Por Armando García
Editor y Fundador de Nuestra América Magazine
En estos días se escucha mucho el tema del feminicidio.
Aunque es una lacra que ha estado en la humanidad por mucho tiempo, hoy en día la
sociedad mexicana ha despertado debido a casos recientes de asesinatos brutales
y sádicos de mujeres, los cuales han conmocionado al país.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque
está al tanto de este problema, ha respondido en sus conferencias mañaneras de
una forma muy filosófica, instructiva, detallada, como evadiendo hablar del
asunto de forma profunda, delegando a otros que arreglen el asunto.
En Nuestra América, hemos publicado ya varios artículos
analizando el mal, el cual por su naturaleza, por sus raíces es milenario. Soluciones,
hay muchas, voluntad de las autoridades y de expertos, muy poca. Muchas
palabras, muchos discursos, pero acciones, brillan por su ausencia en la mayoría
de los casos.
En México según el Observatorio Ciudadano
Nacional del Feminicidio cada día siete mexicanas son asesinadas y solamente un
25% de los casos son investigados como feminicidios.
El asesinato de mujeres en México cobró
notoriedad internacional en 1993, cuando comenzaron a denunciarse públicamente
los casos de mujeres asesinadas en la frontera norte de Ciudad Juárez. Le tomo
a México dos décadas que lo considera el feminicidio como un delito. Hoy, todo el
país esta como Ciudad Juárez.
Para entender mejor los términos utilizados al
hablar de este mal social, la Real Academia Española dice que el feminicidio es
el asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o
misoginia, que es la repugnancia a las mujeres.
En la conferencia de prensa del martes 18 de
febrero se le cuestionó a López Obrador su falta de acción en el tema. Y simplemente
contestó con palabras más, palabras menos que: “Nosotros estamos trabajando y
desde luego todo el que quiera ayudar para enfrentar los problemas sociales,
ayudar en enfrentar problemas de violencia, feminicidios, todo, estamos en la
mejor disposición de trabajar de manera conjunta”, dijo el mandatario. “El
enfoque que estamos imprimiéndole a todos los problemas sociales, repito, es
atender las causas, es ir al fondo, es bienestar y fortalecimiento de valores,
evitar la desintegración de las familias, la familia es fundamental, a lo mejor
en otros países no tanto, pero en México la familia es el pilar principal de la
convivencia”.
Considero que el problema social del feminicidio
debe tratarse desde la educación en las escuelas, meterle en las mentes de los niños
y niñas que el golpear a una mujer es malo, no es aceptable en la sociedad. Aunque
simpatizo con las mujeres que han salido a la calle con el rostro cubierto a
pintarrajear paredes y monumentos históricos, considero que hay protestar a quienes
fomentan el machismo: la industria cinematográfica que ha alzado valores
machistas en sus películas. En las televisoras que producen telenovelas
resaltando el poder masculino sobre la mujer. Protestar en las cantinas, en los
antros, en los prostíbulos, donde están los perpetradores, tomando la copa, la
chela, con mujeres vestidas provocativamente sentadas en sus rodillas.
Recuerdo de joven, como muchas madres,
amas de casa, lloraban al ver reflejada su vida en telenovelas mientras las
paredes de sus casas estaban manchadas de sangre debido a las bofetadas o puñetazos
del marido sobre sus rostros. Un Cinturón o látigo a la mano, para que el macho
cobarde lo tomara para azotar tanto a ella como a los hijos. Muchas madres
intentaron o cometieron suicido al no soportar más al ogro de su cónyuge.
Es muy cierto que cuando una mujer se queja ante
las autoridades, casi no le hacen caso. La mayoría de las personas que toman
los casos, son hombres. Y al ver una mujer que se queja, recuerdo de joven que
uno dijo para no tomar la denuncia “…pues mire como viene vestida, tuvo razón de
golpearla”.
Ricardo Monroy escribió
en Facebook “Para los
funcionarios de los ministerios públicos es más fácil decirles a los familiares
de las mujeres desaparecidas 'de seguro se fue con el novio'; antes de iniciar
una investigación. Las autoridades suelen relacionar las desapariciones de las
mujeres por problemas familiares, consumo de drogas o alcohol en lugar de
entender la complejidad de la violencia que se vive en la Ciudad de México"
"Las
autoridades no quieren aceptar que la violencia hacia las mujeres es un tema
más complejo, que rebasa los problemas familiares, de pareja, drogas y
alcoholismo. Se justifican al no querer arriesgar a su equipo de trabajo, están
coludidos o no quieren aceptar la realidad, asevera la coordinadora del
observatorio de feminicidios."
Hace como tres décadas escribí
un artículo que llevaba como título: Diosa esclava ha sido la mujer. En ese
tiempo cité a José Martí que dijo: “La Mujer debe estar al lado del hombre como
compañera y no a sus pies como un juguete hermoso”.
"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario