Por Armando García
Una vez mas el terror de un golpe de
estado militar sacude las tierras de Nuestra América. Lo que parecía ser parte
de la historia oscura de Latinoamérica, es ahora nuevamente una realidad, que
las nuevas generaciones ven sorprendidos, pero que muchos, de los que quedamos
vivos, fuimos testigos de dictaduras, genocidios, masacres y revoluciones.
En esta ocasión, militares en Bolivia
deciden, obviamente por órdenes y con la venia del imperialismo estadounidense,
dar un golpe contra el presidente indígena Evo Morales, quien fue constitucionalmente
elegido y, quien para evitar derrame de sangre, decide renunciar al cargo,
abriendo así las puertas a una posible dictadura militar.
Nuevamente la
derecha fascista, como lo fue en el Siglo XX, sigue las instrucciones del
imperialismo estadounidense, para coordinar el golpe de estado contra el
presidente Morales, siendo el objetivo final, poder implantar un gobierno de la
derecha que permita robar y saquear los recursos naturales de Bolivia, sus
hidrocarburos y las reservas de millones de toneladas de litio, las mayores de
todo el mundo, metal clave en la industria para vehículos eléctricos y
dispositivos electrónicos.
Esto
demuestra que bajo el gobierno militar, los recursos naturales de Bolivia
pasaran a las manos de los monopolios imperialistas, como comúnmente se hacia
en el siglo pasado. Es bien sabido que el Pentágono y nazistas en América
Latina, moldearon a soldados, generales, policías para matar, torturar,
perseguir y desaparecer a la población civil, estudiantes, profesores, amas de
casa, obreros, campesinos; etc.
Ernesto ‘Che’
Guevara dijo en una ocasión que la “…bestialidad imperialista... no tiene una
frontera determinada, ni pertenece a un país determinado... Porque es la
naturaleza del imperialismo la que bestializa a los hombres. La que las
convierte en fieras sedientas de sangre que están dispuestas a degollar, a
asesinar, a destruir hasta la última imagen de un revolucionario, de un
partidario de un régimen que haya caído bajo su bota, o que luche por su
libertad”.
El imperio
bajo su presidente, Donald J. Trump, logra en Bolivia, que impere su rapiña contra América Latina, teniendo en la mira a Venezuela, Ecuador,
Chile, nuevamente a Cuba y pronto o tarde tendrá en la mira a México, contando
con este último país con aliados de la elite que ya no tiene el poder y que
bajo la Cuarta Transformación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya
no cuentan con los privilegios que en regímenes anteriores obtuvieron y que
ahora están siendo devueltos al pueblo.
Esta
editorial, a medida que pase el tiempo, será aumentada, renovada, modificada, y
denunciará y no se quedará callada ante las violaciones de derechos humanos que
este golpe ocasione en Bolivia.
Armando García es un reconocido periodista méxico-estadounidense. Es
editor y fundador de la revista Nuestra América en EE. UU.
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