Por Armando García
Desperté con la triste noticia del
fallecimiento de mi eterna amiga y compañera de lucha por la justicia social,
me refiero a la incansable mujer Gladys Guadalupe López Hernández.
Gladys como todos la llamábamos cariñosamente,
fue una mujer aguerrida, luchadora por la educación popular a nivel
preparatoria en México aparte de estar involucrada en movimientos sindicales y
populares.
La conocí en 1969 cuando era estudiante de
la Preparatoria Popular, ella se encargaba de los asuntos administrativos de la
escuela.
Estuvo presa políticamente. Yo era una de
las personas que la visitaba en la Cárcel de Mujeres en Santa Martha Acatitla.
Creo que fui uno de los pocos compañeros que le llevaba material sobre lo que ocurría
fuera de la prisión en cuestiones de la lucha por el cambio social. La mantenía
informada sobre las actividades del grupo de teatro de la preparatoria, al cual
pertenecía y le llevaba material discográfico y literario.
La dejé de ver por muchos años, debido a que me mudé al extranjero y, gracias a compañeros de la Prepa y del Grupo de
Teatro Mascarones, la volví a ver en el 2011, cenamos juntos, platicamos y
recordamos los tiempos de nuestra juventud.
Supe que cada diciembre había reunión de
los preparatorianos y por estar lejos, nunca pude acudir. Pero siempre mantuve
contacto con ella a través de el Facebook y el Messenger, enviándole mis notas periodísticas
y mis actividades.
A Gladys, le agradezco el apoyo de los
chavos, ahora ya en la tercera edad, de diferentes generaciones, que me
ayudaran a salir adelante cuando estando en Pachuca Hidalgo, en el 2016, me fracturé
una cadera y requerí ayuda económica para salir adelante con mis gastos.
Debido a esa lesión de la cadera, que me ha
mantenido prácticamente incapacitado, no he vuelto a México y por lo tanto no
pude asistir a los 50 años de la fundación de la Preparatoria Popular ni al
medio siglo de la Noche y Genocidio de Tlatelolco.
Joel Ochoa, otro luchador social, alumno y
dirigente de la Preparatoria Popular, plantel Tacuba, me envió una foto en el Zócalo
de México[LA1] tomada en octubre pasado donde estaba con Gladys. Se veía bien y
llena de vida.
Al saber de su partida de este mundo, busqué su ultimo mensaje, fue cuando cumplió años el 19 de abril pasado,
la felicité y me disculpé por no haber
ido a su fiesta. Y me contesta: “Me debes un abrazo para cuando vengas a México”.
Gladys, no alcanzó a ver el inicio del
cambio en México por el cual tanto luchó. Gladys, te nos adelantaste un poco a
la eternidad, viaje que algún día tendremos que hacer. Espéranos, espérame para
darte todos los abrazos que te debo.
Tu compañero en la lucha,
Armando
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