sábado, 29 de agosto de 2009

Gran pesar en EE.UU. por el fallecimiento del senador Edward Kennedy

Por Bridget Hunter

Washington - Edward M. Kennedy, estadista respetado ya entrado en años y conocido como el "león del Senado", falleció en Massachusetts el 25 de agosto a la edad de 77 años, tras una batalla contra el cáncer cerebral que ha durado un año.

"Un importante capítulo de nuestra historia llega a su fin. Nuestro país ha perdido un gran líder, que tomó en sus manos la antorcha de sus hermanos caídos y se convirtió en el Senador más grande de nuestros tiempos en Estados Unidos", dijo el presidente Obama en una declaracion publicada el 26 de agosto por la Casa Blanca. (Ver Declaración ( http://www.america.gov/st/democracyhr-spanish/2009/August/20090826114634eaifas0.6046564.html )).

Aunque nunca resultó elegido para la presidencia del país, Kennedy afectó profundamente la política estadounidense, tanto interna como internacional y es generalmente considerado como uno de los legisladores más efectivos en las últimas tres o cuatro décadas, con papel importante en leyes destacadas como la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de Estadounidenses con Discapacidades de 1990.

El endosamiento de Kennedy a Barack Obama, a principios de 2008, fue algo que muchos consideran un factor clave en el éxito de Obama al lograr la selección como candidato a la presidencia del Partido Demócrata. En un apasionado discurso en la Convención Demócrata de 2008 en Denver, Kennedy solicitó a los estadounidenses apoyar la candidatura de Obama para el puesto más alto del país.

El senador dijo a la multitud: "Para mí esta es una época de esperanza, nueva esperanza de justicia y justa prosperidad para muchos y no sólo para unos pocos, nueva esperanza. Hay una nueva ola de cambio en torno a nosotros y si seguimos nuestra brújula, llegaremos a nuestro destino, no sólo a una victoria para nuestro partido, sino a una renovación para nuestro país".

Kennedy era el más joven de una de las familias políticamente más poderosas del país, se educó para una vida destinada al servicio público. La muerte de sus hermanos, uno falleció en una misión militar durante la Segunda Guerra Mundial y los otros dos fueron asesinados cuando ocupaban cargos políticos, parecieron reforzar la vocación de Edward Kennedy de servir a su país.

Kennedy fue elegido por primera vez en 1962 para completar los últimos dos años del término senatorial de su hermano, el senador John F. Kennedy, que fue elegido presidente en 1960. El joven Kennedy, que solamente tenía 30 años cuando entró al Senado, fue reelegido durante ocho términos completos y fue el segundo senador que más tiempo de servicio en el Congreso al fallecer.

Durante su carrera, Kennedy luchó en favor de la cobertura del seguro para la salud, la educación, los derechos civiles, la reforma de la inmigración y la protección de los recursos naturales, Durante su estancia en el Senado, fue autor de más de 2.500 propuestas de ley, de las cuales varios cientos se convirtieron en ley.

Kennedy continuó activo y participó en la política hasta sus últimos días, impulsando la reforma de la cobertura de salud e intentando convencer a la legislatura de Massachusetts de que enmendara una ley estatal que permitiera llenar una vacante sitio en el Senado, porque no quería que su puesto estuviera vacío durante meses en caso de que falleciera.

"Hemos perdido a Ted, pero el trabajo de su vida dará forma a nuestro país durante muchos años", dijo la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton en una declaración el 26 de agosto. "Su legado vivirá en el corazón y la mente de millones de estadounidenses que son más libres, están más sanos y tienen más prosperidad gracias a sus esfuerzos".

PARTICIPACIÓN INTERNACIONAL

A pesar de dedicar gran parte de su tiempo y energía a lograr reformas internas, Kennedy fue una voz cantante en materia de derechos humanos, justicia social y democracia en todo el mundo, durante casi medio siglo y ayudó a dar forma importante a la política exterior estadounidense.

Desde 1970 hacia adelante, su poderosa voz estuvo en favor de la causa de los derechos civiles en Irlanda del Norte al trabajar con líderes del Reino Unido y de Irlanda para lograr una paz duradera. En 1998, el senador se reunió con líderes de Irlanda del Norte en ambas partes del conflicto, en conversaciones de paz presididas por el ex senador George Mitchell que concluyeron en los Acuerdos del Viernes Santo, que estableció la bases para compartir el poder político.

Kennedy fue también activo en cuanto a las relaciones de Estados Unidos con la Unión Soviética, especialmente como defensor incansable de la libre inmigración. Durante sus muchas visitas a Rusia en las décadas de 1970 y 1980, ayudó a obtener visados de salida para muchos artistas y disidentes de alto nivel, entre ellos el famoso violoncelista Mstislav Rostropovich, y ayudó en la liberación en 1986 de Anatoly Sharansky, que había estado en prisión desde 1977 por defender a los judíos, así como de otros 25 disidentes calificados de "renegados".

En la década de 1980, Kennedy trabajó para terminar el apartheid en Sudáfrica, y se reunió con el obispo Desmond Tutu, con Winnie Mandela (entonces esposa del encarcelado Nelson Mandela) y el gabinete de ese país. El senador propuso legislación para Sudáfrica, que impulsaron al presidente Ronald Reagan a imponer sanciones por decreto ejecutivo. Sin embargo, Kennedy mantuvo la presión política y aseguró que no se pierda el clamor por Sudáfrica con propuestas de ley, audiencias y debates, hasta que terminó el apartheid.

En America Latina, el senador Kennedy fue incansable defensor de la democracia y de los derechos humanos desde principios de la década de 1970, cuando se opuso a las dictaduras militares de Chile y Argentina. Reaccionó al aislamiento del presidente Richard Nixon al líder electo democráticamente en Chile, Salvador Allende. Kennedy instó a que la decisión de 1970 de los chilenos de elegir a Allende, un socialista marxista, fuera aceptada. Después de que los militares chilenos derrocaran a Allende, Kennedy defendió al pueblo de Chile, y luchó para condicionar la ayuda estadounidense a la restauración de la democracia y la protección de los derechos humanos. Cuando Patricio Aylwin fue elegido presidente de Chile en 1990, Kennedy presentó legislación para autorizar 50 millones de dólares en ayuda a Chile, urgió la restauración del comercio y los beneficios de las inversiones y solicitó asistencia técnica para ayudar a Chile a combatir sus problemas ambientales.

La participación de Kennedy en asuntos internacionales continuó durante su servicio en el Senado. En 2007, celebró la primera vista en el Congreso sobre el asunto de los refugiados iraquíes y dirigió los esfuerzos estadounidenses en lo que describió como una grave crisis humana. Patrocinó legislación que aumentó el número de visados especiales de inmigración para traductores e intérpretes iraquíes y afganos y ordenó el aumento de los esfuerzos para realojar a los refugiados iraquíes.

El 26 de agosto el ex primer ministro británico Tony Blair dijo: "el senador Kennedy es una figura que inspiró admiración, respeto y devoción, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo. Fue un verdadero servidor público comprometido con los valores de la ecuanimidad, la justicia y la oportunidad".

Para leer más sobre el senador Kennedy (en inglés), ver el blog de America.gov Obama Today ( http://blogs.america.gov/obama/2009/08/26/obama-nation-mourn-death-of-ted-kennedy/ )

( http://blogs.america.gov/obama/2009/08/26/obama-nation-mourn-death-of-ted-kennedy/ )

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