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Dr. Jorge A. Lera Mejía
Muchos datos se han publicado en economía, desigualdad y
pobreza desde que inició el gobierno federal actual.
Más se ha discutido, sobre si las actuales políticas
públicas sociales y económicas están dando mejores o peores resultados, que las
criticadas como políticas neoliberales del pasado.
Sin meternos en juicios de valor que a nada conducen, de
ver si fueron o son más viables unas u otras políticas de acuerdo a un modelo
ideológico. Lo que si se puede discutir aquí, son los datos duros que en el
mundo real de la microeconomía se han publicado por instituciones serias y
autónomas, como son el INEGI y el CONEVAL.
Algo innegable, es que entre los años 2019 a fines del
2020, la economía mexicana ha caído en una franca recesión económica, con más
de siete trimestres sin crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), más
bien con caídas continuas del mismo. Partiendo del principio clásico de la
economía, que ante tres trimestres consecutivos de crecimiento negativo del
PIB, se define como un ciclo recesivo.
Así se registra que en 2019 el PIB cayó en 0.1% y en 2020
en 8.5% en términos reales.
Por lo que concierne al empleo formal, en 2019 solo creció
en menos de 350 mil personas. En 2020 no creció este, más bien se perdieron más
de 709 mil empleos. Sin tomar en cuenta, el más de millón y medio de empleos
informales perdidos (los que no reciben prestaciones como el IMSS).
A continuación, publicamos aquí, los datos duros que
publicó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social
(CONEVAL) sobre la pobreza dada a conocer en su informe anual del 9 de febrero
de este año.
De acuerdo al CONEVAL, a fines del 2020 el acceso a los
derechos de la población, los impactos derivados de la reducción de las
actividades económicas generaron un aumento de entre 8.9 y 9.8 millones de
personas con ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos, y de entre
6.1 y 10.7 millones de personas con ingreso inferior a la Línea de Pobreza
Extrema por Ingresos.
Por ello, es primordial garantizar a la población el acceso
básico a los bienes y servicios que hacen posible el ejercicio de los derechos
sociales.
A pesar de la disminución en el porcentaje de población en
pobreza laboral, este sigue siendo mayor en septiembre 2020 (44.5%), comparado
con el porcentaje del mes de abril 2020 (35.7%).
Además, se identificó un aumento de 3.4% a 5.2% en la
desocupación registrada entre el primer y el tercer trimestre de 2020.
También destaca que, aunque la tasa de informalidad se
redujo entre abril y septiembre 2020 (de 56.1% a 54.2%), la tasa de
subocupación tuvo un aumento considerable, pasando de 8.5 a 17 puntos
porcentuales.
Además, entre marzo y diciembre de 2020 se registró la
pérdida de 709 mil 211 empleos formales inscritos en el Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS).
El Coneval estimó un aumento de entre 8.9 y 9.8
millones de mexicanos con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por
Ingresos por la crisis de Covid-19.
Al publicarse el 9 febrero de este año, el llamado Informe
de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (IEPDS) 2020, se presentó un
nuevo escenario pesimista donde se calculó que ahora tenemos 70.9 millones de
pobres por ingreso, o sea, el 56.7% de la población.
Estos datos contrastan con el escenario de 2018, en el
que 61.1 millones de mexicanos ganaban por debajo de la línea de pobreza,
lo que representaba 48.8% del total de habitantes.
Asimismo, el informe calculó un aumento de entre 6.1 y 10.7
millones de personas con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por
ingresos, hasta un total de 31.7 millones de mexicanos, un 25.3% de la
población.
Esto significa que uno de cada cuatro mexicanos padecerían
ahora una pobreza extrema por ingresos.
Esta estimación se compara con los datos de 2018, cuando 21
millones de personas ganaban por debajo de la línea de pobreza extrema, el
equivalente a 16.8% de los habitantes.
Por esta circunstancia, ahora México se encontraría ubicado
como el cuarto país que vería acrecentar más el porcentaje de personas en
situación de pobreza, incluso más que el promedio de la región, y el quinto que
más aumentaría en pobreza extrema entre los países latinoamericanos.
SITUACIÓN ACTUAL AL CORTE DEL PRIMER TRIMESTRE DE 2021.
El impacto de la crisis económica en México a causa de la
pandemia del COVID se siguió sintiendo con fuerza en los primeros tres meses
del año 2021, ya que la pobreza laboral, es decir aquel porcentaje de la
población con un ingreso laboral inferior al valor de la canasta alimentaria,
volvió a repuntar en el primer trimestre de 2021, siendo la Ciudad de México,
Quintana Roo y Baja California Sur las entidades más afectadas.
El CONEVAL informó que la pobreza laboral en México pasó de
35.6% a 39.4% entre el primer trimestre de 2020 y el mismo periodo de 2021
debido a una reducción anual de 4.8% del ingreso laboral y a un repunte en la
pobreza extrema por ingresos de 3.7% y 4% en zonas urbanas y rurales.
“La pobreza laboral aumentó en 26 de las 32 entidades
federativas. Destacan Ciudad de México con un incremento de 14.9 puntos
porcentuales; Quintana Roo con 10.1 y Baja California Sur con 8.3 puntos”, dijo
el CONEVAL en un comunicado el 18 de mayo pasado.
El valor de la canasta alimentaria en México para las zonas
urbanas y rurales actualmente es de 1,710.4 pesos y de 1,229.4 pesos,
respectivamente.
Entre enero y marzo pasados, el ingreso laboral real
promedio de la población ocupada a nivel nacional fue de 4,456.58 pesos al mes.
El ingreso laboral mensual de los hombres ocupados durante
este periodo fue 4,787.40 pesos y el de las mujeres, 3,930.86 pesos, lo que
indica una brecha entre los ingresos laborales en este trimestre de 856.54
pesos.
El ingreso laboral real de los ocupados indígenas fue de
2,173.14 pesos, es decir menos de la mitad del ingreso laboral real de los
ocupados no indígenas (4,619.90 pesos); es decir, una brecha de 2,446.76,
detalló el CONEVAL.
En los periodos de referencia se registró una baja de 2.1
millones en el número total de ocupados, siendo el sector informal el más
afectado con un descenso de 5.5%, mientras que en el formal fue de 2.6%.
“El poder adquisitivo del ingreso laboral real per cápita
tuvo una disminución de 4.8% entre el primer trimestre 2020 y el primer
trimestre 2021, al pasar de 1,919.84 pesos a 1,827.39 pesos. Esta variación
anual del ingreso laboral representa una pérdida de 92.46 pesos respecto al
primer trimestre de 2020, antes del inicio de la pandemia por COVID-19”, dijo
el CONEVAL.
La economía mexicana batallará para superar los daños de la
crisis que provocó que el PIB cayera 8.5% en 2020, y aunque para este año se
espera un rebote positivo mayor al 5% del PIB, éste será insuficiente para
llegar los niveles previos a la pandemia, lo cual sucederá en los siguientes
dos o tres años, si se mantiene el rebote positivo y el gobierno federal marca
pautas favorables a las micro y pequeñas empresas y mayor seguridad a la
inversión privada...
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