Foto: Indígenas en Otavalo. O.I
Por Ollantay Itzamá
Según resultados de las elecciones generales del
pasado domingo, 7 de febrero, los pueblos del Ecuador deberán volver a las
urnas el próximo 11 de abril (el mismo día de las elecciones generales del
Perú) para definir, en segunda vuelta, al nuevo presidente y vicepresidente del
país: Arauz-Rabascall (UNES) o Yaku Pérez- Virna Cedeño (PACHAKUTIK). El
primero se proclama progresista, el segundo, eco comunitarista.
Bajo los paraguas del término progresismo se
categorizan a las diferentes tendencias ideológico-políticas que en las últimas
décadas emergieron, fueron y son gobierno en algunos países de Abya Yala. Sus apuestas
son: post neoliberalismo vía revisión de contratos de privatizaciones y
fortalecimiento de los estados, redistribución social de excedentes económicos,
repulsa a la presencia imperial norteamericana en la región, y apuesta por la
integración regional. Esta es, según las promesas, la apuesta del binomio
Arauz-Rabascall (Moreno fue elegido también con la misma promesa, pero terminó
haciendo lo contrario).
La propuesta del binomio Pérez-Cedeño, con aura de ecología,
comunitarismo, espiritualidad hídrica, etc., promete revisar contratos de privatizaciones,
aunque no menciona nacionalización alguna. Promete dejar bajo tierra los
yacimientos mineros e hidrocarburíferos para preservar ecosistemas y cuencas
hídricas, pero no explica de dónde sacará dinero para reflotar la economía del
país. Promete crear centenares de miles de nuevos empleos, aunque no se conoce
si lo hará mediante nuevas empresas estatales o esperará la bondad de la
inversión privada…
En los discursos y actitudes, hasta el momento, queda
claro que Arauz, quien no recoge, ni representa la agenda de los pueblos
indígenas, es evidente y consecuente con sus apuestas. Aunque nadie sabe si
hará lo mismo que Lenin Moreno.
Yaku Pérez, ideológicamente es bastante “misterioso”.
Aunque confesó públicamente que para Ecuador prefería un gobierno de un banquero (Guillermo
Lasso) que de un progresista/correísta. Ataca sin reservas al Presidente Maduro
y al proceso venezolano, y toda la lucha anti imperial que Venezuela
representa. Apoyó, junto integrantes de su actual equipo, el Golpe de Estado y al
gobierno de facto en Bolivia… Incluso en vísperas de las elecciones
últimas, el banquero Guillermo Lasso (actualmente ubicado en tercer lugar en los
resultados electorales) declaró que si Pérez pasaba a la segunda vuelta no
dudaría en apoyarlo para evitar que el progresismo vuelva a Ecuador.
¿Yaku Pérez representa la agenda política de los
pueblos de Ecuador?
Los cerca de 14 pueblos originarios que cohabitan en
Ecuador, que según censo oficial representan cerca del 7% de la población total
del país, se encuentran en su gran mayoría en situación de empobrecimiento y
miseria material, invadidos y agredidos violentamente por los agentes
neoliberales.
Estos pueblos no viven de la “idílica” idea de “dejar
los bienes comunes bajo tierra” (para que mañana los nuevos dueños la saqueen)
Para asistirlos materialmente, y con urgencia, el Estado necesita (nos guste o
no) dinero. Los pueblos originarios no estamos en contra del
uso/aprovechamiento de los bienes de la Madre Tierra. Estamos en contra del
extractivismo neoliberal que se lleva la riqueza y nos deja miseria y
contaminación.
Nuestra agenda/aspiración como pueblos originarios,
por nuestra situación subalterna, es esencialmente sociopolítica. Por tanto, la
demanda de la restitución de los territorios ancestrales y la autodeterminación
en nuestros territorios es esencial. Si una lucha indígena no contempla esta
demanda central, simplemente no es una agenda de los pueblos, quizás podrá ser
folclorismo multiculturalista. Pero no una agenda política indígena.
La autodeterminación de los pueblos originarios
necesariamente exige redefinir o repensar los estados bicentenarios en Abya
Yala. Imposible ejercer autodeterminación indígena en estados centralistas, o
estados naciones criollos.
En la Constitución Política del Ecuador se incorporó
la declaratoria de Estado plurinacional, pero sin la autodeterminación de los
pueblos. Por eso esa plurinacionalidad, confundida con la interculturalidad, no
pasó de ser una declaración durante el gobierno progresista. Las autonomías
garantizarán, en buena medida, que los pueblos, por su voluntad, emprendan sus
destinos hacia el añorado bienestar colectivo.
En el programa de gobierno de Yaku Pérez nada de esta
agenda aparece. Aunque Ud. no lo crea. Revise Ud. dicho programa de gobierno.
Mínimamente, en un Estado criollo mestizo neoliberal, un candidato indígena de
un movimiento indígena como PACHAKUTIK, debería proponer, aunque sea como
retórica, la urgente necesidad de hacer cambios estructurales a nivel del
Estado, mediante cambios sustanciales a su ordenamiento jurídico. Pero, en el
caso mencionado no existe ello.
Más al contrario, Yaku propone que todos los bienes de
la Madre Tierra sean reservados bajo tierra para que los agentes capitalistas,
mañana, en su cuarta ola de invasión planetaria, lo saqueen. ¡Estamos cansados
de ser los empobrecidos guardianes de los “recursos naturales” para que
capitalistas de mañana nos expulsen o asesinen para saquear dichos bienes!
Esta rápida mirada al programa de Yaku Pérez nos
indica que la “narrativa” eco comunitarista del candidato presidencial de
PACHAKUTIK no es más que un “Caballo de Troya” que, ahora, los neoliberales
traen hacia Ecuador para endilgar/distraer/desmovilizar a los pueblos
originarios que luchan por su emancipación como pueblos. Y lo hacen mediante
sus agentes de cooperación internacional y sus muletillas discursivas Pachamama
fashion o neoindígena fashion.
Lamentable decirlo, pero, después del Golpe de Estado
en Bolivia, seguido de masacres indígenas, alentado y apoyado por muchos
ambientalistas, ecologistas, feministas, neoindigenistas, ecocomunitarios,
imposible tragarse el “trago amargo” que nos quieren hacer beber los emisarios
del Caballo de Troya en Abya Yala
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