Dr. Jorge A. Lera
Mejía
Los flujos de remesas
hacia México, el principal receptor de la región de Latinoamérica, se
mantuvieron en parte porque los migrantes trabajaban en servicios esenciales en
Estados Unidos y porque aquellos que reunían los requisitos se podían
beneficiar además de los programas de estímulo implementados en dicho país.
A diferencia de lo
sucedido hasta el corte de noviembre con las remesas de México, se observa que
en 2020 los flujos de remesas hacia América Latina y el
Caribe serán de aproximadamente 96 mil millones de dólares (mdd), lo
que representa un descenso de 0.2 por ciento con respecto al año anterior.
De acuerdo a estimaciones
en noviembre por el Banco Mundial (BM), las remesas que envían a sus
países los trabajadores cerrarán para el año 2021 por debajo de los
500 mil millones de dólares (mdd) y disminuirán en un 14 por
ciento por por los efectos progresivos de la pandemia del
Covid-19 y una mayor compeljidad en la recuperación económica.
Se proyecta que los
flujos de remesas a los países de ingreso mediano bajo se reduzcan en un
7 por ciento, hasta ubicarse en los 508 mil millones de
dólares (mddd) en 2020, y posteriormente sufran una reducción del
7.5 por ciento, al ubicarse en 470 mil mdd en 2021.
Entre los principales
factores que influirán en la disminución de las remesas figuran el escaso
crecimiento económico y los bajos niveles de empleo en los
países que reciben migrantes, la debilidad de los precios del
petróleo y la depreciación, con respecto al dólar estadounidense, de las
monedas de los países de origen de las remesas.
En todas las regiones
se registrarán disminuciones en 2020 y 2021, y se espera que la caída más
pronunciada se producirá en Europa y Asia central con 16 y 8 por ciento,
respectivamente, seguida de Asia oriental y el Pacífico con 11 y 4 por
ciento, Oriente Medio y Norte de África con 8 por ciento cada región.
FENÓMENO MEXICANO EN
RÉCORD DE REMESAS:
Las remesas
familiares que ingresan a México alcanzaron en noviembre de 2020 un
monto de 3,381 millones de dólares (mdd), lo que representó un incremento
de 15.6 por ciento en relación con igual mes del año anterior, el repunte más
alto desde marzo.
Sin embargo, en el
comparativo mensual, esto es noviembre respecto a octubre de 2020, se
advierte que las remesas familiares desaceleraron su ritmo de crecimiento al
presentar un descenso de 6.1 por ciento.
Información
del Banco de México (Banxico) refirió que el número de envíos
procedentes del extranjero aumentó 9.2 por ciento en el periodo
noviembre-noviembre, al realizarse 9,726 operaciones.
Mientras que
la cantidad promedio por operación, de 348 dólares, también creció 6.1 por
ciento en el mismo periodo de comparación.
Las remesas familiares,
que proceden principalmente de Estados Unidos, se han convertido en una de
las fuentes de divisas más importantes para el país, ya que incluso
superan a lo captado por el turismo internacional y las ventas de petróleo.
De enero a
noviembre de 2020, las remesas enviadas por los “paisanos” a sus
parientes de México reportaron un total de 36,946 mdd, cifra 10.9 por
ciento superior a lo observado en el mismo lapso pero de 2019.
Lo anterior deja ver
que, a pesar de la pandemia del Covid-19, los
mexicanos residentes en el extranjero han continuado con los envíos
de recursos económicos para apoyar a sus familiares, además de que la relativa
estabilidad del peso frente al dólar ha contribuido a que la captación sea
superior.
POSIBLES CAUSAS DEL
RÉCORD:
Las remesas rompieron
récord al corte de noviembre del 2020 contra todo pronóstico. Al ritmo de
avances, se estima que con las divisas que entren en diciembre, se alcance la
cifra récord y se acerque a 40 mil millones de dólares.
Se trata de montos que
no tienen precedente y sorprendieron porque comenzaron y continuaron las
medidas de restricción a la movilidad en Estados Unidos para enfrentar la
epidemia del coronavirus, lo cual provocó la pérdida de millones de empleos en
dicho país.
Para Jonathan Heath,
subgobernador del Banco de México, este dato sí sorprende, cuando todos
anticipaban una caída importante de las remesas, resultó que crecen muchísimo y
alcanzan máximos históricos.
El dinamismo en el
envío de recursos pudo ser atribuido al temor de miles de trabajadores que
pudieran ver interrumpido el flujo a sus familias debido a la suspensión de
actividades productivas derivadas del confinamiento por el Covid-19, explicaron
analistas financieros.
Gabriela Siller,
economista jefe de Banco Base, afirmó: “Dos factores llevaron a que las remesas
se incrementaran, en lugar de bajar, como se esperaba. Uno, la caída de la
actividad económica de México, que ‘obligó’ a enviar más dinero. Dos, la subida
del tipo de cambio”, que aumenta en valor, en pesos, de los dólares mandados.
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