Por Armando García
Editor y fundador de Nuestra América Magazine
La Casa de Representantes en un voto histórico
aprobó los cargos contra el Presidente Trump por su abuso de poder y obstrucción
al Congreso. Fue un voto obligatorio por sus transgresiones contra la
democracia existente en el país.
Independientemente de cómo resulten las
cosas en el juicio del Senado, y más ahora que la entrega de los artículos para
el juicio político, han sido retenidos hasta no ver que habrá voluntad en el
Senado de que se realice un juicio justo con equidad apegado a la Constitución y
no en beneficio de los Republicanos y hasta del mismo Presidente, es muy claro
que de continuar Trump en el poder,
porque a pesar de los cargos, dice que no hizo nada malo, continuará actuando
de la misma forma siendo así una amenaza para la seguridad nacional y la
Constitución.
A partir de ahora, la historia reconocerá a
Donald Trump por su perjuicio de la ley y la justicia, por dañar a la nación y
al pueblo de los Estados Unidos .
Todos los demócratas que se postulen para
el cargo el próximo año, especialmente los principales candidatos a presidente,
deben memorizar el Artículo II Sección 4 de la Constitución y repetirla durante
cada discurso, cada mitin, cada ayuntamiento y cada noticia. Cada palabra debe
quedar grabada en la mente de los votantes de manera constante para que con su
sufragio, si Trump sale airoso del juicio en el Senado, no pueda reelegirse
porque de hacerlo sería más de lo mismo porque Trump, nunca va a cambiar.
Trump continuará mintiendo e insistirá que
él, su abogado personal Rudy Giuliani y sus colaboradores son luchadores contra
el crimen, eliminando la corrupción y que ha beneficiado al país más que otro
presidente. Durante y antes la aprobación de los artículos de impeachment, la Casa
Blanca realizó una campaña de mercadotecnia resaltando los logros de su administración,
hasta los Republicanos en la Casa de Representantes fueron, durante este
proceso, sus mejores promotores.
Como es de esperarse, Trump declarará la
victoria si es absuelto por el Senado. Será indiscutiblemente uno de sus temas
en el proselitismo a las elecciones generales de noviembre del 2020. Todos
sabemos que él también divagará sin cesar sobre el impeachment y su absolución,
realizando parodias a veces sin sentido alguno durante sus mítines burlándose de sus adversarios
demócratas.
Trump le dirá a su base electoral a sus
fanáticos que ganó, pero el registro histórico debe reflejar que no será una
victoria por mérito: solamente será una victoria a través de la influencia del
Vocero Republicano en el Senado Mitch McConnell, que ha protegido al
presidente, hasta el punto de que sus acciones fueron con la venia del departamento
jurídico de la Casa Blanca y no por la Constitución del país. Pero cualquiera que
tenga los ojos abiertos verá claramente que se está realizando un encubrimiento
al Presidente para ocultar sus delitos y los que pueda hacer después de su absolución.
Sin embargo, incluso si Trump es absuelto
en el Senado, ninguno de los crímenes subyacentes será borrado. No habrá
veredicto de inocencia. La Oficina de Asesoría Jurídica del Departamento de
Justicia determinó en 2000 que la Constitución permite que un expresidente sea
acusado y juzgado por los mismos delitos por los cuales la Cámara de
Representantes lo acusó. Es decir que hay esperanza que Trump, después de su gestión
como Presidente, vea su día en la corte por los delitos cometidos durante su gestión.
La única forma en que puede evitar el
enjuiciamiento por una variedad de crímenes de manera segura es renunciar ahora
y ser indultado por el Vicepresidente Mike Pence.
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