Análisis a Fondo
Otro paso más en dirección a la reelección
Nuevas desventajas para la planta mexicana
Por Francisco Gómez Maza
El entusiasmo del presidente López Obrador, ante
la firma de Trump en el acuerdo comercial entre Estados Unidos, Canadá y México
parece exagerado. Pero al mandatario mexicano no le queda más que mostrar
optimismo por el tratado con el gigante norteamericano y Canadá, ante las
muestras de descontento de los grandes empresarios por las cifras tristes de la
marcha de la economía nacional.
La prensa mexicana hizo alharaca porque Donald
Trump promulgó, este miércoles, el nuevo acuerdo comercial de América del Norte
(T-MEC), en una ceremonia en la Casa Blanca, a la que asistió el canciller
Marcelo Ebrard Cassaubon, y en la cual el hombre de los bucles dorados se
congratuló a sí mismo por estampar su firma en el documento, después de que el
vetusto NAFTA fue para él “una pesadilla”. El lo dijo machaconamente durante su
campaña.
Trump, durante la ceremonia de la firma,
agradeció a México, al Presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien dijo
tener “una amistad increíble”.
Trump logró lo que buscaba. Un nuevo acuerdo a su
medida, a la medida de su afán proteccionista. Hizo de la renegociación del
NAFTA o TLCAN (para los mexicanos) un tema machacador de su campaña en 2016, y
planea promocionar su reemplazo en los eventos en las próximas semanas,
mientras busca un segundo mandato y enfrenta un juicio político en el Senado.
Pero en este acuerdo no todo es bonanza, menos
para López Obrador: el nuevo acuerdo se aparta del libre comercio, en
un mayor grado, que el tratado que reemplaza… Pero este temor ya no se aplica a
México, sino, como enunciara Thomas Friedman, a China y a India.
En efecto, la fuerza del bloque en la economía
mundial es considerable, pero resulta imposible afirmar que tiene la suficiente
para seguir siendo competitiva frente a estos jugadores asiáticos.
Por lo tanto, los efectos más importantes de
estas restricciones, como lo dijo en su momento el maestro Mario Abraham Dipp
Núñez, director de CETYS Universidad Campus Mexicali y profesor de posgrado en
la institución, podrían ser:
Encarecimiento de automóviles: el aumento de la
cuota porcentual de componentes automotrices manufacturados dentro de la región
hasta el 75%.
Aumento del desempleo en México: Al requerir,
para estar libre del gravamen de venta (2.25%) para 2023 la construcción del
40% de un automóvil en una región con un salario superior a los 16 USD, le
resta competitividad a México en una de sus mayores exportaciones: automóviles,
que totalizan el 8.6% del PIB, según el Observatorio para la Complejidad
Económica (2018).
Aumento de la participación estadounidense en el
sector lechero canadiense de tan sólo el 0.59%, como postula el profesor
emérito de Stanford University, Roger Noll (2018), lo cual hace traslúcido que
el cambio de nombre es, sobre todo, un ejercicio de rebranding por parte
de Trump.
A su vez, la cláusula sunset, uno de los
puntos más conflictivos para el establecimiento del tratado, fue el último
elemento en ser discutido, por mutuo consentimiento entre las delegaciones
participantes. Al respecto, el ingeniero expresó:
“Nadie quiere invertir en una región donde las
reglas del juego cambien en cinco o seis años”.
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