La oposición pripanista adoptó líder: L. Córdova
Vianello
El Morena, obligado a mantener la mayoría en la
Cámara
Por Francisco Gómez Maza
Si pierde el apoyo de los votantes que le
dieron el triunfo en 2018, no habrá servido de nada su estrategia de cambios
profundos. Claro. Nadie le aseguró que la tarea sería fácil:
La cabeza del Instituto Nacional Electoral,
personificada en Lorenzo Córdova, con el apoyo de la ultraderecha, y sostenida
en los ordenamientos del código electoral, no descansará, en las próximas cinco
semanas, antes del 6 de junio, día de las elecciones, en asegurar que,
terminada la jornada electoral, habrá sido neutralizado López Obrador.
El objetivo principal de los partidos
antilopezobradoristas, ya lo sabíamos, es destruir la mayoría que Morena y
aliados mantienen en el salón de plenos con la que han logrado las reformas
constitucionales y la creación de leyes, que le permiten al presidente López
Obrador cumplir con sus objetivos “transformadores”, hacia un sistema de más
justa convivencia entre los sectores humanos de la sociedad.
Pero el peligro de que el partido gobernante no
logre mantener la mayoría legislativa es real. En el INE existe la disposición
de, inclusive, emplear los tradicionales algoritmos para lograr la derrota de
Morena. Una encuesta del periódico El País así lo concluyó. Morena perdería sólo
con un fraude electoral del INE.
Morena, indudablemente, tiene un enorme capital
electoral en todo el país. Pero no puede soñar en que la confirmación de su
mayoría de votos vaya a darse automáticamente, sin esfuerzos, frente a una
oposición que, sin arrastre y sin cabeza propios, adoptó a las autoridades
electorales como su dirigencia. Es decir: Córdova Vianello, apoyado en sus ad
láteres, se constituyó en la cabeza del antilopezobradorismo. Y es apoyado por intelectuales
orgánicos, periodistas, empresarios, académicos, amas de casa de las clases
medias.
A Mario Delgado, en calidad de presidente del
Comité Ejecutivo Nacional de Morena, no le queda, pues, mucho tiempo. Sólo
cinco semanas, a partir de ahora, para asegurar que los votos a favor de sus
candidatos a diputados federales le sean suficientes para seguir manteniendo la
mayoría. Y esta mayoría tendrá que mantenerla a pulso de votos, porque,
adicionalmente, la oposición, personificada en el Consejo General del INE, no
le permitirá, legalmente, la sobrerrepresentación, que le sirvió al sistema
pripanista mantenerse en el salón de sesiones y concretar la supervivencia, por
muchos años, del neoliberalismo y con este de la corrupción, la impunidad, la
simulación y el cinismo.
Al interior de Morena es momento de tomar decisiones
finales. Actuar con claridad, reconocer errores y no olvidar que estas
elecciones son definitivas. Con ellas está en juego la supervivencia de la 4T,
tan odiada por los defensores del neoliberalismo.
A DESFONDO: A propósito del Día del Trabajo que
se celebra tradicionalmente el Primero de Mayo: De 2010 a 2020, en términos
reales, el salario mínimo creció 51.7%, mientras el salario real de cotización
reportado por el IMSS lo hizo en 12.2 por ciento. El Índice Global de
Remuneraciones Medias Reales de los Sectores Económicos (IGREMSE), de las
encuestas en establecimientos que reportan al INEGI, muestra una variación de
11.3 por ciento. Sin embargo, la presencia de la masa salarial en el PIB hasta
2019 aún no recuperaba la participación que tenía en 2010, con una reducción de
1.4 puntos porcentuales. En 2010, el promedio del tiempo trabajado a la semana
fluctuaba alrededor de 43 horas, mismo que pasó a 42 horas en 2020; la pandemia
ha incidido en esa disminución. Durante el periodo 2010-2020, la productividad
laboral por personal ocupado disminuyó 0.3%, en tanto que medida en horas
trabajadas aumentó 0.2 por ciento. Cuando se desaceleró la actividad económica,
en 2019 —y de forma más pronunciada en 2020— no pocas unidades económicas
redujeron primero las horas trabajadas, antes de recortar su plantilla de
trabajadores. El incremento en el número de empleos, que reporta el IMSS, en el
periodo 2010-2020, fue de 34.2%, con una tasa de crecimiento promedio anual de
3.3%, cifra que también refleja el impacto de la pandemia en el tramo final de
la serie. Hasta 2019, se tenía un incremento de 38.6% respecto a 2010 (4.2%
promedio anual). El Índice Global de Personal Ocupado de los Sectores
Económicos (IGPOSE) se incrementó 9.4% de 2010 a 2020 (tasa promedio anual de 0.9%),
cuando hasta 2019 había sido de 14.2% (tasa promedio anual de 1.5%).
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