Foto proporcionada por Análisis a Fondo
· Reservas
y base monetaria, buenos augurios
· Ni
amenazas devaluatorias, ni jornadas Negras
Por Francisco Gómez
Maza
Un crítico pagado –
chayoteado, dirían los chairos-, e incluso un enemigo gratuito de la 4T – uno
de la banda de los fifíes o derechairos– acusaría a las autoridades del Banco
de México, directamente a su gobernador, Alejandro Díaz de León, de ser paleras
del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando esta institución es autónoma
y viene del viejo régimen.
Tales “analistas”
dirían que es una mentira total que la política monetaria marche y marche bien.
Ni amenazas devaluatorias, ni jornadas negras.
Lo cierto es que el
Estado de Cuenta del Banco de México ha sido positivo durante todo 2020. Son
números. No especulaciones.
Y eso anima a los
inversionistas de verdad, que lo que buscan es privilegiar sus activos, sus
inversiones, sus ahorros, con atractivas ganancias. Motiva confianza en los
mercados y es un muy buen augurio para la economía general, aunque no hay magia
sino manejo realista de la política monetaria.
La oficina de
información del instituto bancario central lo informa semana tras semana
durante todo el año. El más reciente reporte - del jueves anterior al 31 de
diciembre-, indica que la reserva internacional experimentó un incremento de
188 millones de dólares. Con esto, su saldo ascendió a 195 mil 667 millones de
dólares, lo que significó un incremento, con relación al jueves anterior, de
188 millones de dólares estadounidenses, y un crecimiento acumulado, respecto
al cierre de 2019, de 14 mil 790 millones de dólares.
Estos resultados
ofrecen muy buenas vibras, e insuflan aires frescos para toda la economía: Las
reservas internacionales, por este motivo, también funcionan como indicador
económico.
Al estar compuestas por
una serie de recursos, las reservas sirven para medir la capacidad del país
para servir su deuda externa, una abultado pasivo, contratado por los gobiernos
anteriores y que nunca se va a pagar. Esto lo saben los acreedores, los
primeros que prefieren que nunca se pague porque entonces dejarían de
enriquecerse con lo que se llama servicio de la deuda: intereses y vencimientos
(abonos) de capital.
Las reservas
internacionales funcionan también como indicador de la capacidad de la economía
para importar bienes, principalmente materias primas, y servicios con los que
se mueve la planta productiva nacional. También sirven para otras muchas
tareas económicas, pero su objetivo último, sin embargo, es contribuir a
que el país mantenga estabilidad en su poder adquisitivo.
Así, las reservas
internacionales se encargan de compensar la balanza de pagos con la diferencia
entre ingresos y salidas de capital del exterior y al exterior.
Además, son fuente de
recursos… Cuantos más recursos posea el país, mayor será su capacidad para
adoptar determinadas políticas, a fin de lograr estabilidad económica y
financiera, pues respaldan la confianza en la moneda nacional, el peso
mexicano, que es lo que ha estado ocurriendo, desde hace dos años, en el
mercado cambiario.
También, las reservas
internacionales se encargan de garantizar las importaciones, lo que dota al
país de una mayor capacidad para comprar en los mercados internacionales. Por
otro lado, se encargan de prevenir los desequilibrios externos, haciendo como
contrapeso de las salidas de capital en el país. A la vez que, por otro lado,
respaldan la confianza de la deuda exterior frente a los inversores.
La llamada base
monetaria, que está integrada por billetes y monedas en circulación y depósitos
bancarios en cuenta corriente en el Banco de México, de acuerdo con el informe
del Banxico, del que estamos hablando, aumentó 4 mil 272 millones de pesos,
alcanzando un saldo de 2 mil 118 millones 243 mil pesos, cifra que implicó una
variación anual de 21.6%. Buen crecimiento de otro de los indicadores de buen
augurio para la recuperación de la economía.
El crecimiento de la
base monetaria se ha incrementado debido a factores asociados a las medidas
sanitarias implementadas en el país, que habrían aumentado la demanda de
efectivo por parte del público como medio de pago, explica el reporte de prensa
del Banxico. Adicionalmente, la mayor demanda de efectivo refleja el efecto
estacional asociado al día feriado del 1 de enero.
La cifra alcanzada por
la base monetaria al 31 de diciembre de 2020 significó un incremento de 375 mil
768 millones de pesos, respecto de la misma fecha del 2019. En noviembre de
2020, la base monetaria había crecido casi un 19% en términos reales anuales.
Por lo menos, buenas
realidades, buenos augurios.
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