Nota en Desarrollo y Sujeta a Cambios.
De Nuestra Redacción
El
ex titular de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Emilio Lozoya fue detenido hace unos
días en Málaga, España, debido a que ya existía una ficha roja librada en
su contra, derivado de dos órdenes de aprehensión que existen por su probable
responsabilidad en los delitos de operaciones con recursos de procedencia
ilícita y asociación delictuosa.
Ambas
órdenes derivan de la venta de la planta de Agro Nitrogenados y el
caso llamado Odebrecht, del cual supuestamente recibió 10 millones de
dólares a cambio de sobornos para beneficiar a la empresa brasileña con contratos.
Las
fuentes consultadas indicaron que una vez localizado en Málaga, Lozoya mostró
una licencia de conducir supuestamente expedida por el gobierno de la Ciudad de
México, con el nombre de "Jonathan", asegurando que no era la persona
que buscaban.
El
titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago
Nieto Castillo, dijo estar "muy contento" por la detención del ex
director de Pemex. Informó que existen dos casos en contra del ex director de
Pemex, Emilio Lozoya, que no han sido judicializados, entre ellos una
investigación por compra de astillero en donde presuntamente hay
pérdidas por 50 millones de euros.
Afirmó
que se debe esperar la determinación del Poder Judicial en ambos casos,
"nosotros seguimos investigando un caso de (astillero) España, donde hay
pérdidas por 50 millones de euros".
Alejandro
Gertz Manero, fiscal General de la República, dijo que comenzará el litigio
para extraditar a México a Emilio Lozoya.
El
presidente de España, Pedro Sánchez se informa desde el país Ibérico que empleará
la detención de Emilio Lozoya, para engrasar sus relaciones con el Gobierno de
Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La detención de este prófugo de la justicia
mexicana, que se encontraba hasta ahora en paradero desconocido acusado de
corrupción, se produce justo un año después de Sánchez se reuniera con el
presidente mexicano en Palacio Nacional, y luego de que el gobierno español se
propusiera engrasar su relaciones con los países de América Latina.
La
extradición de Lozoya es uno de los objetivos del Gobierno de AMLO, debido a
que estaría acusado de defraudar 280 millones de dólares -según la Fiscalía
General de la República- por su supuesta implicación en los sobornos de
Odebrecht en 2012 y 2013.
Su
detención fue posible gracias a que Lozoya se trasladó desde Rusia a la
península ibérica con la intención de reunirse con Enrique Peña Nieto en las
afueras de Málaga con el fin de negociar con el gobierno de AMLO. Esto podría también
implicar a Peña Nieto en todo este escándalo.
En
México se espera la extradición para poder juzgarlo por estos hechos, aunque el
proceso de extradición en España se caracteriza por la complejidad y por el
carácter político, donde el Gobierno tiene la última palabra sobre si concede o
no la entrega del detenido.
Si
los trámites se agilizan con México, Lozoya podría ser expatriado en un plazo
de seis meses. El tiempo se dilataría mucho más si queda en libertad. Ahora si
se decreta cárcel por los delitos que se le imputan, podría pasar 15 años en prisión
en España, por lo cual; México tendrá 45
días de plazo para presentar una comisión rogatoria donde exponga el caso para
su extradición, pero si está en libertad hay un vacío legal que impide que
exista un plazo, por lo que la tramitación de la extradición podría dilatarse
hasta dos o tres años. En el documento, México imputará previsiblemente el
delito de organización criminal, que en la ley española tiene un plazo de
prescripción de 10 años, de manera que prescribirían en 2023.
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