martes, 26 de agosto de 2008

Las selvas suramericanas


Por: Isaac Bigio

Las selvas de Bolivia y Perú son geográficamente contiguas, pero las protestas anti-gubernamentales que ambas vienen haciendo las ubican en polos políticos antagónicos.
En el Perú diversas etnias amazónicas han realizado bloqueos y ocupaciones atacando multinacionales, oponiéndose al TLC y presionando desde la izquierda.
En Bolivia, organizaciones cívicas y municipales de la Media Luna paran pidiendo más rentas y autonomía, y cuestionan desde la derecha a su presidente Evo, quien no quiere hacer el TLC.
Mientras el oriente en Bolivia es el bastión de la resistencia al nacionalismo indianista atrincherado en la sede del gobierno, en Perú, inversamente, éste quiere detonar un levantamiento indígena contra Palacio.
La diferencia entre ambos se debe a sus respectivas bases sociales. En Perú, las protestas son realizadas por comunidades nativas pobres, mientras que en Bolivia éstas son lideradas por prósperos empresarios interesados en abrirse más hacia el mercado global.
El regionalismo es algo que la derecha boliviana usa contra la izquierda, cuando en el Perú pasa lo opuesto.

Divorcios


La división entre dos naciones es más fácil que se dé pacíficamente entre pueblos cuya geografía, idioma e historia están decantados (checos vs. eslovacos o suecos vs. noruegos), pero puede ser más violenta cuando las distintas etnias están entremezcladas y no muy diferenciadas (los serbios, bosnios y croatas comparten la misma lengua y muchos territorios, al igual que pasó con los bengalíes o punyabíes de la India y Pakistán).
Si Bolivia se separa tal vez hay más chance que esto se dé con sangre que con acuerdos. Collas y cambas no son naciones distintas (tienen la misma lengua, religión e historia desde hace medio milenio) y están entremezclados (en el oriente hay muchos collas y también muchos cambas y pueblos nativos fieles a Bolivia).
La pugna entre La Paz y Santa Cruz es una entre intereses y modelos económicos distintos. Esto podría conducir a concesiones mutuas (como pasó entre Beijing y Hong Kong) o a choques donde la derecha o la izquierda acabarían por imponerse a nivel nacional o generar una división tipo Corea, Yemen o Vietnam.


Mitos

LONDRES.

El referendo ha desnudado dos mitos que hay sobre Bolivia. Uno de ellos es que la mayoría de los departamentos y toda la Media Luna están en contra del gobierno, y el otro es que la autonomía es una demanda sólo de la 'oligarquía', pues ésta no ha calado en el pueblo camba.

Evo ganó en todos los cinco departamentos occidentales. En los cuatro departamentos de la Media Luna, el Sí ganó en Pando, casi empató en Tarija y sólo terminó bastante derrotado en Beni y Santa Cruz. No existe, pues, un consenso en estos cuatro departamentos para lograr una oposición frontal al gobierno, y menos aún para una separación conjunta.

Sin embargo, sumando a Beni con Santa Cruz hubo 453,000 votos por el No y sólo 316,000 por el Sí a Evo. Esto evidencia una amplia masa que cree en la autonomía, a la cual el gobierno y la izquierda no pueden ignorar.

Esto, sin embargo, no muestra que todo o la mayoría de ese electorado estuviese dispuesto a dividir a Bolivia, aunque sí que hay una base social susceptible a escuchar planteos separatistas, los mismos que podrían avanzar si La Paz mete la pata.

Mitos

Bolivia se diferencia de otros países hispanoamericanos en que su república no siempre se ha centrado alrededor de una capital que es su principal centro económico y poblacional. En 1899 una guerra civil movió la sede del gobierno a La Paz desde Sucre (que antes se llamaba Charcas y con ese nombre se conoció a Bolivia antes de 1825).
Si Bolivia fue dominada en el siglo XX por el estaño y por La Paz, en el siglo XXI el oriente es el principal proveedor de divisas (el gas) y tiene un boom de exportaciones agropecuarias. La ciudad de Santa Cruz ya sobrepasó a la de La Paz en pujanza y en habitantes.
La élite cruceña cree que La Paz les coarta con su centralismo (por lo que piden autonomías y que la capital plena retorne a Sucre) y con promover hoy un nacionalismo populista que afecta su modelo de crecimiento basado en el libre comercio.
Esta necesidad material crea una nueva ideología nacionalista donde se recalca que los cambas se diferencian de los collas por su raza y cultura, por el tono de su español y por no haber sido parte del incario.

Referendo boliviano

Evo Morales obtuvo un respaldo de más del 67% de los votos, cifra con la que ninguno de los actuales presidentes americanos ha llegado al poder. Es el boliviano más votado de todos los tiempos y el primero en haber superado los 2 millones de sufragios.

El ganó en 6 de los 9 departamentos (en La Paz, Oruro y Potosí con más del 83%; en Cochabamba con un 71%; y en Chuquisaca y Pando, a pesar que éstos tienen prefectos opositores). En Tarija apenas perdió por un 0.35%. Sus únicas derrotas significativas fueron en Beni y en Santa Cruz donde el No venció por un 56% y un 61%, respectivamente.

Muchos sindicalistas hoy querrán presionar a Evo para que haga nacionalizaciones, redistribuciones de tierras y medidas contra la ‘oligarquía camba’. Sin embargo, el gobierno parece más dispuesto a adoptar un tono conciliador creyendo que así pudiese evitar ser desbordado por sus propios sectores radicales y también poder así dividir a sus detractores entre los ‘moderados’ dispuestos a transar y los radicales separatistas, a quienes Evo busca aislar.

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