Foto proporcionada por Análisis a Fondo
· La
libertad de expresión no es coartada para la mentira y la injuria
· La
vacuna confirmó la profunda brecha entre países ricos y pobres
Por Francisco Gómez
Maza
Tanto las repiten,
tanto insisten que, de repente, da flojera leerlos o escucharlos en la radio o
en la televisión. Son tan obvios, tan predecibles.
Pero. Pero tienen el
derecho irrestricto de repetirlas hasta el aburrimiento. Otro tanto dirían
ellos de mí. Considero que es el momento de dejar en claro la posición de este
escribidor y del medio que representa.
Este escribidor está en
total, en pleno, en absoluto desacuerdo con ellos (y ellos lo saben).
Algunos, presumo, son
mis amigos, mis colegas. Respeto plenamente la libertad que tienen de publicar
lo que quieran, salvo que digan falsedades y que pretendan pasarlas como
verdaderas.
Es más, publico sus
artículos periodísticos en análisisafondo diario (www.analisisafondo.com).
Privilegio la
pluralidad. No estoy de acuerdo con ellos en lo fundamental, pero
–sinceramente- daría la vida en defensa de su derecho de cuestionar, criticar
e, inclusive, despotricar.
No voy con la mentira,
con la falsedad, con los falsos testimonios, con la infamia. Eso jamás. No me
lo permito.
Aun siendo figuras
públicas, sujetas de interés o escrutinio público y, por lo tanto, quedando su
derecho a la intimidad más restringido respecto al resto de las demás personas,
el ejercicio de la libertad de expresión no valida que los medios de comunicación,
que los periodistas, al momento de informar a la audiencia de las actividades
que realizan el presidente y las personas que colaboran con él, podamos
atribuirles información falsa como verdadera, que además repercuta
negativamente en su imagen personal u honor.
Quienes buscan afectar
la honra de los demás son objeto de mi desprecio, debo reconocerlo.
Es un hecho que hay
entre los seres humanos desacuerdos fundamentales. Nunca pensaremos ni
creeremos lo mismo. Sería muy aburrido que todos concibiéramos la realidad de
igual manera, que opináramos lo mismo en todos los asuntos de la res pública.
Inclusive en la
familia. En la mesa del comedor. Generalmente ninguno piensa igual que el otro,
que el que está a la izquierda o a la derecha, o enfrente. El ingeniero químico
tiene un concepto de la divinidad distinto del que tiene la teóloga; la
diseñadora lo imagina de distinta manera de lo que lo concibe el periodista. Se
piensa, se habla, se opina distinto y, en innumerables ocasiones, a contrario
sensu.
Pero nadie tiene
derecho a difamar. Y si alguien lo hace, el otro está en la obligación de
corregirlo fraternalmente.
Queda absolutamente
clara, diáfana, la posición de este escribidor y del órgano informativo que
dirige. Que nadie se llame a engaño:
No vamos con la
infamia, con las falsedades, con las mentiras, con los juicios aventurados,
desventurados, con la difamación que algunos seudo periodistas emplean para
cuestionar, atacar, desautorizar, descalificar.
A DESFONDO: Este
miércoles, el canciller Marcelo Ebrard Casaubón pidió en el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas, del que es miembro, que los países ricos
dejen de acaparar las vacunas para el covid-19, ya que eso representa una
“injusticia” y un riesgo para la seguridad de la humanidad. “Lo que está
ocurriendo hoy abre una enorme brecha entre ese pequeño grupo de países que
mencioné y el resto de los países, el grueso de la comunidad internacional, que
no tiene acceso suficiente a las vacunas”, advirtió el secretario de relaciones
exteriores de México. Y lamentó una situación verdaderamente deleznable,
decepcionante: “Nunca habíamos visto una división tan profunda que afectase a
tantos en tan poco tiempo. Y urge actuar”. El canciller llamó a una
distribución equitativa de las vacunas ya que, dijo, tres cuartas partes de las
primeras dosis de vacunas administradas en el mundo se concentran en apenas 10
países que representan el 60% del Producto Interno Bruto global. Esos datos de
la Organización Mundial de la Salud son “alarmantes”, agregó. El mecanismo
COVAX para ofrecer vacunas “ha resultado insuficiente hasta ahora. El escenario
que queríamos evitar, desgraciadamente, se está confirmando”, dijo
Ebrard.
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