Dr. Jorge A. Lera Mejía
En El Economista
publica Blanca Juárez (25/05/2023) de acuerdo al reporte reciente del Banco
Mundial (The World Bank), que “Malasia, México, Italia y Turquía“ se están
convirtiendo en países de destino, generalmente para migrantes de países de
bajos ingresos en la misma región”.
Por ello proponen que
“Las políticas tendrán que adaptarse a estas circunstancias cambiantes, lo que
requerirá un cambio de perspectiva para los responsables políticos y la
sociedad en general".
La población está
envejeciendo rápidamente en México y la tasa de reemplazo laboral se va
acortando. Tal como Japón o Alemania lo han hecho, México tendrá que buscar
vías para integrar a las personas migrantes a su fuerza de trabajo, destaca el
organismo internacional.
México, Nigeria e
Italia “ejemplifican las fuerzas demográficas divergentes” que impulsarán cada
vez más la migración laboral, según el Informe sobre el desarrollo mundial
2023: Migrantes, refugiados y sociedades. A medida que sus poblaciones
envejecen, tienen una menor reserva de trabajadores y trabajadoras calificadas
[Fin de cita].
Por lo citado, Por una
parte, México expulsa mano y mente de obra, por otra, México requiere
trabajadores especializados como fierreros y soldadores. Es el trinomio
migración de origen, tránsito y destino.
Los factores
intrincados del fenómeno migratorio están cambiando y tenemos que modificar
nuestros análisis y modelos de los movimientos "denizen" migratorios.
México pasa de ser país de origen y tránsito; ahora, sin dejar lo anterior, se
acentúan las nuevas diásporas (grupos) de retorno y, principalmente, los de
destino, sea este voluntario, inducido o forzado.
A pesar que la diáspora
mexicana es una de las más grandes del mundo (13.0 millones de personas migrantes
en 2017), sólo antecedida por la de la India (15.6 millones), situación que da
cuenta del peso y presencia de la población mexicana en el exterior. La
mayoría de nuestros connacionales en el extranjero reside en Estados Unidos de
América (11.6 millones), país con el cual conformamos el principal corredor
migratorio del mundo. Sin embargo, las expulsiones más recientes de mexicanos,
que volvieron a incrementar después de 4 años de "balance cero", se
componen de diásporas con perfil profesionistas, o con cualidades técnicas de
especialización, como son soldadores, carpinteros, herreros, plomeros,
agricultores capacitados, además de microempresarios que se está convirtiendo
en una "fuga de cerebros" por tanto, salida descontrolada de capital
humano mexicano.
Esto nos reta para que
hagamos investigación de punta, o de última data o frontera, para comprender
como los fenómenos migratorios recientes, además de atentar los derechos
humanos de las diásporas, por conducto de los polleros, ahora están modificando
cuantitativa como cualitativamente los flujos desde los expulsores de países de
bajos ingresos, hacia los tradicionales países de altos ingresos, y ahora, de
acuerdo al BM, hacia países de medianos ingresos como Malasia, México e Italia.
Este fenómeno no es
exclusivo de México, de hecho, Turquía es para Europa, lo que México a EEUU. La
diferencia es que a Turquía la UE la apoyan con fondos financieros en euros y
México, no recibe apoyos, además de ser un muro virtual con GN y agentes INM,
aceptamos ser Tercer País Seguro.
SOLUCIÓN: VISADOS DE
EMPLEOS TEMPORALES:
En medio de esta nueva
crisis migratoria, la opción que se muestra viable y urgente, es que los
gobiernos de EEUU y México se pongan de acuerdo, y apoyen la expedición de
Visados Temporales de Empleo, a los migrantes mexicanos y extranjeros que
cumplan los requisitos específicos para poder trabajar en ese país. Es decir,
volver a lanzar una gran cruzada de los empleos que ese propio país demanda,
pero que sean ofrecidos de forma ordenada, específica y remunerada a través de
los Departamentos del Trabajo de México y de EEUU.
Esta opción, de acuerdo
a lo citado por la publicación de El Economista, se debe enfocar ahora a los
empleos de los emigrantes que ahora están dominando desde México, me refiero a
empleos especializados y de profesionistas capacitados.
Esa opción requiere que
las dependencias del Trabajo de EEUU y México, apliquen cursos y talleres de
corto plazo para verificar las capacidades y conocimientos, para ello el
Conalep y universidades binacionales, como la Universidad Santander entre ambos
países, están preparando un plan de trabajo con el Servicio Nacional de Empleo
y el IMSS.
Dichas visas temporales
de empleo con plazos desde 6 meses hasta por 4 años, reclasificando los empleos
que demandan los sectores productivos norteamericanos, desde el agropecuario
hasta el considerado de alta especialización técnica será lo que podremos ver
en los siguientes meses, en medio de esta crisis migratoria, se vislumbra una
posible solución o paliativo.
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