Por Armando García
Por lo
regular las editoriales en Nuestra América Magazine tratan de los
acontecimientos en Latinoamérica, pero algo que no puede pasar desapercibido
son los acontecimientos mundiales que pudieran afectar a nosotros los que
vivimos en el Continente Americano y en particular a los habitantes en Estados
Unidos.
Me
refiero a los rumores que circulan sobre un posible enfrentamiento bélico entre
Estados Unidos e Irán a raíz de las destrucción parcial de la Embajada
estadounidense en Bagdad por manifestantes contrarios a EE. UU. y del asesinato
de un general iraní en el aeropuerto de esa ciudad por las fuerzas
estadounidenses.
A
gritos de “Muerte a América”, se pueden ver en todos los medios por parte de iraníes
y aliados que sirven como carga ideológica propagandística contra Donald J.
Trump levantando pasiones contra el imperialismo que representa el mandatario.
Lo que
ocurra en el Medio Oriente, tendrá repercusiones en América Latina, porque en
esa región del mundo, EE. UU. se surte del oro negro, es decir el petróleo, y
el nuevo oro en el mundo es el litio, el mineral blanco que en Latinoamérica se
encuentran las mayores reservas del mundo.
Si a EE.
UU. le haría falta el petróleo por lo que ocurra en el Medio Oriente, su opción
de obtenerlo está en Venezuela y de paso ir tras el Litio, el cual está en
grandes cantidades en Bolivia.
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