Foto proporcionada por Análisis a Fondo
Mural de Sergio Morelos (Applezman), en homenaje al personal médico que está en la primera línea de lucha contra la pandemia del nuevo coronavirus, en CDMX
Quién puede calificar el manejo de la
pandemia
Debe ser de criterio académico; no
ideológico
Por Francisco Gómez Maza
Creo que el gobierno del presidente López
Obrador no ha comentado y menos respondido a un “informe” (o mejor dicho
enjuiciamiento), en torno al manejo “renuente” de la pandemia, divulgado por la
Universidad de California en San Francisco, que pone barrida y trapeada a la administración
del tabasqueño en materia de salud pública.
Perdón, pero tal documento más parece
elaborado por ideólogos del PAN que por expertos de una Universidad, en quienes
debe prevalecer la temperancia en juicios de valor.
Advierten los autores del “informe”, todos empleados
del Instituto de Ciencias de la Salud Global de la UCS, que la “renuencia” de
México, de López Obrador, obviamente, a gastar dinero, realizar más pruebas,
modificar la estrategia, o reaccionar ante nueva evidencia científica, contribuyeron
a que el país (México) fuera uno de los más afectados por la pandemia de
coronavirus.
De acuerdo con un despacho de la agencia de
noticias estadounidense, Prensa Asociada (AP), en opinión de los “expertos
universitarios”, que analizaron la estrategia mexicana de manejo de la pandemia
de covid-19, México habría tenido una cifra de muertes significativamente menor
(a este jueves 15 de abril, la Universidad Johns Hopkins tenía registrados
210,812 fallecimientos en México), si hubiera actuado ante la crisis sanitaria
como el promedio de los gobiernos.
Sin embargo, la cifra “real”, no registrada
oficialmente y mucho menos atribuida a alguna fuente o una metodología de
cálculo, según el estudio de la UC, es de unos 330,000 fallecimientos. Quiero
saber de dónde obtuvieron esta cantidad. Hace falta una explicación científica,
matemática, de cálculo. Simplemente así, sin fuente, más parece una invención
de reportero volador.
Los “matemáticos” de la UC en San Francisco
suponen que algunos errores cometidos por las autoridades mexicanas serían el
hecho de que no hayan recomendado el uso de cubre bocas, implementado
restricciones a los viajes, proporcionado suficientes pruebas y equipo de
protección, ni establecido medidas de distanciamiento social. Jamás hablan de
la responsabilidad de cada uno de los ciudadanos frente a un peligro grave como
podría ser una epidemia. El gobierno es el culpable. “Decisiones clave sobre
cómo enfrentar la crisis de salud se basaron en supuestos injustificados, sin
una evaluación suficiente de los riesgos que entrañaban dichos supuestos”, concluye
el informe, que acusa al gobierno mexicano de una concentración excesiva de la
autoridad, por supuesto que en manos del doctor López-Gatell, así como “una
campaña gubernamental que priorizó mantener las apariencias y la política
partidista antes que la salud”.
El “estudio” así, parece dictado por alguno
de los ideólogos extremistas del Partido Acción Nacional. De investigación
académica tiene lo que tiene la plataforma política y los documentos
“doctrinales” del partido albiceleste.
Los autores del “análisis”, con todo,
pueden tener toda la razón en sus apreciaciones, en torno al manejo de la
pandemia por las autoridades de la secretaría de salud, pero la duda intriga en
el momento en el que toman partido y acusan al gobierno de López Obrador de “populista”
irresponsable, sin explicar qué significa la palabra “populista”.
(En su concepción, lo mismo tendrían que
afirmar de su gobierno, de Donald J. Trump y, ahora, de Joseph (Joe) Biden,
pues el manejo de la pandemia en Estados Unidos ha sido uno de los peores. Al
miércoles por la noche ya contabilizaban más de medio millón de muertos, que
seguramente crecen de acuerdo con “la (críptica) metodología aritmética” de los
“académicos” de San Francisco.
Aseguran por ejemplo que “no es una
coincidencia que los países con el peor desempeño, en su respuesta a la
pandemia de covid-19, tengan líderes populistas”. (Qué entienden por populismo,
por “líderes populistas”. Tienen que explicarlo, porque sus presidentes republicanos
(extrema derecha) y demócratas (no creo que Biden sea de izquierda) podrían
también ser calificados de populistas. Y vaya que ese “populismo” mata gente de
color en las calles, o invade naciones e impone dictadores.
Gobiernos de extrema derecha como el de
Estados Unidos o el de Brasil no han tenido muy buenos resultados en la
contención de la pandemia, como dije más arriba. Los “universitarios” de San
Francisco acusan a los gobiernos “populistas” de minimizar la gravedad de la infección
(ellos escriben afección, palabra que no tiene nada que ver con infección),
desalentar el uso de mascarillas, dar prioridad a la economía en lugar de a
salvar vidas, y negarse a unir fuerzas con sus oponentes políticos para
desplegar una respuesta coherente”.
De verdad, creí que este “informe” de la
Universidad de California era un ejercicio académico serio, de análisis
científico (no con el método de Marx, por supuesto, que es el más acertado,
pero académico), por cierto, avalado por la OMS. Pero, lamentablemente, sus
autores lo elaboraron con intenciones políticas facciosas y aparecen como
portavoces de la derecha más recalcitrante, que se cubre con el velo de la
academia. Parece más bien un panfleto distribuido por FRENAAA, o Va por México.
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