Por: Jeffrey Thomas
Washington - Los inmigrantes a Estados Unidos siguen encontrando en el país la tierra de oportunidad, tanto para ellos como para sus hijos, de acuerdo con un nuevo informe.
"Estados Unidos ofrece una dramática movilidad a los inmigrantes", dijo Ron Haskins, autor del libro titulado Economic Mobility of Immigrants in the United States, que se puede traducir como Movilidad Económica de Inmigrantes en Estados Unidos.
"El gran relato de Estados Unidos es que todavía ofrece un puesto de trabajo al inmigrante de primera generación y mejores empleos para sus hijos". Haskins es director del Proyecto de Movilidad Económica, una colaboración con participación de individuos de cuatro importantes grupos de expertos de Estados Unidos, que recientemente emitieron un informe.
El Proyecto de Movilidad Económica es un examen actual del llamado Sueño Americano, un concepto que involucra la justicia social, avance social e igualdad de oportunidades.
La inmigración legal a Estados Unidos ha aumentado substancialmente en las décadas recientes - de 3,3 millones anuales en la década de 1960 a 9,1 millones en la década de 1990, de acuerdo con los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, parte del Departamento de Seguridad Nacional. El Departamento de Estado informa que entre el 2000 y 2005, un total de 3.7 millones de inmigrantes se hicieron ciudadanos y Estados Unidos otorgó residencia legal a 5.8 millones de personas. Los estimados de la cantidad de inmigrantes ilegales en Estados Unidos varían mucho. El Centro de Congregación Hispana, entidad no partidista de investigación, calcula una población no autorizada de entre 11.5 a 12 millones hasta marzo de 2006, basándose en la Oficina del Censo y otra información. Haskins estima que 500.000 trabajadores indocumentados o ilegales llegan cada año, la mayoría procedentes de México.
Haskins destacó una nota de preocupación al señalar que "históricamente, la economía de Estados Unidos ha creado exitosamente oportunidad y movilidad económica para familias de inmigrantes, pero la escala de la reciente inmigración - y especialmente de inmigrantes pobremente educados - puede ser causa de preocupación en el futuro".
El logro de educación tiene efecto dramático en el salario de los inmigrantes, tanto de primera como de segunda generación, y por lo tanto en la movilidad económica, como muestra el informe.
No hay un inmigrante típico, de acuerdo con el informe - hay dos. Y un retrato correcto de los recién llegados es complejo: un porcentaje más alto del inmigrante legal tiene grados avanzados en comparación a la población de no inmigrantes, pero una gran cantidad de inmigrantes, --especialmente los trabajadores indocumentados de América Latina - tienen grados de educación relativamente bajos.
Un estudio reciente la Fundación Nacional de Ciencia descubrió que, a diferencia de los inmigrantes menos educados, 67 por ciento de los inmigrantes científicos e ingenieros mencionaron razones familiares u oportunidades educativas como su razón principal por venir a Estados Unidos y sólo 21 por ciento mencionó un empleo u oportunidades económicas.
En 2003 había 3.352.000 científicos e ingenieros estadounidenses que eran inmigrantes. Históricamente los trabajadores inmigrantes en promedio han ganado más que los trabajadores no inmigrantes, como los hijos de inmigrantes, la llamada "segunda generación". En 2000, el año más reciente del que se tienen estadísticas disponibles, los inmigrantes de segunda generación continuaban ganando más que los trabajadores no inmigrantes, en 6,3 por ciento (contra el 17,8 por ciento más en 1940 y 14,6 por ciento más en 1970).
Los inmigrantes de primera generación, sin embargo, ganaban 20 por ciento menos en el 2000 que el típico trabajador no inmigrante (contra 6 por ciento más en 1940 y 1,4 por ciento más en 1970), de acuerdo con la información del censo de Estados Unidos, la fuente de todas las estadísticas del informe.
"Parece que la economía de Estados Unidos recompensa cada vez más la educación", aseveró Stuart Butler, experto en estudios de política económica en la Fundación Heritage, un instituto conservador de investigación.
Graduados de preparatoria de México que trabajan en Estados Unidos ganan menos que los trabajadores no inmigrantes, pero ganan ocho veces más que si hubieran permanecido en México, declaró Haskins. "La economía estadounidense proporciona un gran impulso a la movilidad de la primera generación de inmigrantes", aun a aquellos que tienen menos educación y aun si ganan menos que los no inmigrantes, agregó.
El informe muestra que los niños de inmigrantes obtienen más altos Niveles de educación que sus padres - y de hecho, tienen más probabilidad de obtener grados universitarios y grados aún más avanzados que los hijos de no inmigrantes. El informe concluye, sin embargo, que los prospectos económicos de la segunda generación dependen de sus logros educativos. "La asimilación económica parece estar funcionando muy bien", explicó Haskins, pero "los hijos de inmigrantes con bajos salarios, mal educados podrían tener un ascenso difícil para lograr la paridad económica con los no inmigrantes".
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