Por Ilka Oliva Corado
Hoy, 20 de
enero de 2021 ha sido un día histórico en Estados Unidos y en el que millones
de mujeres se sienten orgullosas y emocionadas de ver a una mujer llegar a la
vicepresidencia del país. Una mujer negra y asiática, además. Se sienten
orgullosas claro que sí porque las luchas de género no tienen ideología. Que
Kamala esté en el lugar que está hoy es por la lucha de miles de mujeres en la
historia del país, ancestras negras, blancas, asiáticas, latinas, europeas, de
los pueblos originarios. Algo que ella sabe muy bien y lo reconoce públicamente
y de lo cual se siente sumamente orgullosa. El sistema y sus enredos es algo
contra lo que ella sola no podrá luchar, ni ella ni ninguna otra
mujer, tenga la ideología que tenga, pero se espera que haga
lo propio para que abrir espacios para más mujeres y que tengan
acceso a derechos, es ésa la enseñanza y el ejemplo que ha tenido de las
ancestras como Rosa Parks, Ángela Davis, Toni Morrison, Dolores
Huerta y de las trabajadoras de la
fábrica Triangle Shirtwaist en Nueva York, que fueron quemadas vivas
cuando exigían derechos laborales en 1911 . ¿La ideología?, tiene derecho a
tener una ideología distinta, mismo que tenemos todos.
Sorprende
sí, que hasta hoy haya sucedido que en un país como Estados Unidos todavía no
exista una presidenta mujer y que apenas en el 2021 exista una vicepresidenta,
lo que nos dice con claridad que no importa de qué primer mundo sea una nación,
el machismo y el patriarcado existen en todas las esferas de la sociedad y se
propaga y se mantiene sistemáticamente. Pero que ella esté hoy en el puesto de
vicepresidenta también nos dice que las barreras se pueden derrumbar, no
importa qué tan altas sean y que las luchas por los derechos de género deben
continuar porque sólo luchando juntas podemos lograr acceso a espacios de
desarrollo para nosotras, por muy lentos que sean los cambios.
Con esto
quiero decir, que millones de mujeres migrantes indocumentadas están con
Kamala, ven en ella una luz para salir de las sombras y tener acceso a los
derechos laborales, poder tener acceso a una residencia y posteriormente a la
ciudadanía como lo prometieron en campaña con Biden. Y lo pueden hacer, hoy
tienen a la Cámara Baja y al Congreso en mayoría Demócrata. Se espera que éste
sea el año en que, estando una mujer negra y asiática como vicepresidenta en el
país, los millones de mujeres indocumentadas provenientes de todas partes del
mundo también celebren el acceso a derechos laborales y a la legalización. Ésa
es una promesa de Kamala junto a Biden, ¿la cumplirán? ¿Será Kamala, hija de
una migrante india, una luz para las mujeres migrantes indocumentadas? El
tiempo lo dirá.
Foto: LAGA News Photography
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