POR OLLANTAY ITZAMNA
Casi
un mes después de la consumación del cruento Golpe de Estado
cívico-cristiano-militar en Bolivia, ocasionado por un tweet irresponsable del
Secretario General de la Organización de Estado Americanos (OEA), Luis Almagro,
esta entidad finalmente publicó su Informe titulado: “Análisis de integridad electoral, elecciones generales en el Estado
Plurinacional de Bolivia, 20 de 0ctubre de 2019. Informe Final”.
El
Informe consta de 97 paginas donde señala: acciones deliberadas de manipulación
de resultados, irregularidades graves, errores e indicios. Veamos cada uno de
ellos.
Acciones
deliberadas de manipulación de los resultados. En este punto constata la
paralización del Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) al
83% del cómputo de actas. Además, indica que el sistema informático utilizado
(el mismo que se utilizó en el Referéndum del 21 de febrero del 2016, donde
ganó la oposición) era vulnerable.
Un
sistema de transmisión alimentado por actas provenientes de un territorio de
más de millón de Km2 puede detenerse por varias razones, una de ellas el
difícil arribo de actas de lugares lejanos al centro de acopio. El asunto no es
que se detenga el sistema, sino que la detención cambie los resultados. Y eso
es lo que no demuestra técnicamente el Informe.
No
existe en el mundo ningún sistema de seguridad, mucho menos la cibernética, que
garantice la impermeabilidad total. Eso lo sabemos. Pero, el Informe no indica
técnicamente el delito producto de esa “permeabilidad informática”.
“…
se revisó 4,692 actas. En ese análisis se identificaron 226 actas en las que
dos o más actas en un mismo centro de votaciones fueron llenadas por una misma
persona, denotando una acción intencional y sistemática para manipular los
resultados…” (Pag. 4), indica el documento.
El
Informe, aunque no indica la metodología utilizada para la auditoría, señala
que su universo de muestra fueron 4,692 actas (de un total de más de 34 mil).
En ellos encontraron 226 actas en las que se identifica que una misma persona
llena más de una acta.
El
Informe carece de rigor científico, a nivel metodológico, porque no presenta la
metodología utilizada para llegar a los resultados alcanzados. No se sabe cómo
identificaron/optaron por las muestras utilizadas. Se habla de dos cantidades
diferentes de actas “auditadas”, 4,692 y 12,925. ¿Cuál de las dos cantidades es
el universo de la muestra?
Los
“técnicos de la OEA” desconocen la realidad sociocultural boliviana. ¡Existen
comunidades alejadas donde el profesor de la escuela es el único alfabetizado!
Y, a pesar de las normas electoral, es explicable que más de una acta de un
mismo centro de votaciones estén llenados por una misma persona, lo cual no
necesariamente expresa la “intencionalidad fraudulenta” del que llena las
actas.
Irregularidades
graves. El Informe califica como errores graves “la transferencia de
información desde el TREP hacia el sistema del computo final”. ¡Ambos son
sistemas que conforman el sistema del cómputo electoral! El Informe no muestra
evidencias de supuestas actas duplicadas, si fuese el caso.
Indica
también como errores graves el hecho que no todas las actas electorales hayan
sido custodiadas por agentes de seguridad. ¡Bolivia tiene territorios alejados
que ni la Policía conoce! Otro error grave, indica el Informe, “se constató
actas originales vacías (sin llenar) en las instalaciones del TSE en el
exterior”. ¡Que existan actas vacías no es ninguna ilegalidad!
Errores.
El Informe indica: “…al menos en 37 actas del voto en el exterior el número de
ciudadanos sufragantes era distinto del total de votantes en las listas
índice”. ¿En qué país democrático no existe abstencionismo electoral?
Indicios.
En este último acápite indica que: “328 actas observadas, que se referían a
cambios en los votos para presidentes, entraron al cómputo” (Pag. 7). Eh aquí
otra contradicción del Informe: habla de “226 (actas) presentaban
irregularidades” (pp 4 y 9), “… 328 (actas) se referían a cambios en los votos
para presidente” (Pag. 7). ¿Cuál es la cantidad final de actas con
irregularidades?
Concluye
el informe, “El equipo auditor ha detectado una manipulación dolosa de los
comicios en dos planos. A nivel de las actas, a partir de la alteración de las
mismas y la falsificación de las firmas de los jurados de mesas. A nivel del
procesamiento de los resultados, a partir del re direccionamiento del flujo de
datos a dos servidores ocultos…” (Pag.10), pero no muestra ninguna evidencia de
dichas manipulaciones, ni en el cuerpo del documento, ni en los anexos.
“No
obstante, los hallazgos son contundentes. El equipo auditor no puede ignorar el
conjunto de manipulaciones e irregularidades observadas a través del trabajo en
terreno y del análisis de las más de 200 denuncias y comunicaciones con
información que se recibieron.” (Pag.10), indica el documento.
De
estas denuncias muchas son sacadas de la plataforma del Facebook, otras no
tienen respaldo documentado, o son notas periodísticas.
“Es
sobre la base de esta evidencia que se reitera la imposibilidad de validar los
resultados de la elección de octubre”, finaliza el Informe.
El
Informe carece de una elemental rigurosidad metodológica y de una seriedad en
su ecuación científica para llegar a las conclusiones vertidas.
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