· Qué
ocurrió con la “Caravana del Diablo”
· Dónde
están los cien millones de dólares
Por Francisco Gómez Maza
En
torno al fenómeno migratorio centroamericano, hay preguntas importantes que aún
no tienen respuesta:
Qué
pasó con la Caravana del Diablo.
Dónde
quedaron los 100 millones de dólares que el gobierno mexicano anunció para
repartirse entre Guatemala, Honduras y El Salvador, que servirían para impulsar
el desarrollo económico, crear empleos y evitar las migraciones forzadas por el
desempleo y la pobreza.
La
Caravana del Diablo apareció anunciada fugazmente en los medios de información
digitales, a finales de enero, y estaría integrada por hondureños y personas
que fueron rechazadas por las autoridades migratorias estadounidenses en una
primera incursión.
Esta
diabólica marcha de migrantes, proveniente de Honduras también, fue anunciada
con bombo, pero hasta este momento, 10 de febrero, no se ha realizado, o ya y
nadie se dio cuenta, o no quiso darse cuenta. Imposible que nadie se diera
cuenta.
Qué
pasó. Dónde quedaron los hondureños que intentarían ingresar a territorio
mexicano con destino a los Estados Unidos. Esto es un misterio. Fuentes
periodísticas de Chiapas dijeron la semana pasada que la “Caravana del Diablo”
se habría desactivado desde Honduras y El Salvador y, aunque pequeños grupos
han llegado a la frontera de Suchiate, estos buscan ingresar a territorio
mexicano por caminos de extravío y de esa manera evitar ser detenidos. Pero a
ciencia cierta, en México nadie sabe.
De
acuerdo con funcionarios de la Secretaría de Gobernación, consultados por
Análisis a Fondo, por el momento no hay visos de que la caravana se haya
concretado. No ha salido, respondió un oficial de la secretaría encargada de
controlar las migraciones.
Aparentemente,
los organizadores de las migraciones se quedaron fuertemente impresionados y
anonadados por la dureza de las fuerzas de la Guardia Nacional para detener el
paso de los migrantes por territorio mexicano. En ocasión anterior, los
guardias arremetieron con fuerza a jóvenes que intentaron traspasar por la
fuerza las puertas de la frontera en Ciudad Hidalgo. Hubo inclusive muchos
detenidos por los agentes de Migración.
La
acción de la GN causó malestar entre legisladores, sobre todo en Porfirio Muñoz
Ledo, uno de los personajes emblemáticos del partido oficial, Movimiento de
Regeneración Nacional, tanto que, en estos días, una delegación de legisladores
realizó una visita a la frontera sur sureste para constatar la situación de los
grupos de migrantes que están en la estación Siglo XXI de Tapachula.
El
Comisionado del Instituto Nacional de Migración recibió al diputado Muñoz Ledo,
por ejemplo, entre otros diputados en la Estación Migratoria mencionada, donde
la comitiva legislativa realizaría este lunes un recorrido por las
instalaciones de la estación.
Pero
fuera de constatar las precarias condiciones de los migrantes varados en
Tapachula y otras estaciones, nada se sabe de la Caravana del Diablo. Es
curioso que no pase nada o que haya pasado sin que nadie se diera cuenta,
aunque es casi imposible no darse cuenta de que están cruzando la frontera
cientos de personas sin que actúen los elementos de la Guardia Nacional.
Algo
raro hay en esta telenovela.
Por
otro lado, tanto aquí como en Estados Unidos, algunos observadores nos
preguntamos en torno al dinero que el presidente López Obrador ofreció a
Guatemala, El Salvador y Honduras. Armando García, director de Nuestra América Magazine,
se hace desde hace días las mismas preguntas. Dónde están la Caravana del
Diablo y los cien millones de dólares.
En
la segunda mitad del mes de junio de 2019, el Gobierno mexicano anunció un plan
de cooperación de 100 millones de dólares (MDD) para apoyar el desarrollo de El
Salvador, Guatemala y Honduras, mediante el programa Sembrando Vida, que
originalmente promueve la reforestación en México y que debía extenderse a
Centroamérica, con el fin de ayudar a frenar la migración hacia Estados Unidos.
Consultadas
varias fuentes del gobierno mexicano, hasta el momento nadie ha atendido
nuestras solicitudes. Es curioso que el presidente López Obrador no haya vuelto
a tocar el tema en sus conferencias de prensa matutina:
Dónde
está la Caravana del Diablo; dónde va, ¿ya salió de Honduras? ¿Se
desintegró? ¿Entro a México por caminos no vigilados por las fuerzas de
seguridad? Dónde está los cien millones de dólares. Qué pasó con Sembrando
Vida. Y las preguntas siguen sin respuesta.
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