Por Armando García
Editor y Fundador de Nuestra América Magazine
Gente en los medios políticos piensan que Bernie
Sanders no es presidenciable, debido a sus ideas socialistas, pero hay gente
que lo respalda, la gente que se ha movilizado, piensa lo contrario.
Sanders significa para este país una amenaza
contra un sistema que ya necesita transformarse para beneficio a la población que
brilla por su diversidad étnica, cultural, social, que están dejando muy atrás a
la supremacía aria, blanca, sajona, racista, xenofóbica, que grita cuatro años
para Donald Trump.
La pregunta buena es acaso, si no es
Sanders, ¿estaría la sociedad
en su conjunto, lista y preparada ver nominada a una mujer o a un homosexual
para competir contra Trump? De seguro Trump ya está preparando su arsenal de
mentiras y calumnias contra una posible nominada mujer, como lo hizo con
Hillary Clinton o contra un posible nominado declarado gay. Y por supuesto está
listo de no bajar de comunista o socialista al Senador de Vermont, metiéndole miedo
al pueblo estadounidense
Los republicanos en el poder ejecutivo y
legislativo, están haciendo campaña proselitista para mantenerse en sus
puestos. Llevan en sus espaldas la traición al pueblo estadounidense por haber absuelto
al presidente durante el juicio político.
El Partido Demócrata a medida que se acerca
el Super Martes del 3 de marso, está en una encrucijada: escuchar al pueblo que
pide un cambio radical en el proceso de la nominación o, escuchar a los
millones que ya pisan a sus puertas con la llegada de Michael Bloomberg a la
carrera presidencial.
Si Michael Bloomberg gana la nominación demócrata,
¿Cuál sería la diferencia entre el Partido
Republicano y Demócrata? Ninguna. Trump y Bloomberg con sus millones han
comprado su nominación. Los dos están cortados de la misma tela neoyorkina. Ante
esta realidad, muchos ya dicen: Mas vale bueno por conocido, que malo por
conocer.
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