sean castigados. Los gobiernos de siempre no se aplicaron
para que el poder judicial cumpliera con su mandato, que es investigar,
perseguir y aplicar la ley pasa castigar a los criminales.
En
el actual sexenio de la Cuarta Transformación (4T), AMLO mete las manos al
fuego de la investigación de los delitos. lo reiteró, en la conferencia
matutina de este lunes 31 de enero, como para que no quedara duda alguna en
torno a la eficiencia de los policías de investigación, a la del Ministerio
Público.
Los
asesinos de los periodistas, tanto materiales como intelectuales, de María de
Lourdes, la periodista de Tijuana (por ejemplo), tienen que estar ya siendo
buscados con lupa.
Sin
embargo, cuesta trabajo creerlo. Esperaría que fueran encontrados todos los
asesinos, inclusive los que están viviendo en la impunidad total.
Claro,
los acérrimos opositores de AMLO no sólo no lo creen…
Y
parece increíble porque el poder judicial, aunque investigue, generalmente no “encuentra”
y menos halla (¿los investiga? ¿los busca?) a los asesinos. Y estos continúan
abultando su curriculum criminal.
Tan
grave es esta situación que la violencia es cada vez más fuerte, porque la
impunidad es la reina de las relaciones gobierno-sociedad, fenómeno que ha
motivado a algunos analistas a asegurar que ejercer el periodismo en México es
tan riesgoso como en un país en guerra.
Pero
es lo que los periodistas, sus familiares y los sectores conscientes de la
sociedad esperamos; saber quiénes mataron, por ejemplo, al gran amigo
chiapaneco, compañero de andanzas periodísticas en El Financiero, Fredy López
Arévalo. Y quiénes conspiraron contra la vida de María de Lourdes Maldonado
López, Margarito Martínez y José Luis Gamboa Arenas.
Sería
muy decepcionante que, López Obrador concluyera su sexenio, y los crímenes
contra los periodistas siguieran en la penumbra. Si fuese así, aumentaría la
impunidad y jamás pararía la matanza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario