Por Armando García
En el 2 de febrero es
un día histórico para la población méxico-estadounidense de ya que se recuerda
la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo, ocurrida en 1848. En esa fecha, al
firmarse el tratado acabaron las hostilidades bélicas del Siglo XIX entre México
y Estados Unidos.
El tratado habla de
los acuerdos donde México pierde más de la mitad de su territorio, desde Texas
hasta California, incluyendo partes de Nevada, Utah y Colorado.
En México, este
acontecimiento está prácticamente olvidado. A nadie le interesa. El pueblo
mexicano solamente recuerda a sus ‘Niños Héroes’, unos cadetes que la historia
mexicana los recuerda como los valientes que se enfrentaron contra las tropas
estadounidenses en 1847.
El territorio perdido
y la firma del tratado, marca el inicio de la historia del pueblo chicano en
Estados Unidos. Los estudios históricos a nivel universitario comienzan la
historia de los ‘olvidados’ o los ‘condenados’ a vivir en un país que aun a
pesar de ser ciudadanos estadounidenses, por más de 150 años han sido
considerados ciudadanos de segunda clase y hasta en muchas ocasiones ser
comparados o igualados con la población inmigrante indocumentada o legal
proveniente de México.
Aunque desde la década
de los 80s, a donde al méxico-estadounidense se le impuso la etiqueta de
hispano, uniéndolo al resto de los descendientes de España y Latinoamérica, sus
condiciones de vida en este país han mejorado gracias a la adaptación al
sistema de vida estadounidense, el conocimiento del idioma y la poca o mucha
cultura que impera en este país. Inclusive el caso o nula posibilidad de que la
familia inmigrante del México-estadounidense pudiera regresar a su México Lindo
y Querido. Esto debido a que en México, aunque lo nieguen sus pobladores, allá también
existe la discriminación contra los indígenas, los gringos y hasta los
chicanos.
Debido a la ignorancia
absoluta de la existencia de un tratado histórico entre México y Estados
Unidos, los México-estadounidenses están a la desventaja de competir políticamente
en unas elecciones tan importantes como la presidencial del año actual. El
Partido Republicano les abre las puertas para esa contienda a dos personas de
origen cubano. Hay una gran diferencia entre el año 1848 que corresponde históricamente
a los mexicoamericanos el año 1959 que le corresponde a los cubanos. Hay una
diferencia de un siglo favoreciendo a los México-estadounidense, pero pocos son
los que hablan de ello y otros ignoran su historia o pretenden no conocerla
para beneficio propio.
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