Por Isaac Bigio
Si la destrucción de las Torres Gemelas produjo el alza en popularidad de Bush y el inicio de su guerra antiterrorista global, el desplome de Wall Street amenaza con traer abajo al gobernante Partido Republicano.
Bush hoy debe hacer todo lo posible por evitar acabar como el Presidente más impopular de la historia de su país y como aquel que llevó a su nación al inicio de una debacle, como la que pasó a fines de los años veinte.
La resistencia a Bush generó que en la mayoría de América Latina la derecha que la gobernó en los noventas vaya siendo substituida por gobiernos que van del centro a la izquierda.
Hoy también podría hacer tambalear a los mandatarios conservadores de Francia e Italia, pero, sintomáticamente, podría hacer que el partido madre del conservadurismo mundial (el británico) desplace del poder a los laboristas (el partido hermano de los demócratas de EEUU, quien ya no es capaz de ganar ninguna elección).
Por el momento la crisis no ha debilitado, sino que ha fortalecido, a la izquierda latina, pero bien podría azuzar las divisiones internas, generar inflaciones o provocar su posterior socavamiento.
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