Por Armando GarcíaEditor y Fundador de Nuestra América Magazine
Donald Trump y el Fiscal General William
Barr, están corrompiendo al Departamento de Justicia y menospreciando el estado
de derecho. Hace unos días el Departamento de Justicia revocó la decisión de
sus propios fiscales y redujo el tiempo de prisión recomendado para el
principal asesor de Trump, Roger Stone, pocas horas después de que Trump se
quejó de la recomendación de sentencia. Ahora los cuatro fiscales involucrados
han renunciado o retirado en protesta, y Trump felicita públicamente a Barr por
su decisión.
Trump está descartando abiertamente la
justicia y el estado de derecho, y Mitch McConnell y los republicanos en el
Senado lo están dejando escapar nuevamente. Hay que sacar a Trump y a sus
aliados republicanos fuera de sus cargos en las elecciones de este año. Esa es
la única forma en que podemos defender nuestra democracia contra la corrupción
ilimitada de esta administración.
Sin embargo, los candidatos demócratas que
van a la delantera en los estados predominantemente de población blanca, todavía
no pueden ganarse a los votantes de color en las Carolinas ni tampoco en Nevada
o Texas y menos California. Los candidatos que no tienen un apoyo real de las minorías,
como los Latinos, no deben ser vistos como candidatos serios para la nominación.
Y eso causa un verdadero problema para ganarle
a Trump, un manipulador del sistema y hasta de la Constitución, todo para su
beneficio personal en contubernio con los Republicanos en el Congreso y el
Colegio Electoral, que los tiene indudablemente en el bolsillo, por el miedo
que le tienen.
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