Por Pedro Echeverría V.
1. Nadie podrá olvidar que los EEUU, para convertirse en el
país más poderoso del mundo y establecer su dominio al concluir las dos guerras
mundiales (1914/19) y (1939/45), fue extendiendo su territorio mediante la
amenaza, el robo y la guerra. No olvidaremos nunca que en 1848 –siguiendo la
doctrina Monroe- despojó a México de más de la mitad de su territorio. Lo mismo
hicieron con Francia, Inglaterra, España. Una vez integrado se dedicó a dominar
al mundo. El periódico Granma documenta la historia de las intervenciones de
Estados Unidos en América Latina y el Caribe.
2. En 1854, la Marina de Estados Unidos bombardeó y
destruyó el puerto nicaragüense de San Juan. El siguiente año, Walker, entonces
operario de los banqueros Morgan y Garrison, invadió Nicaragua y se proclamó
presidente; menos de 50 años después, los militares estadunidenses ejecutaron
la invasión contra Puerto Rico y Cuba, entonces colonias españolas. (Puerto
Rico, actualmente, sigue siendo colonia de Estados Unidos). En el caso de Cuba,
EEUU le impuso brutalmente en 1901 La enmienda Platt en su Constitución para
que EEUU pudiera intervenir cuando le plazca.
3. Escribe Granma que en 1903 Washington promovió la
segregación del Canal de Panamá, que entonces era parte de Colombia, y se
adueñó de sus derechos. Luego otra vez Cuba: se señala que, en 1906, el
secretario estadunidense de la Guerra, William H. Taft, asumió el cargo de
gobernador provisional, con lo cual se consumó la segunda ocupación militar en
Cuba. Pareciera que, si no se hubiera creado el territorio yanqui con toda su
ambición de dominio, el mundo sería un territorio donde la paz reinaría. ¿Alguien
podría ignorar, después de tantas guerras, del intervensionismo yanqui?
4. Luego de todas esas invasiones e imposiciones yanquis,
escribe Granma, en adelante, en reiteradas ocasiones: Panamá, Nicaragua, de
nueva cuenta México (ocupación de Veracruz e invasión de John J. Pershing),
Haití, República Dominicana, Honduras, Cuba, Brasil, Guatemala, Operación
Cóndor, dictaduras en Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, El
Salvador; Granada, Colombia, Ecuador, Paraguay, Venezuela y lo que se acumule.
No hay rincón latinoamericano ni caribeño que no los haya padecido.
5. En esos dos siglos, 41 halcones han ocupado la Casa
Blanca, y todos han actuado de la misma forma en contra de América Latina y el
Caribe. Entonces, ¿se puede esperar una actitud distinta, igualitaria y no
intervencionista mediante una alianza para la prosperidad, una suerte de
versión moderna de la Alianza para el Progreso”? Biden es como Trump, Obama,
Bush o Reagan. El mismo no puede hacer nada que no le ordenen los yanquis dueños
del poder e impulsores de las invasiones y las guerras.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
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