Por Joel Ortega Juárez
En muchos sentidos Kirchner y Castillo son de la misma estirpe. Forman parte de unas “izquierdas” autoritarias y corruptas. Su desprestigio ha fortalecido a las derechas.
Mientras no surja un movimiento que se deslinde de las
dictaduras que usurparon el socialismo y el comunismo, la lápida de millones de
muertos, de perseguidos, de presos y además de pueblos hambrientos pesará sobre
las corrientes, partidos y movimientos asociados a las izquierdas. Esa es la
magnitud y profundidad del viraje necesario, romper con el estatismo
dictatorial y optar por el libertarismo original del movimiento comunista y
socialista o ir camino a la extinción de las izquierdas y el fortalecimiento de
las derechas más retrógradas casi fascistas.
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