Foto e historia proporcionada por La Agencia Mundial
de Prensa
Los Jefes de Seguridad sabían que se iba a producir
una concentración, estaban avisados y alertados por el peligro latente ante la
fiesta inaugural de Joe Biden por el mensaje enviado por el aún presidente en
su red social de Twitter, sin embargo, quedó claro que no esperaban jamás tanta
virulencia y o salvajismo…
Fanáticos Trumpistas visiblemente azuzados por Trump
quien les incitó a “una protesta salvaje” en la jornada de ratificación de su
derrota, tomaron el Capitolio.
Trump con un largo parlamento, en el que
predominaba una virulenta animadversión hacia sus oponentes, solicitaba que la
protesta avanzara hacia el Capitolio para presionar y conseguir perpetuarse en
el poder.
Se produce un asalto en el Capitolio en
Washington impidiendo de momentáneamente la certificación de Joe Biden como
ganador de las Presidenciales en los Estados Unidos de Norteamérica, con
enfrentamientos que terminaron lamentablemente con un asedio que duró casi
cuatro horas y un saldo de 4 muertos, 14 policías heridos entre otros civiles y
al menos 52 detenidos.
Los enardecidos protestantes se expresaban orgullosos
de ser parte de estos hechos lo que deja palpable la realidad que deberá
afrontar Joe Biden quien no solo hereda un país roto por la pandemia y la
crisis económica.
Twitter bloquea cuenta de Trump, removiendo tres twits
de su cuenta bloqueándola por 12 horas, a las que se suman Instagram y Facebook.
Los insurgentes allanaron el Capitolio por la puerta
y/o a través de las ventanas, lanzando botes de humo, se presentaron
situaciones de enfrentamiento en el exterior (con heridos) y en el interior.
Las imágenes que se vieron el día de ayer no era ni mucho menos del país que se
describe como el de la democracia más antigua del mundo. Armas desenfundadas,
gente enardecida, disfrazadas en El Capitolio, que inclusive no han surgido ni
en los países denominados dictatoriales. Lo vivido ayer en los Estados Unidos
de Norteamérica fue una clara manifestación de golpismo.
Cortesía La Vanguardia
En esos momentos Mike Pence, vicepresidente quien
presidía la sesión conjunta de las dos cámaras, tuvo que ser evacuado bajo
protección ya que su negativa ante la orden de Trump de que cambiara el
resultado electoral lo habría puesto ante el mandatario como su más alto
enemigo a lo que Trump en las redes sociales como Twitter publicaría: “Mike
Pence no tiene el coraje de hacer lo que debería hacer para proteger a nuestro
país y la Constitución”. Así mismo y de inmediato todos los legisladores
fueron confinados en lugares seguros, entre los cuales se encontraba la aún
Senadora Kamala Harris.
En todos los medios de comunicación masiva en todo el
mundo se hablaba ayer de rebelión, traición y de golpe de Estado hasta se llegó
a oír referencias a una incitación de una guerra civil. Escenas de los
agitadores asaltando el Capitolio resumieron los 4 años de mandato de un presidente
prepotente y arrogante quedando claro que lo que muchos decían de él respecto a
su paso por el gobierno. Más tarde, Trump se limitó a lanzar un par de tuits
con textos que le pintaban de cuerpo entero, en uno de estos pedía calma a los
sublevados y que respetaran a los policías y a las fuerzas de seguridad porque “están
de nuestro lado” y en otro instaba a la paz con una retórica
insultante. “No a la violencia, recordad, somos el partido de la ley y el
orden, respeto a la ley y a los uniformados”. Luego autorizó el despliegue
de la Guardia Nacional para acabar con esa revuelta que él mismo incitó.
Ayer se recordó una cita que hiciera Hillary Clinton
en la campaña del 2016 cuando dijo que entre las bases de Donald Trump había
gente “deplorable”, lo que se puso en total evidencia el día de ayer.
demostrando que no estaba errada. Así mismo algunos legisladores que no
apoyaban a Biden reclamaron al presidente Donald Trump para que se presente y
tratara de bajar la tensión. “Esto es antiamericano, no es lo que nos
define como país”, dijo Kevin McCarthy, jefe de la minoría republicana en
la Cámara de Representantes y uno de los incitadores contra el reconocimiento
del presidente electo, mientras el Capitolio seguía tomado por los sediciosos.
Como McCarthy, otros de sus colegas de bando pedían que el presidente se dirigiera
a la nación. Trascendió que Donald Trump se negó a emitir un comunicado de
condena. Sin embargo, quien sí compareció fue el Presidente Electo Joe Biden
quién dijo: “Pido al presidente Trump que comparezca en televisión ya para
cumplir su juramento, defienda la Constitución y exija el final de este asedio”, “Todos
estamos viendo esto, a esta hora nuestra democracia se halla ante un asalto sin
precedentes” “Esto no es disentimiento. Esto es desorden. Esto está al borde de
la sedición”. Así mismo puso el contexto de un presidente que horas antes hizo
de pirómano, entre falsedades y conspiraciones. “Me habéis oído decir esto
en diferentes ocasiones. Las palabras de un presidente importan. No es
relevante lo bueno o malo que es un presidente. En su mejor expresión, las
palabras de un presidente pueden inspirar. En lo peor, pueden incitar”, remarcó
Biden en su comparecencia en directo desde Delaware.
Joe Bien sin duda tendrá que encarar la división
fomentada por Donald Trump, hechos sin igual en la historia de EE. UU. que como
bien dijo Joe Biden, “el mundo nos está mirando”
Al final Donald Trump apareció mediante un vídeo
grabado en la Casa Blanca en el que dijo: “Tienen que irse a casa, hemos de
tener paz”, mensaje para los incitadores, pero continuó con su retórica de
incitación a la violencia en donde no hubo ni una condena a lo que sucedía por
el contrario continuó diciendo: “Fueron unas elecciones fraudulentas, pero no
podemos hacerle el juego a esta gente”, (como si los insurgentes fueran las
víctimas). “Os amo, son todos muy especiales. Ya vieron lo que sucede. la forma
en que son tratados esos otros que son tan malos y malvados. Sé cómo se sienten,
pero ir a casa”, palabras que hicieron recordar a otras en el 2017 cuando
defendió a los neonazis y a los supremacistas blancos que mataron a una mujer
en Charlottesville al decir “hay buena gente en los dos bandos”.
En Washington a su vez y antes lo acaecido su
alcaldesa impuso toque de queda a las seis de la tarde, con un despliegue
masivo de uniformados, mientras que en las calles seguían algunos brotes de
manifestantes.
Finalmente, unas cinco horas después del asalto, y una
vez que la policía aseguró el perímetro, los congresistas continuaron. La
sesión conjunta de ambas cámaras del Congreso confirmó que Biden y la
vicepresidenta electa, Kamala Harris, superaron la barrera de los 270 votos
electorales con un total de 306, y por tanto llegarán al poder el próximo 20 de
enero.
Luego de sucedidos los hechos Twitter se desenmarca retirando
las consideraciones que parecía tener con la cuenta del presidente Donald Trump
(@realDonaldTrump), pues ellos anunciaron el bloqueo temporal por 12 horas de esta
asegurando que si el presidente continúa violando sus políticas “suspenderá la
cuenta de forma definitiva”. Así mismo remarcaron: “Como resultado de la
violencia que se suscita en Washington D.C. hemos eliminado tres tuits de
la cuenta @realDonaldTrump, que fueron publicados hoy y tienes severas
violaciones a nuestra política de Integridad Cívica”, dijo la red social a
través de su cuenta de seguridad.
A las pocas horas de sucedido este hecho en que la red
social de Twitter anunciara el bloqueo de la cuenta del Donald Trump, Facebook utilizó
la misma red para notificar que “detectaron dos violaciones de sus políticas en
la página del Presidente Trump, lo que resultó en un bloqueo de 24 horas, lo
que significa que pierde todo habilidad para postear en la plataforma durante
ese tiempo”, mientras que el Ceo de Instagram también de propiedad de Facebook
anunciaba que bloquearía de la misma manera, es decir por 24 horas la cuenta
del aún Presidente de los Estados Unidos de América.
Sin embargo, el presidente Donald Trump hizo llegar un
mensaje vía Twitter por medio de la cuenta de uno de sus asesores de confianza,
debido a que su cuenta fuera suspendida por enviar mensajes que justificaban el
asalto al Capitolio por parte de sus simpatizantes en el que aceptaba que
su Presidencia será de un solo mandato y prometió una “transición
ordenada”. Donald Trump, no reconoce del todo la derrota en dicho comunicado,
algo que prometió a sus seguidores que “nunca” haría, pero sí admitió
que su mandato llega a su fin, y que tendrá que abandonar la Casa Blanca el
próximo 20 de enero.
Dos horas después de que las autoridades despejaran El
Capitolio y sus inmediaciones, ambas cámaras del Congreso volvieron a reunirse
para seguir con el proceso de ratificación del resultado de las elecciones,
confirmado en diciembre por el órgano competente en EE. UU.: el Colegio
Electoral. Después, de que el Congreso ratificara la victoria electoral del
Presidente Electo Joe Biden en un gesto normalmente ceremonial que aconteció en
uno de los peores días de la historia de los Estados Unidos, presidido por el
vicepresidente estadounidense, Mike Pence, este declaró en la sesión, que la
ratificación del Congreso debía considerarse “suficiente” para aceptar la
elección de Biden. Poniendo fin a una sesión que quedó interrumpida por el
extraordinario asalto al Capitolio, un asedio que duró casi cuatro horas. La
nueva sesión duró más de 7 horas debido al debate en ambas cámaras sobre
dos objeciones al resultado de las elecciones en Pensilvania y en Arizona,
ambas presentadas por los aliados de Trump las mismas que nunca tuvieron
ninguna perspectiva de que ambas prosperaran debido a que debía superar una
votación en el pleno y los demócratas, el partido de Biden, son mayoría en la
Cámara de Representantes. Sin embargo, Trump insistió en presionar a los
legisladores y a Pence para que se arrogaran unos poderes que no les
corresponden bajo la Constitución e interfirieran en la sesión.
Minutos después el mensaje de Donald Trump en Twitter distribuido
Dan Scavino uno de sus asesores de confianza en el Trump decía: “A pesar de que
estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones, y los hechos
están de mi lado, sin embargo, habrá una transición ordenada el 20 de enero”.
“Siempre he dicho que continuaríamos nuestra lucha para asegurar que solo se
contaban los votos legales. ¡Aunque esto representa el fin del mejor primer
mandato en la historia presidencial, solo es el comienzo de nuestra lucha para
Hacer a Estados Unidos Grande de Nuevo!”, añadió, citando su lema electoral.
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