Por Armando
García
El pueblo
de Estados Unidos está enfrentando uno de los movimientos sociales más
diversificados de su historia. Me refiero a la unidad poblacional contra el
presidente Donald J. Trump. El mandatario estadounidense, sin temor a
equivocarme, es el peor que ha tenido este país. En menos de 100 días, se ha echado
a su propio pueblo encima, al igual que otras naciones del orbe, por sus
posturas al querer hacer grandioso nuevamente a este país.
Trump
representa a los intereses de una oligarquía imperialista, de la cual proviene,
y hasta se dice, que responde a los designios del presidente ruso Vladimir
Putin, por su tan publicitada y controversial quizá intervención en las
elecciones del pasado noviembre, que permitieron el triunfo del candidato
republicano.
Trump
también responde a quienes lo pusieron en el poder, que son los votantes, principalmente
sajones, supremacistas y patriotas. Pero con el debate de eliminar por completo
el seguro de salud establecido por el Presidente Barack Obama, ha surgido tanto
desde las filas de quienes votaron por Trump, como de las comunidades de
inmigrantes y de las minorías, preocupados a partir de un reporte del
presupuesto congresional de que en una década, aumentará a 24 millones de
personas que no tendrán cobertura médica, si los republicanos en el Congreso
logran reemplazar el llamado Obamacare por el promovido por la Casa Blanca y
sus aliados legisladores.
Con todo
eso y más, se está viendo el inicio, a mi juicio, de una revolución americana
en el Siglo XXI donde un poco más del 40% de la población está contra Donald
Trump y su política de regresar a un pasado ya superado. Un pasado de aislamiento
racial, un pasado de redadas y retenes para buscar a los que un tiempo se les
llamó indeseables y alienígenos a inmigrantes provenientes de México y Centro
América. Un pasado de violaciones a los derechos civiles por aquellos que
buscan la justicia por sus propias manos amparados o inspirados por las políticas
del presidente.
Esta pesadilla
del sueño americano apenas comienza. Esperemos que no llegue a mayores, pero si
hay que estar preparados y organizados para poder resistir y combatir las
acciones ejecutivas de Trump, que han sido, hasta el momento, la llave que ha
abierto las puertas de una dictadura, de un macartismo a nombre, demagógicamente
hablando, del pueblo estadounidense.
Armando García es el editor y fundador de
Nuestra América Magazine. Fue
corresponsal y columnista de Conexión Hispana en San Angelo,
Texas y director de medios de Finding
Productions en Los Ángeles, California. Trabajó como
corresponsal de la agencia española “EFE”, “Hispanic Press
News Agency” en Washington, D.C. y reportero
bilingüe de La Prensa y Rumbo de San
Antonio, Texas, fue editor del periódico ¿Qué
Pasa? En Charlotte, NC y escritor del semanario Latin Opinion en Baltimore, MD.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario