Por Dr. Jorge
A. Lera Mejía
Las noticias de una
nueva caravana migrante superior a 3 mil personas, es un impase importante, que
seguro detonará en una nueva crisis, máxime que despertó a un líder migrante
que estuvo tranquilo en los últimos meses, me refiero a Irineo Mujica,
dirigente de Pueblo Sin Fronteras.
Adicionalmente, la
postura judicial contra el comisionado del INAMI Francisco Garduño, ha sido
todo alargar el problema, dejar hacer y dejar pasar, todo como una bomba de
tiempo. Mientras tanto, "el dinosaurio sigue ahí".
Mientras
tanto, México sigue impulsando una política migratoria basada en la
detención y deportación de los migrantes centroamericanos, que transitan sin
documentos. El discurso oficial dista de la realidad, la política es de
“contención”. Por esas porosas medidas, los transmigrantes se ven forzados a pagar
onerosos servicios a polleros y coyotes; sobornos en retenes, por corrupción de
algunos funcionarios del INAMI.
El sesgado
anteproyecto, de creación de una comisión interdisciplinaria y transversal, que
pudiera reemplazar al INAMI, en manos del Padre Alejandro Solalinde, no ha
logrado permear en el ambiente sociopolítico.
En el fondo del asunto,
sigue el alto riesgo que se sigan repitiendo los errores de la anti política
migrante mexicana, que han trasladado la total responsabilidad del país de
destino (EEUU) y de los países expulsores (TN de Centroamérica, Cuba,
Venezuela, Haití, etc), dejando todo el peso y costo de los éxodos migratorios,
en los municipios fronterizos, la ciudadanía y las casas de apoyo de los
migrantes.
México de facto, se
volvió, en definitiva, en un Tercer País Seguro, país de contención, país que
aceptó sin cortapisas, recibir 30 mil deportados por mes, de 8 países,
incluyendo a los retornados mexicanos. Sin ningún apoyo económico y moral de
los EEUU, y mínimos subsidios de los organismos internacionales.
Por lo aquí citado, hoy
se cumple un mes de los graves acontecimientos de Ciudad Juárez Chihuahua, 40
fallecidos y 25 heridos no pesan nada en las conciencias de las autoridades
federales mexicanas, no conmueven en lo mínimo a los dirigentes de los países
expulsores, y los norteamericanos siguen utilizando a México, como país de
origen, tránsito, retorno y destino, somos la piñata de los políticos
republicanos y los demócratas, dejando a la deriva a miles y miles de migrantes
engañados y manipulados...
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