LA HABANA, 28 (ANSA) - Una caravana de ayuda humanitaria procedente de Estados Unidos cumple su 20 edición desafiando el embargo impuesto sobre Cuba y demostrando que el pueblo de aquel país "no es la política de sus gobiernos". Su promotor, Lucius Walker, pastor protestante de Brooklyn y líder de la Fundación Interreligiosa Pastores por la Paz, considera que estas caravanas, que no tienen la autorización del gobierno de Estados Unidos, representan "la política exterior de pueblo a pueblo". En una entrevista publicada hoy en el diario Granma afirma que es "una expresión de solidaridad del pueblo de los Estados Unidos, diciéndole a los cubanos que nosotros estamos en desacuerdo con las políticas de nuestro gobierno; que nosotros no los vemos como el enemigo".
La caravana, que ha visitado 20 veces la isla desde 1993, arribó la semana pasada con 115 toneladas de ayuda humanitaria, entre ellas muchas computadoras, llevada por 130 personas que durante 10 días la repartirán por todo el país. Walker espera algún día, cuando desaparezca el embargo que Estados Unidos mantiene sobre Cuba desde 1962, organizar caravanas desde Cuba a su país. A su juicio, se debe "hacer todo lo posible para mantener la presión sobre la administración Obama", para que cambie su política hacia Cuba, al igual que en el pasado Estados Unidos recurrió a la violencia para tratar de impedir las caravanas y en los últimos tiempos ha disminuido la hostilidad.
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