La Patrulla Fronteriza de
EU los agarró a latigazos
Unos 19,000 haitianos
se han refugiado en México
Por Francisco Gómez
Maza
Los miles de inmigrantes
haitianos, refugiados en un campamento de la localidad tejana de Del Río,
limítrofe con Ciudad Acuña, en el estado mexicano de Coahuila, se veían, este
martes, cada vez con menos opciones, mientras el gobierno de Estados Unidos
preparaba seis vuelos, para expulsarlos o a Puerto Príncipe o a Tapachula.
Los retornarán a una
vida de mendicantes en la ciudad chiapaneca o a la nada de un país devastado
por inundaciones, los terremotos y la pobreza extrema que conlleva una
insultante desigualdad en todos los estamentos de la vida. El gobierno de
México, por su parte, empezó a llevarse a algunos de la frontera entre De Río y
Ciudad Acuña en autobuses, para regresarlos al sudoriente del país.
Más de 6,000 haitianos
y otros migrantes habían sido desalojados del campamento en Del Rio, en el
trascurso del lunes 20, de acuerdo con fuentes periodísticas. La guardia
fronteriza prácticamente arreó a muchos haitianos, cogiendo a varios a
latigazos. Obviamente, las autoridades estadounidenses fueron criticadas por
utilizar patrullas a caballo para impedir que la gente entrara en la localidad
texana, lo cual fue suficiente para que, algunos migrantes haitianos,
regresaran a México, mientras que otros trataban de decidir a qué lado de la
frontera probar suerte.
Funcionarios de la
Comisión Nacional mexicana de Derechos Humanos caminaban entre los migrantes
para localizar a los interesados en solicitar asilo en México. En lo que va de
año, más de 19,000 haitianos han decidido hacerlo, incluidos algunos ahora en
la frontera.
Las autoridades
mexicanas detenían a algunos migrantes. Los primeros autobuses llenos salieron
el domingo, y el lunes llegaron más autobuses vacíos. Algunos trabajadores
humanitarios dijeron el lunes que habían visto a agentes de la Guardia Nacional
ayudando a agentes de inmigración a detener un grupo de 15 a 20 migrantes en
Acuña, de acuerdo con la Associated Press. Un funcionario federal de EU dijo el
domingo que el plan era llevar a los migrantes hacia Monterrey, en el norte del
país, y hacia Tapachula, cerca de la frontera sur de México, y de allí
trasladarlos vía aérea hacia Haití.
Muy buena noticia la
que dio el Presidente de la República en su conferencia matutina de este martes
21 de septiembre, al confirmar que las familias asentadas en el Cerro del
Chiquihuite, en el municipio mexiquense de Tlalnepantla, como lo anunció un día
antes, el lunes, el secretario general de Gobierno del Estado de
México, Ernesto Nemer Álvarez.
No podía ser de otra
manera. Si los habitantes de la zona continúan indudablemente que no vivirán
tranquilos, por la permanente expectativa de otro deslave, como el ocurrido el
11 de septiembre, al desgajarse pesadísimas rocas.
Mientras, el Banco de
México nos da buenas noticias de su estado de cuenta, aunque los miembros de su
Junta de Gobierno no manifiesten interés y menos solidaridad con las víctimas
de las tragedias que ha tenido que soportar la sociedad mexicana, como el
terremoto, el derrumbe en el Chiquihuite, las inundaciones, la violencia, y
ahora el terrorismo sospechoso.
Claro, puede alegarse
que el instituto bancario central cumple su tarea cuidando que el proceso
inflacionario no se desborde, que si esto ocurriera los pobres pagarían el
pato, pues la inflación se saliese de control, la carestía y el descontrol de
precios destaparía el egoísmo y el espíritu de ganancia a como dé lugar, de los
mexicanos que se dedican al comercio.
El Banco de México dio
a conocer este martes su estado de cuenta correspondiente a la semana pasada,
la que terminó el 17 de septiembre, reveló que, tanto el saldo de las reservas
internacionales como el del dinero circulante entre los mexicanos y el sistema
bancario nacional, indican que la inflación puede ser controlada a un trimestre
de que termine 2021 y a un año y medio de que ocurrió el primer fallecimiento a
finales de febrero de 2020.
Las reservas
internacionales tuvieron una disminución por 136 millones de dólares estadounidenses,
con lo que su saldo, al cierre de la semana, fue de 198,402 millones de
dólares, monto que revela que se mantiene el equilibrio.
Lo que movió las
reservas fue que, en la semana que terminó el 17 de septiembre, Banco de México
realizó operaciones de mercado abierto con instituciones bancarias, para
compensar una contracción neta de la liquidez por 34,360 millones de pesos.
Esta fue resultado de: El depósito de recursos en la cuenta de la Tesorería de
la Federación y otras operaciones por 14,186 millones de pesos. La mayor
demanda por billetes y monedas por parte del público por 20,174 millones de
pesos.
Por su lado, la base
monetaria (billetes y monedas en circulación y depósitos bancarios en cuenta
corriente en el Banco de México) aumentó 20,174 millones de pesos, alcanzando
un saldo de 2,209,567 millones de pesos, cantidad que implicó una variación
anual de 15.2%.
El nivel y el
comportamiento de la base monetaria refleja en parte las medidas sanitarias
implementadas en el país, que habrían afectado la demanda de efectivo por parte
del público como medio de pago. Adicionalmente, la mayor demanda de efectivo en
la semana refleja el efecto estacional asociado al día feriado del 16 de
septiembre.
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