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EN-FR
Desde
el 19 de octubre 2019, las manifestaciones contra las desigualdades
económicas y sociales en Chile han sido violentamente reprimidas por las
fuerzas policiales, autorizadas por el gobierno del presidente Piñera para
usar armas no letales: escopetas antimotines de cartuchos calibre 12 para
balas de caucho y municiones que contienen balines de plomo, vidrio
molido, arena de sílice (SuperSock).
El
Instituto Nacional de Derechos Humanos, INDH, ha censado del 19 de octubre
al 25 de noviembre 2808 heridos en hospitales, de los cuales 1737 son por
disparos. Las víctimas por lesiones oculares corresponden a 294. Al 21 de
noviembre solo en Santiago, la Unidad de Traumatología Ocular, UTO del Hospital
Salvador ha recibido 220 víctimas de lesiones oculares, 33 de las cuales
perdieron la visión de un ojo.
Este
número de víctimas pone en evidencia la voluntad del gobierno chileno y
fuerzas policiales de no respetar los protocolos para resguardar el orden
público, haciendo uso abusivo de la fuerza con el propósito de lesionar
gravemente a ciudadanos que continúan manifestándose en Chile.
En apenas un mes, la cantidad de víctimas chilenas con lesiones oculares representa más del 70% de las víctimas mundiales en 27 años según un estudio (revista médica BMJ Open, 2017).
Alertamos
a la opinión pública internacional que a pesar de los informes de Amnistía
Internacional y de Human Rights Watch denunciando las violaciones sistemáticas
generalizadas de los derechos humanos con evidencia sólida de uso excesivo de
la fuerza contra manifestantes y transeúntes, las fuerzas policiales
continúan disparando balines, bombas lacrimógenas, municiones supersock
apuntando voluntariamente a la cabeza y la zona toraco-abdominal de
manifestantes.
Sumamos
los testimonios del uso de productos químicos corrosivos en los carros
lanza agua que han causado quemaduras de alto grado en ciudadanos.
Sr.
presidente Sebastián Piñera; Sr Gonzalo Blumel, ministro del Interior y
responsable político de Carabineros (Policía chilena): Exigimos la
prohibición inmediata de estas armas químicas y de municiones de fuerte
cinética que están siendo utilizadas de manera generalizada y fuera de
protocolos.
El
gobierno chileno dispone de los medios políticos y legales suficientes para
canalizar reivindicaciones legítimas de forma pacífica y con total respeto
a la libertad de expresión y el Estado de derecho.
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