martes, 31 de enero de 2017

Órdenes de Trump sobre muro, Comunidades Seguras y refugiados





Por María Rodríguez

Donald Trump llegó a la presidencia de los Estados Unidos prometiendo grandes cambios en materia migratoria, que empiezan a ser una realidad en relación al muro, deportaciones, programa Comunidades Seguras, ciudades santuario, refugiados y visas
Además se espera novedades inmediatas.
Este artículo trata de las novedades en esos temas y también de las que se esperan pronto porque Trump aludió a ellos la campaña pero sobre los que todavía no hay noticias. Siempre tratando de dar información sobre lo que se sabe por ahora y de huir de la especulación, que tanto daño y miedo está causando.
Los temas que se tratan son en este artículo son:
Construcción del muro en frontera con México
Deportación y sus prioridades
Refugiados
Ciudadanía de los hijos de migrantes indocumentados
Confiscación de dinero
DACA y otros programas aprobados por Acción Ejecutiva
Reforma migratoria
Visas TN para mexicanos y canadienses
Visas no inmigrantes, tipo turista, estudiantes, trabajo temporal, etc.
Ciudades santuario
Construcción de un muro en la frontera de Estados Unidos con México
Por orden de Trump, Estados Unidos reforzará la seguridad en su frontera terrestre con México mediante la construcción de un muro.
Se estima que constará unos $ 6.5 millones de dólares americanos por cada milla construida a lo que hay que sumar otros $4.2 millones por milla en concepto de carreteras de acceso y demás infraestructuras de apoyo. Además, habría que sumar el importe por su mantenimiento.
Por todo ello se estima que el costo final puede rondar desde los $14 a los $20 mil millones de dólares americanos (billones, en la manera de contar de Estados Unidos).
Aunque no está clara la procedencia de todo el dinero para la construcción de un muro a lo largo de casi 2 mil millas de frontera, al menos una parte será dinero federal ya presupuestado para otros asuntos que se destinará ahora para dicha construcción.
Detenciones, comunidades seguras y ciudades santuario
Desde que Trump asumió la presidencia se está reportando un incremento inmediato en el número de deportaciones de indocumentados con récord delictivo. Recordar en este punto que haber sido deportado en el pasado y regresar ilegalmente a los Estados Unidos es un delito. 
Además,  se ha anuncia un aumento de la capacidad de detención de migrantes por parte de las agencias federales y el restablecimiento de Programa Comunidades Seguras, que fue el que causó un incremento enorme de deportaciones en los primeros años del gobierno de Obama.
Asimismo, se ha ordenado no enviar dinero federal a las denominadas ciudades santuario, es decir, aquellas que rechazan informar sobre el estatus migratorio de sus residentes. Entre esas ciudades se encuentran Los Ángeles, Nueva York y Chicago.
Por otro lado, tanto Trump como miembros prominentes de su campaña se han pronunciado a favor de deportaciones masivas. Se llegó a decir, en el periodo electoral, que se procedería a deportar los 11 millones de indocumentados presentes en Estados Unidos en el plazo de dos años. Si bien esta declaración ha sido matizada tanto antes de las elecciones como después. 
En este punto, la verdad es que no se sabe bien cuál será la política que se seguirá pero parece altamente improbable que se llegue a llevar a cabo la amenaza de deportación de todos de todos los indocumentados y ello básicamente por una razón económica.
El gasto que supondría deportar a 11 millones de inmigrantes sería enorme, y tendría que ser aprobado por el Congreso, que está conformado por muchos legisladores que se oponen a cualquier incremento de gasto por parte del gobierno federal.
En la actualidad el sistema migratorio de Estados Unidos está capacitado para deportar a un máximo de 400 mil migrantes por año fiscal. Ello se debe a que es monto de actividad que se puede realizar con 4000 agentes, 58 cortes de inmigración, 250 locales federales de detención y capacidad para 34 mil camas para detenidos.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los migrantes no pueden ser expulsados automáticamente teniendo muchos de ellos derecho a su día en corte y luchar la deportación. Esto es especialmente así cuando se ha vivido por un tiempo en los Estados Unidos y se tienen lazos familiares o en la comunidad en la que se reside.
Con esta realidad de medios con los que se cuenta en la actualidad sería imposible deportar a 11 millones de migrantes en los 4 años que dura un gobierno presidencial. Para ello serían necesarios, se estima, unos 90 mil agentes, 1300 cortes migratorias y contratar a unos 30 mil abogados federales. 
En total ello llevaría aparejado un incremento del presupuesto migratorio para deportaciones en unos 400 mil millones de dólares (billones americanos), lo cual no es fácil que se apruebe.
Por otro lado está el costo humano, que nadie puede negar, e incluso el económico. Se calcula que unos 8 millones del total de inmigrantes indocumentados tienen un trabajo. En otras palabras, 6 de cada 100 trabajadores en Estados Unidos es, en la actualidad, un migrante indocumentado.
Deportarlos equivaldría a retirar de la economía 1 billón de dólares (trillón americano) lo que llevaría a un decline de la economía ya que se estima que el PIB caería un 5.7 por ciento. Estas cantidades superan notablemente a lo que se estima que son gastos locales, estatales y federales ocasionados por los migrantes indocumentados.
Teniendo en cuenta todo lo anterior cabe decir que es más probable que se opte por una de las dos siguientes alternativas.
Refugiados
Por orden ejecutiva, están paralizados por 120 días los ingresos de refugiados  de todos los países y de manera indefinida los procedentes de Siria.
Aquellos refugiados a los que la orden agarró en vuelo hacia Estados Unidos fueron en un primer momento arrestados e incluso hubo casos en los que fueron regresados. Sin embargo por ahora se les permite permanecer en el país por orden de una juez federal, a la espera de nuevas noticias. 
Además, se prohíbe el ingreso a los Estados Unidos de los ciudadanos 7 países con población musulmana en su mayoría: Irán, Irak, Sudán, Libia, Somalia, Siria y Yemen. 
En un primer momento se prohibió también el ingreso a Estados Unidos a residentes permanentes legales con pasaporte de uno de esos países. Esta prohibición en estos momentos ha comenzado a aplicarse de una manera más sutil, permitiéndose el ingreso de los residentes caso por caso. Es decir, decide el oficial de inmigración cuando llegan a un punto migratorio de ingreso a los Estados Unidos.
Y, finalmente, por ahora tienen prohibido el ingreso en Estados Unidos los ciudadanos de otros países que tienen doble nacionalidad y uno de sus pasaportes es de uno de esos 7 países.
Parece ser, aunque no está claro, que esta prohibición no afectaría a los ciudadanos británicos, excepto si vuelan directamente desde uno de esos países a los Estados Unidos.  Si bien este punto no está claro al cien por cien y hay versiones contradictorias.
Finalmente, tener en consideración que la situación de refugiado y asilado se parecen, pero son distintas.
Ciudadanía de hijos de indocumentados
Una de las cosas que dijo Trump durante la campaña es que quitaría la ciudadanía a los hijos de migrantes indocumentados.
Esto es altamente improbable que ocurra porque ese derecho de la ciudadanía para los nacidos en Estados Unidos está protegido en la Constitución y quitarlo requeriría una reforma constitucional, lo cual es difícil.
Confiscación de dinero
Este es uno de los temores extendidos por las comunidades migrantes. Pero es que no es posible para el gobierno confisca el dinero por razón del estatus migratorio de su dueño. Y esto es así tanto para el que se tiene en Estados Unidos como para el que se envía por remesa a otro país
Si el gobierno quisiera hacerlo sería inconstitucional y habría una gran batalla en corte.
Órdenes Ejecutivas del presidente Obama: Dreamers y militares
Durante su presidencia Obama decidió dar ciertas protecciones a migrantes indocumentados. Algunas como Parole In Place, para familiares de militares, y DACA, para muchachos que llegaron a Estados Unidos siendo niños, salieron adelantes y están siendo aplicados.
Otros, como DACA extendido y DAPA para padres y madres de ciudadanos y residentes, nunca llegaron a aplicarse y hoy hay que considerar que están muertos y no se van a aplicar.
DACA es el programa que más está dando que hablar. En la actualidad permite a más de 700 mil jóvenes no tener miedo de una deportación, trabajar, tener un número del seguro social verdadero, licencia de manejar e incluso, si se reúnen ciertos requisitos, viajar a otro país y regresar a los Estados Unidos previa solicitud de una advance parole.
A día de hoy no se sabe qué va a pasar con este programa, que se sigue aplicando. Tampoco se sabe a ciencia cierta qué ocurriría con los datos proporcionados al USCIS cuando se aplicó por DACA, en el caso de que este programa llegara a derogarse.
Alguna gente teme que el USCIS, quien los tiene en la actualidad, pueda entregárselos a ICE, que es la oficina encargada de deportaciones. Esto es, en realidad, especulación. Lo que sí puede esperarse si hipotéticamente ese fuera el caso que habría una dura y larga batalla judicial, ya que organizaciones de defensa de los migrantes irían a Corte para proteger esos datos.
En este tema de DACA es imposible negar que hay mucha especulación. Mientras que la información es buena y necesaria, la especulación es mala y sólo ayuda a incrementar los temores.
Para informarse hay páginas muy buenas dedicadas a los Dreamers como la de United We Dream o la de My Undocumented Life
Reforma migratoria
Durante la presidencia de Barak Obama hubo varios intentos de reforma migratoria promovidos por comités tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, con partidarios de ambos partidos. Sin embargo, los esfuerzos quedaron en nada.
La presidencia de Donald Trump -republicano- se inició con ambas cámaras del Congreso con mayoría republicana, Todo parece indicar que sería impensable aprobar en estas circunstancias un cambio de ley para dar paso a la legalización de los once millones de indocumentados que actualmente se estima que viven en Estados Unidos.
Sí que es sensato pensar en que es posible un cambio de algunas leyes migratorias para reforzar los controles fronterizos, particularmente a lo largo de las más de 1951 millas que separan Estados Unidos y México.
Visas TN para mexicanos y canadienses
Al amparo del Tratado de Libre Comercio (NAFTA), canadienses y mexicanos pueden disfrutar de las visas que se conocen como TN, que en el caso de mexicanos aplican a un largo listado de profesionales y que les permite trabajar temporalmente en los Estados Unidos.
Trump convirtió su oposición a algunos tratados de libre comercio en una pieza clave de su campaña, lo cual sin duda le proporcionó un importante número de votos, particularmente en estados afectados duramente por la deslocalización. 
En el caso de NAFTA no se sabe qué va a pasar, pero es probable pensar que puede haber renegociaciones de algunos puntos del tratado, a lo cual ya tanto Canadá como México han dicho que están dispuestos a hablar. 
Si hubiera renegociación, todavía no está claro qué aspectos se tocarían y se afectaría a las visas TN, tanto para el futuro como al estatus de las ya aprobadas. 
En todo caso, toda renegociación de un tratado transcurre a lo largo de años, por lo que en principio no hay que esperar ningún cambio inminente.
Obtención de visas no inmigrante.
Por orden ejecutiva de Trump, se suspende el US Visa Interview Waiver Program. Es decir, vuelve a ser obligatoria la entrevista en el consulado o embajada para renovar la visa de turista. La implementación de esta nueva regla puede llevar a retrasos en las tramitaciones de las visas ya que los consulados tendrán ahora que acomodar esa nueva carga de trabajo.
El Presidente puede decidir cómo los oficiales consulares interpretan la ley, a la hora de aprobar o denegar las visas no inmigrante, entre las que se encuentran las de turista, intercambio, trabajo temporal, estudiante, etc. 
Por ejemplo, puede decidir un mayor escrutinio en todas las solicitudes de visa, o sólo en las de ciertos países. Incluso el Presidente está capacitado para ordenar que no se aprueben visas en un determinado país, ya que para eso no es necesario el permiso previo de la Cámara de Representantes ni del Senado.
Y esto es lo que todo apunta que sucederá pronto para ciertos países musulmanes, estableciéndose una moratoria de 30 días en la aprobación de visas para los ciudadanos de Irán, Iraq, Afganistán, Somalia, Siria, Sudán y Yemen. Pasado ese mes se establecerían nuevos protocolos para incrementar la seguridad y el escrutinio de los solicitantes de visa.
Derechos de los migrantes indocumentados
Todos los migrantes tienen derechos básicos, incluidos los indocumentados. Recordar siempre dos muy importantes. En primer lugar, el derecho a no declarar contra uno mismo, es decir, a mantenerse en silencio.
Y en segundo lugar que la migra solo puede entrar a la casa si tiene una orden firmada por un juez. Si llaman a la puerta, no abrir, y pedir que se enseñe por una ventana o por debajo de la puerta dicha orden.

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