Por Joel Ortega Juárez
El 2 de junio de 2024 se consumó el retorno de los brujos
al gobierno y en gran medida al Estado, de la tendencia hegemónica de un siglo
existente desde el PNR, el PRM, el PRI , hasta MORENA, en realidad el CUARTO
PRI.
En ese contexto se cumple el 53 aniversario de la MASACRE
DEL JUEVES DE CORPUS EN SAN COSME, 10 DE JUNIO DE 1971, es una curiosa , aunque
un tanto cruel paradoja.
Claudia Sheinbaum, arrasó en las elecciones del 2 de
junio y en unas semanas será Presidenta de México, su genética política está
asociada a Salvador Martínez Della Roca, alias EL PINO, quien junto a toda su
corriente la REVISTA PUNTO CRÍTICO , se opuso a la manifestación del 10 de
junio de 1971. Asamblea por asamblea los derrotamos y la manifestación se
aprobó por el Comité Coordinador de Comités de Lucha integrado por todas las
escuelas del IPN, las de la UNAM, las Normales de la Ciudad de México, EL
Colegio Nacional, Chapingo , la Universidad Iberoamericana, las Prepas
Populares y otras.
La corriente matriz de la presidenta Sheinbaum, se opuso
a la manifestación porque la consideraba innecesaria, dado que el presidente
Luis Echeverría, había “resuelto las
demandas” de los universitarios de Nuevo León al derogar su ley orgánica,
destituido al rector militar y el mismo gobernador.
La corriente de junio que agrupaba a varios comités de
lucha, entre ellos las Prepas Populares, el de Economía, el de Derecho, el de Físico
Matemáticas del IPN y otros, insistió en realizar la manifestación, porque no
se habían resuelto las demandas principales: COGOBIERNO, AUTONOMÍA PLENA PARA
LA UNIVERSIDAD DE NUEVO LEÓN y otras de tipo nacional: RECHAZO A LA FALSA DISYUNTIVA: Echeverría o
el Fascismo.
Nuestro lema era NI LEA NI FASCISMO, EL CAMINO EL
SOCIALISMO. REPRODUZCO UNA PARTE DE MI
LIBRO 10 DE JUNIO GANAMOS LA CALLE, tenemos una situación similar. El dilema
no es Cuarta transformación o PRIAN, se requiere formar una opción autónoma
para reconstruir a las fuerzas anticapitalistas y democráticas.
Además
del fenómeno del transformismo al que se refirió Gramsci - camaleonismo o cambio
de chaqueta con tal de seguir en el poder- llevamos unos 15 años sufriendo la suplantación
(1).
La
acumulación histórica de las luchas sociales de medio siglo (movimiento ferrocarrilero
58-59; años 60 movimientos estudiantiles y campesinos década 70 insurgencia
sindical’ luchas cívico electorales de los 80 combinadas con movimientos universitarios,
la’ alternancia del 2000) no se tradujo en una reforma sustancial del régimen.
En
su lugar se produjo una suerte de suplantación. Los movimientos fueron
suplantados por partidos, personajes cortesanos y todo tipo de integrantes de
las élites eternizadas en el poder, dentro y fuera del Estado.
Esta
curiosa transición-restauración, no solamente no alteró la estructura
autoritaria del viejo régimen en su corazón corporativo y en otros resortes de
control sobre la sociedad, como el sistema judicial y la poderosa red en los
medios, sino que desembocó en una partidocracia, integrada en su conjunto por
los mismos oligarcas de siempre, con excepciones marginales de personajes
procedentes de ámbitos ajenos a las oligarquía que se integraron rápidamente al
mundo de la representación.
Una
transición que ni siquiera cambió de personal tenía que desembocar en una restauración
que defraudó las apetencias democratizadoras de los movimientos sociales de
medio siglo (2).
1
Ver Gramsci, Antonio. La política y el Estado moderno. Barcelona: Instituto
Gramsci, 1971. Passim.
2
Ver Aristegui, Carmen. Transición Conversaciones y Retratos de los que se hizo
y se dejó de hacer por la democracia en México. México. Grijalbo, 2009. Passim.
El
pluralismo engendrado por la transición-restauración ha producido un monstruo:
el viejo
PRI se transmutó en tres. El tricolor tradicional, su gemelo el negro amarillo
y el azul
que asumió sus costumbres y prácticas corruptas (3).
La
suplantación favorece la decadencia política del Estado y con ello el
fortalecimiento de
los poderes fácticos particularmente los procedentes de las bandas de narcotraficantes. Todo
lo anterior explica el creciente desencanto de la sociedad por la participación política
facilitando la manipulación clientelar corporativa y mediática que practican el PRD,
el PRI y el PAN. (Ahora todo ese modelo está en MORENA, baste decir. Que todos los
sindicatos apoyaron a Claudia Sheinbaum)
Ese
estilo de hacer política rinde ganancias desorbitadas a la partidocracia, pero
ahonda la
separación del poder político del conjunto de la sociedad. Esa
separación hoy es ya una auténtica suplantación de la partidocracia, el corporativismo
y la comentocracia, que se traduce en una parálisis sistemática ante cualquier
problema nacional y ocurrirá sucesivamente mientras no surja un movimiento
social capaz de superar los vicios que lo postraron representativos
del Estado…”
“Entonces
era impensable asociar la militancia política con la política de los políticos, magistralmente
denunciados por Oriana Fallaci en su biografía novelada de Alekos Panagulis (4).
Ese vuelco siniestro que ha terminado por producir asco y vómitos en los chavos
de hoy por la política-política. Esa que mantiene enfangada en el pantano miserable
a la partidocracia, dispuesta a lo peor con tal de aferrarse a los huesos tan generosa
y escandalosamente prodigados a esa pandilla que los disfruta como chantaje eterno
para simular que sin ella, no habría gobernabilidad.
3
Ver Woldenberg, José. Después de la transición. Gobernabilidad, espacio público
y derechos. México: Cal y
Arena,
2006. Passim.
4
Fallaci, Oriana. Un Hombre. (Un Uomo) [1979]. Barcelona: Noguer y Caralt
Editores, 1984. Passim
Esa
generación y esa cultura epocal, no puede quedar como mera nostalgia, ni mucho menos
como melancolía”.
Mantener
el viaje y la nave en medio de los torbellinos, implica explorar caminos nuevos por
lo tanto inéditos para evitar el naufragio. Ello
implica profundizar en la reflexión dura, sin caer en la petulancia de ciertos intelectuales
que se comportan como los nuevos ricos, presumiendo sin sentido las lecturas
y los autores mal asimilados, solo para apantallar.
Se
trata, en todo caso, de articular el pensamiento con una práctica teórica y
política que
supere la frivolidad, la charlatanería y la conducta mercenaria de una comentocracia
perfectamente enchufada a los intereses oligárquicos, ese horizonte intelectual
es el que debe inyectar la pasión política de nuestra época, en estos días grises.
Del
viento rojo al gris.
La
gran ventaja y privilegio de los jóvenes de los sesenta (hoy rucos de sesenta)
era que sus
naves cruzaban los mares empujados por el viento rojo.
El
gran desafío de los chavos de hoy es navegar con el viento en contra teñido por
el gris. La
alegría del combate sustituida por el llanto, ha dado enormes beneficios al
sistema.
Junto
con las matanzas de Tlatelolco y San Cosme, crímenes del Estado mexicano, empleadas
para imponerse a un majestuoso movimiento libertario; la cultura victimista del
miedo a vencer, ha servido al poder para aterrorizar a los chavos y
desprestigiar la lucha
política.
Ha
sido barato para todos los aparatos de Estado, tributar homenajes a los
estudiantes muertos
mediante todo tipo de rituales; mientras se persigue a los vivos como se hizo hace
5 años con los “operativos” del 2 de octubre encabezados por Marcelo Ebrard, entonces
jefe de la policía del gobierno de López Obrador y se continuó practicando con las
redadas en los barrios populares como la trágica del News Divine.
Ese
doble discurso de una política esquizofrénica, combinado con la fosilización de
un liderazgo
patrocinado por la izquierda políticamente correcta; es una lápida que aplasta a
las nuevas generaciones.
Cada
ramadán del 68 es un verdadero ayuno de reflexiones y búsqueda de nuevas opciones
y una pantagruélica sucesión de lugares comunes, lamentaciones y deificación de
ídolos de barro. Una mezquina pelea por ocupar espacios en ese partenón de
utilería, aunque
algunos de los que hoy se intentan colar estuviesen ausentes entonces o peor aún
hubiesen sido jilgueros del diazordacismo como Porfirio Muñoz Ledo. Mayor cinismo
imposible.
Todo
ello es posible, en gran medida, porque las banderas agitadas durante el viento rojo
favorable a las utopías revolucionarias, hoy están ajadas. A pesar del derrumbe soviético;
no se quieren sustituir por parte de los anacrónicos líderes esquizofrénicos que
gozan los beneficios de la democracia burguesa pero tienen bajo reserva mental
el plan
b de la dictadura del proletariado (5).
Mientras
se tenga miedo a ganar -aunque sean espacios de libertad tan importantes como
el ejercicio de la manifestación, cuyo precio fueron las matanzas del 2 de
octubre y
el 10 de junio- y se prefiera llorar frente a las cámaras para simular un
martirologio falaz,
seguirán desvirtuándose los legados del 68.
El
viento gris de las celebraciones estatales de gobiernos mestizos, favorece la
apatía y extravío
de los chavos, obstruyendo el relevo de la gerontocracia.
5
Ver Togliatti, Palmiro. Escritos Políticos [1964]. Editori Riuniti Roma.
México: ERA, 1971. (El Hombre y su Tiempo) Passium.
Cambalache.
¡Qué
falta de respeto, qué atropello a la razón!
¡Cualquiera
es un señor!
¡Cualquiera
es un ladrón!
Nadie
podrá retratar mejor que Cambalache de Enrique Santos Discépolo éste tiempo
de
canallas (6).”
Este
10 de junio de 2024, tenemos el desafío de impedir el camino hacia un régimen totalitario,
dictatorial que está presente en las 20 reformas , promovidas por AMLO el 5
de febrero, que pueden ser aprobadas en el Congres de la Unión debido al
triunfo de Claudia
Sheinbaum que las ha hecho suyas. Es
la hora de construir un gran movimiento autónomo .
6
Santos Discépolo, Enrique. Cambalache Canción Tango. Buenos Aires, 1935