Por
María Rodríguez
Donald
Trump llegó a la presidencia de los Estados Unidos prometiendo grandes
cambios en materia migratoria, que empiezan a ser una realidad en relación
al muro, deportaciones, programa Comunidades Seguras, ciudades
santuario, refugiados y visas
Además
se espera novedades inmediatas.
Este
artículo trata de las novedades en esos temas y también de las que se
esperan pronto porque Trump aludió a ellos la campaña pero sobre los que
todavía no hay noticias. Siempre tratando de dar información sobre lo que se
sabe por ahora y de huir de la especulación, que tanto daño y miedo está
causando.
Los
temas que se tratan son en este artículo son:
Construcción
del muro en frontera con México
Deportación
y sus prioridades
Refugiados
Ciudadanía
de los hijos de migrantes indocumentados
Confiscación
de dinero
DACA
y otros programas aprobados por Acción Ejecutiva
Reforma
migratoria
Visas
TN para mexicanos y canadienses
Visas
no inmigrantes, tipo turista, estudiantes, trabajo temporal, etc.
Ciudades
santuario
Construcción
de un muro en la frontera de Estados Unidos con México
Por
orden de Trump, Estados Unidos reforzará la seguridad en su frontera
terrestre con México mediante la construcción de un muro.
Se
estima que constará unos $ 6.5 millones de dólares americanos por cada milla
construida a lo que hay que sumar otros $4.2 millones por milla en concepto de
carreteras de acceso y demás infraestructuras de apoyo. Además, habría que
sumar el importe por su mantenimiento.
Por
todo ello se estima que el costo final puede rondar desde los $14 a los
$20 mil millones de dólares americanos (billones, en la manera de contar
de Estados Unidos).
Aunque
no está clara la procedencia de todo el dinero para la construcción de un muro
a lo largo de casi 2 mil millas de frontera, al menos una parte será dinero
federal ya presupuestado para otros asuntos que se destinará ahora para dicha
construcción.
Detenciones,
comunidades seguras y ciudades santuario
Desde
que Trump asumió la presidencia se está reportando un incremento inmediato en
el número de deportaciones de indocumentados con récord delictivo.
Recordar en este punto que haber sido deportado en el pasado y regresar
ilegalmente a los Estados Unidos es un delito.
Además,
se ha anuncia un aumento de la capacidad de detención de migrantes por
parte de las agencias federales y el restablecimiento de Programa Comunidades Seguras, que fue el que causó
un incremento enorme de deportaciones en los primeros años
del gobierno de Obama.
Asimismo,
se ha ordenado no enviar dinero federal a las denominadas ciudades
santuario, es decir, aquellas que rechazan informar sobre el estatus migratorio
de sus residentes. Entre esas ciudades se encuentran Los Ángeles, Nueva York y
Chicago.
Por
otro lado, tanto Trump como miembros prominentes de su campaña se han
pronunciado a favor de deportaciones masivas. Se llegó a decir, en el
periodo electoral, que se procedería a deportar los 11 millones de
indocumentados presentes en Estados Unidos en el plazo de dos años. Si
bien esta declaración ha sido matizada tanto antes de las elecciones como
después.
En
este punto, la verdad es que no se sabe bien cuál será la política que se
seguirá pero parece altamente improbable que se llegue a llevar a
cabo la amenaza de deportación de todos de todos los indocumentados y
ello básicamente por una razón económica.
El
gasto que supondría deportar a 11 millones de inmigrantes sería enorme, y
tendría que ser aprobado por el Congreso, que está conformado por muchos
legisladores que se oponen a cualquier incremento de gasto por parte del
gobierno federal.
En
la actualidad el sistema migratorio de Estados Unidos está capacitado para
deportar a un máximo de 400 mil migrantes por año fiscal. Ello se debe a
que es monto de actividad que se puede realizar con 4000 agentes, 58 cortes de
inmigración, 250 locales federales de detención y capacidad para 34 mil camas
para detenidos.
Hay
que tener en cuenta que la mayoría de los migrantes no pueden ser expulsados
automáticamente teniendo muchos de ellos derecho a su día en corte y luchar la deportación. Esto es especialmente así cuando
se ha vivido por un tiempo en los Estados Unidos y se tienen lazos familiares o
en la comunidad en la que se reside.
Con
esta realidad de medios con los que se cuenta en la actualidad sería imposible
deportar a 11 millones de migrantes en los 4 años que dura un gobierno
presidencial. Para ello serían necesarios, se estima, unos 90 mil agentes,
1300 cortes migratorias y contratar a unos 30 mil abogados federales.
En
total ello llevaría aparejado un incremento del presupuesto migratorio para
deportaciones en unos 400 mil millones de dólares (billones
americanos), lo cual no es fácil que se apruebe.
Por
otro lado está el costo humano, que nadie puede negar, e incluso el económico.
Se calcula que unos 8 millones del total de inmigrantes indocumentados tienen
un trabajo. En otras palabras, 6 de cada 100 trabajadores en Estados
Unidos es, en la actualidad, un migrante indocumentado.
Deportarlos
equivaldría a retirar de la economía 1 billón de dólares (trillón americano) lo
que llevaría a un decline de la economía ya que se estima que el PIB caería un
5.7 por ciento. Estas cantidades superan notablemente a lo que se estima
que son gastos locales, estatales y federales ocasionados por los migrantes
indocumentados.
Teniendo
en cuenta todo lo anterior cabe decir que es más probable que se opte por una
de las dos siguientes alternativas.
Refugiados
Por
orden ejecutiva, están paralizados por 120 días los ingresos de
refugiados de todos los países y de manera indefinida los
procedentes de Siria.
Aquellos
refugiados a los que la orden agarró en vuelo hacia Estados Unidos fueron
en un primer momento arrestados e incluso hubo casos en los que fueron
regresados. Sin embargo por ahora se les permite permanecer en el país por orden
de una juez federal, a la espera de nuevas noticias.
Además,
se prohíbe el ingreso a los Estados Unidos de los ciudadanos 7 países con
población musulmana en su mayoría: Irán, Irak, Sudán, Libia, Somalia,
Siria y Yemen.
En
un primer momento se prohibió también el ingreso a Estados Unidos a residentes
permanentes legales con pasaporte de uno de esos países. Esta prohibición
en estos momentos ha comenzado a aplicarse de una manera más sutil,
permitiéndose el ingreso de los residentes caso por caso. Es decir, decide el
oficial de inmigración cuando llegan a un punto migratorio de ingreso a los
Estados Unidos.
Y,
finalmente, por ahora tienen prohibido el ingreso en Estados Unidos los
ciudadanos de otros países que tienen doble nacionalidad y uno de sus
pasaportes es de uno de esos 7 países.
Parece
ser, aunque no está claro, que esta prohibición no afectaría a los ciudadanos
británicos, excepto si vuelan directamente desde uno de esos países a los
Estados Unidos. Si bien este punto no está claro al cien por cien y hay
versiones contradictorias.
Finalmente,
tener en consideración que la situación de refugiado y asilado se parecen, pero son
distintas.
Ciudadanía
de hijos de indocumentados
Una
de las cosas que dijo Trump durante la campaña es que quitaría la
ciudadanía a los hijos de migrantes indocumentados.
Esto
es altamente improbable que ocurra porque ese derecho de la ciudadanía para los nacidos en Estados Unidos está
protegido en la Constitución y quitarlo requeriría una reforma
constitucional, lo cual es difícil.
Confiscación
de dinero
Este
es uno de los temores extendidos por las comunidades migrantes. Pero es que no
es posible para el gobierno confisca el dinero por razón del estatus
migratorio de su dueño. Y esto es así tanto para el que se tiene en Estados
Unidos como para el que se envía por remesa a otro país
Si
el gobierno quisiera hacerlo sería inconstitucional y habría una gran
batalla en corte.
Órdenes
Ejecutivas del presidente Obama: Dreamers y militares
Durante
su presidencia Obama decidió dar ciertas protecciones a migrantes indocumentados.
Algunas como Parole In Place, para familiares de militares, y DACA, para
muchachos que llegaron a Estados Unidos siendo niños, salieron adelantes y
están siendo aplicados.
Otros,
como DACA extendido y DAPA para padres y madres de ciudadanos y residentes,
nunca llegaron a aplicarse y hoy hay que considerar que están muertos y no se
van a aplicar.
DACA es el programa que más está dando que hablar. En la
actualidad permite a más de 700 mil jóvenes no tener miedo de una
deportación, trabajar, tener un número del seguro social verdadero,
licencia de manejar e incluso, si se reúnen ciertos requisitos, viajar a
otro país y regresar a los Estados Unidos previa solicitud de una advance parole.
A
día de hoy no se sabe qué va a pasar con este programa, que se sigue
aplicando. Tampoco se sabe a ciencia cierta qué ocurriría con los datos
proporcionados al USCIS cuando se aplicó por DACA, en el caso de que este
programa llegara a derogarse.
Alguna
gente teme que el USCIS, quien los tiene en la actualidad, pueda entregárselos
a ICE, que es la oficina encargada de deportaciones. Esto es, en realidad,
especulación. Lo que sí puede esperarse si hipotéticamente ese fuera el caso
que habría una dura y larga batalla judicial, ya que organizaciones
de defensa de los migrantes irían a Corte para proteger esos datos.
En
este tema de DACA es imposible negar que hay mucha especulación. Mientras que
la información es buena y necesaria, la especulación es mala y sólo ayuda a
incrementar los temores.
Para
informarse hay páginas muy buenas dedicadas a los Dreamers como la de United We Dream o la
de My Undocumented
Life.
Reforma
migratoria
Durante
la presidencia de Barak Obama hubo varios intentos de reforma migratoria
promovidos por comités tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado,
con partidarios de ambos partidos. Sin embargo, los esfuerzos quedaron en nada.
La
presidencia de Donald Trump -republicano- se inició con ambas cámaras del
Congreso con mayoría republicana, Todo parece indicar que sería impensable
aprobar en estas circunstancias un cambio de ley para dar paso a la
legalización de los once millones de indocumentados que actualmente se estima
que viven en Estados Unidos.
Sí
que es sensato pensar en que es posible un cambio de algunas leyes migratorias
para reforzar los controles fronterizos, particularmente a lo largo de las
más de 1951 millas que separan Estados Unidos y México.
Visas
TN para mexicanos y canadienses
Al
amparo del Tratado de Libre Comercio (NAFTA), canadienses y mexicanos pueden
disfrutar de las visas que se conocen como TN, que en el caso de
mexicanos aplican a un largo listado de profesionales y que les permite
trabajar temporalmente en los Estados Unidos.
Trump
convirtió su oposición a algunos tratados de libre comercio en una pieza clave
de su campaña, lo cual sin duda le proporcionó un importante número de votos,
particularmente en estados afectados duramente por la deslocalización.
En
el caso de NAFTA no se sabe qué va a pasar, pero es probable pensar que puede
haber renegociaciones de algunos puntos del tratado, a lo cual ya
tanto Canadá como México han dicho que están dispuestos a hablar.
Si
hubiera renegociación, todavía no está claro qué aspectos se tocarían y se afectaría a las visas TN, tanto para el futuro como al estatus
de las ya aprobadas.
En
todo caso, toda renegociación de un tratado transcurre a lo largo de años,
por lo que en principio no hay que esperar ningún cambio inminente.
Obtención
de visas no inmigrante.
Por
orden ejecutiva de Trump, se suspende el US Visa Interview Waiver Program.
Es decir, vuelve a ser obligatoria la entrevista en el consulado o
embajada para renovar la visa de turista. La implementación de esta nueva
regla puede llevar a retrasos en las tramitaciones de las visas ya
que los consulados tendrán ahora que acomodar esa nueva carga de trabajo.
El
Presidente puede decidir cómo los oficiales consulares interpretan la ley, a la
hora de aprobar o denegar las visas no inmigrante, entre las que se encuentran las de
turista, intercambio, trabajo temporal, estudiante, etc.
Por
ejemplo, puede decidir un mayor escrutinio en todas las solicitudes de
visa, o sólo en las de ciertos países. Incluso el Presidente está
capacitado para ordenar que no se aprueben visas en un determinado país,
ya que para eso no es necesario el permiso previo de la Cámara de
Representantes ni del Senado.
Y
esto es lo que todo apunta que sucederá pronto para ciertos países musulmanes,
estableciéndose una moratoria de 30 días en la aprobación de visas para los
ciudadanos de Irán, Iraq, Afganistán, Somalia, Siria, Sudán y Yemen. Pasado ese
mes se establecerían nuevos protocolos para incrementar la seguridad y el
escrutinio de los solicitantes de visa.
Derechos
de los migrantes indocumentados
Todos
los migrantes tienen derechos básicos, incluidos los indocumentados. Recordar
siempre dos muy importantes. En primer lugar, el derecho a no declarar
contra uno mismo, es decir, a mantenerse en silencio.
Y
en segundo lugar que la migra solo puede entrar a la casa si tiene una
orden firmada por un juez. Si llaman a la puerta, no abrir, y pedir que se
enseñe por una ventana o por debajo de la puerta dicha orden.